Hola, María:
Mi más sincera felicitación por tu brillante reflexión en verso, mi más sincero agradecimiento por tu generosidad al publicarla.
Te releo y me vuelve a inundar una pasión por la vida que hace tiempo que no sentía. Me apetece volver a las andadas, a mi vivir con intensidad lo que creía efímero aunque confiaba en que se presentaría en una nueva variación. Pero me desviví en la intensidad. No me queda cuerpo ni ánimo para retomarla. Además, he perdido la inocencia que mantuve durante más de cuarenta años. Inocencia que me acompaña ahora mientras te escribo, pero que –aunque no está lejos, está en mi interior– mejor dejo dormida entre las brumas del ánimo que impregnan el Ávalon donde yace lo mejor de mi.
Un abrazo fuerte, apreciada María.
http://hablacontusamigos.blogspot.com/2023/02/suo-gan-kamikazes-vitales.html