Hola,
amable leyente:
Lo
siguiente viene a cuento a raíz de un desencuentro surgido tras revisionar
—recostado en los brazos de mi mujer inmadura— «María Antonieta», película
dirigida en 2006 por Sofía Coppola. Acabada
la peli, le propuse que picáramos algo, cuando mi mente estaba en pecar
bastante. Y de ahí vino el problema… de lo dicho, no de lo callado.
Mientras
apuraba el tente en pie, para tumbarme a sus pies, empezamos a hablar de lo
vacía que nos había parecido la obra. En un principio, no quise entrar mucho en
el tema, pues la proyección había sido en su patio de butacas y me temía que el
filme figurara entre los 10 que se llevaría a una isla desierta en lugar de
empaquetarme a mí.
Pero mi Wendy abrió el ventanal de la opinión crítica… y este Peter Pan entró alborozado por él, pese a no haberle prestado atención a la película: “Nada, suelto cuatro generalidades pretenciosas, y pasamos de las palabras a los lechos”.
Puedo
aducir que sólo a un obtuso se la habría ocurrido ver la peli en la pantalla
pudiendo admirarla reflejada en los ojos de ella. Vamos, que si en vez de «MaríaAntonieta», hubiera reproducido «María Estuardo», ¡como que no me
habría enterado!
Embebido
por el deseo, critiqué denodadamente el filme que no había visto: narrativa
caótica, abuso de planificación forzada, diálogos incoherentes… en fin, toda
una serie de generalidades que disimularan mi embriague con el bebedizo de su
aroma.
Ella,
en su reflexión, criticaba detalles estéticos: que si una reina de la época no
haría tal cosa, que si el uso de música pop era anacrónico, que si los
movimientos de cámara le restaban realismo…
¿Realismo?,
podría haber dicho cualquier palabra —incluso esternocleidomastoideo— que yo
habría seguido absorto escuchándola, pero… ¿realismo? A mí, que sostengo que la
Vida es algo sórdido que hay que embellecer, no me vengáis con autenticidad,
¡que me pongo atómico!
Le
propuse veladamente que en lugar de realista, nuestro enfoque para el resto de
la velada fuera costumbrista con retazos naturalistas. Vamos, que retozáramos
con la naturalidad acostumbrada.
Ella,
soberana de sus palabras, guardó silencio y me miró con la picardía con la que
una reina, afrancesada o gijonesa, mira a un bufón del que no sabe si reir su
gracia o decretar su desgracia.
Respecto
a si mi María Antonieta me guillotinó, sólo deciros que esa noche no.
Ya
hace meses, por no escribir años, que sabe que he perdido la cabeza por ella y
que mi corazón sólo encuentra sazón a su lado.
Gracias
por tu escucha/lectura atenta de este divertimento afrancesado, amable
leyente/escuchante.
Tanto
el texto como su locución han sido realizados sin ánimo de lucro. Te estaré
agradecido si te haces seguidor de mi canal audiovisual en YouTube y le das a
"me gusta" en el video. La música que suena de fondo es la canción «Hong
Kong Garden» de Siouxsie and TheBanshees.
Gracias.
@NinoOrtea
En ha parecido divertido ingenioso y muy elegante cómo nos has contado una tarde ordinaria en brazos de alguien especial. Hago mío esa apreciación tan certera de que "la Vida es algo sórdido que hay que embellecer" y brillante ese jugar con las palabras pecar y picar /
ResponderEliminarbastante y algo. Un saludo y gracias por compartirlo
Hola, Joaquín:
EliminarGracias por tu comentario cómplice.
La felicidad efímera suele estar en compartir experiencias cotidianas, muchas veces la compañía convierte en relevante algo que de por sí es ordinario: veo, como mínimo, una película al día: pero poder compartir su visionado es algo extraordinario.
Me gustan los juegos de palabras, aunque a veces abuso de ellos.
Gracias por embellecer este arranque de la tarde con tu comentario, Joaquín.
No eres un bufón, eres un juglar y Mariantonia lo sabe. Besos.
ResponderEliminarHola, Maite:
Eliminar"Mariantonia" sabe como estimular el juglar o disfrutar del bufón.
un abrazo, Maite.
Hola. Nino , me a gustado mucho tu entrada muy Napoleón bonaparte , cómo disfrutar una linda tarde de Domingo , besos y abrazos para tu María Antonieta , mi madre cuando se casó tenía un butacón junto a su tocador , al que le llamaba María Antonieta , tú vigila que no te mandé a waterloo a pelear por su amor , y te corten la cabeza en la guillotina jajaja ( es broma chato) Remiaú de flor.
ResponderEliminarHola, Flor:
EliminarDesconocía que “María Antonieta” da nombre a un mueble. Curiosa forma de alcanzar la inmortalidad.
Las tardes en las que lo ameno que linda con el deseo son siempre lindas.
Frambuesa sabe que en todo Waterloo yo seré su duque de Wellington.
¡Remiáu, compañera!
Bueno de momento siguen con sus republicas y les va relativamente bien, pero ¡na.....! es que no rematan siguen quedándose en mucho brillo y mucho decorado pero luego les pasan por encima a la hora de la verdad. En fin como a mi, es mi sino y el suyo. Pero por lo menos la tarde dominguera se paso con nota.
ResponderEliminarClaro que teniendo en cuenta lo que cuento yo de mis tardes domingueras ... También es casualidad que nos hayamos puesto de acuerdo para eso de las tardes en nuestras entradas, aunque no hay color, la tuya magistral.
Salud
Hola, Erik:
EliminarNunca es tarde para evocar tardes pasadas ni para celebrar las presentes, sean de domingo con desmarques o de martes sin embarques.
Ahora me paso a leer tu tarde.
Un abrazo, Erik.
jaja solo a ti se te ocurre querer ligar con María Antonieta, pobre! jajaja entre la de enaguas, fajas y refajas, pelucas y pelucones que se ponían, podías haberte muerto antes de entrar en faena jajaja no he visto esta película y sin embargo sobre el papel tiene muy buena pinta, me ha gusta mucho lo que he visto de Sofía Copola ( tres o cuatro pelis, no creas que mucho más ; ) Lost in translation, por ejemplo, que tb le gustó mucho a ERIK, que comenta encima de mi ; ) Lo que hace el aburrimiento de las tardes tristonas de los domingos jaja Creo que en la próxima ocasión vas a tener que buscarte alguien más acesible, María Antonieta además tengo entendido que era una verdadera déspota así que mejor te recomiendo que busques a alguien así más dulce, no sé ¿ qué te parece la Jane de Tarzán? jaja seguro que te la presta durante un rartito, entre que picas algo y él se va con la mona Chita a darse una vuelta por los alrededores jajaja
ResponderEliminarMuy divertida, se te escucha uy bien además, ya le di al like; )
Muchos besos NINO
Hola, risueña María:
EliminarQuizá una de las señales más evidentes del envejecimiento de mi libido es que ahora disfruto viendo cómo se viste “María Antonieta”, me cautivan la habilidad para la combinación cromática y la destreza para diferenciar entre piezas que me parecen miméticas.
Nuestra anterior sesión de “cineforum” había sido con “Rashomon” de Kurosawa. Y en la próxima veremos “Fuego en el cuerpo” de Lawrence Kasdan. Pues casi te has visto la mitad de la filmografía de Sofía Copola. Creo haber visto todas sus películas. Aunque su fuerte es el guión, lo que me gusta de ella es cómo coloca la cámara en planos secuencia en los que los actores hablan fuera de plano mientras ella nos muestra la vida que trascurre ajena al “dramatis personae”.
Bo Derek, Margot Robbie… Sí, creo que la de “Jane” sería una compañía estimulante.
Gracias por tu valoración del audio y tu aopyo al canal.
Un abrazo, María.
Me encanta ese mezclar el deslumbramiento por una mujetr, a través de una exhibición privada de la María Antonieta de CoPPOLA. NinO,yo tampoco le hubiera parado bolas a la película, con una mujer que nos quita el aire; pero crípticamente observo, si no yerro, tu juicio a la cinta del Coppola, desde una postura no pretenciosa, sino del relato y del humor.. Un abrazo desde este aprecio colombiano. Carlos
ResponderEliminarHola, apreciado Carlos:
EliminarAciertas al adjetivarme como “deslumbrado”; y es que si hay algo que me saca de la oscuridad de la soledad es la belleza. Y si hay algo que me pone de buen humor es el amor disfrutado.
Ver una película cuando puedes observar la belleza, es tan inapropiado como disfrutar más hablando del amor que haciéndolo.
Si hasta el apellido de la directora nos dirigía hacia la cúpula.
Un gran abrazo, Carlos.
Vi esa película y debo decir que no me disgustó. Que la directora supo aprovechar a Kristen Dunst como protagonista, transformado a María Antonieta en esta anacrónica cantante pop. Detalle que me parece un acierto.
ResponderEliminarNo es una mala idea escaparle a la historia real, para hacer una versión propia. Lo que haría Tarantino, años después.
Pero entiendo tu opinión, considerando la compañía tan comparable con una musa, prefiriéndola ver en sus ojos.. Eso opaca hasta a la novia de Spiderman.
Y es una buena forma de perder la cabeza, por una mujer que deslumbra.
Saludos.
Hola, Demiurgo:
EliminarCreo que Sofía Coppola usa la figura histórica de María Antonieta como mera excusa para contar su historia, por lo que me parece consecuente el que nosotros la hayamos utilizado para disfrutar de la nuestra.
Kristen Dunst es una actriz versátil que, por razones que desconozco, no acaba de asentarse en la industria. Imagino que no quiere ser una estrella de cine y sólo aspira a seguir siendo una gran actriz.
Puestos a perder la cabeza, hagámoslo ante la belleza y no ante la rudeza.
Un gran abrazo, Demiurgo.
Me has hecho sonreir Nino :) que imaginación, así me encantó toda la entrada
ResponderEliminarla película la recuerdo como no...
El vídeo me gustó tu forma de narrar, tan pausado y con el tono perfecto
Un abrazo mi estimado compañero y muy feliz día de la Poesía.
Me alegra esa sonrisa, Cora, como me alegra el leerte.
EliminarLa entrada a una película suele dar salida a emociones, que unas veces se limitan a la duración del filme y otras veces perduran en nuestro recuerdo. Curiosamente, hechos ajenos a la película, como suele ser la compañía en su visionado, pueden ser más intensos en nuestro recuerdo que la obra en sí.
Tú eres poesía todos los días, Cora. Te deseo felicidad hoy y siempre.
Hola Nino mira esto , puede ser que te guste https://www.google.com/search?q=butacon+maria+antonieta&rlz=1C1CHZL_esES767ES767&oq=butacon+maria+antonieta&aqs=chrome..69i57j0i22i30.14730j0j15&sourceid=chrome&ie=UTF-8 (el de mi madre era de color café claro) besos de flor.
ResponderEliminarHola, detallista Flor:
EliminarMe reconforta el contar con la amistad de una persona con tu humanidad.
Gracias por tus constantes muestras de aprecio, Flor.
Sorpresa de blog, Nino.
ResponderEliminarQué sería de la letra sin humor. Y sin talento para transmitirlo.
Un saludo desde el Mediterráneo.
Hola, Ana Mª:
EliminarGracias por tu comentario elogioso.
Un saludo desde el Cantábrico.
¡Hola, Nino! ¡Qué bueno! Ja, ja, ja... Lo que en época de novios, embriagados de pasión, nos hemos llegado a tragar en el cine. Recuerdo dos "maravillosas" tardes viendo Leyendas de pasión y Titanic y, además, luego intentando de confirmar a la que hoy es mi esposa que me parecieron un tostón de cuidado... miento, claro. Dije que me parecieron estupendas, qué sentimientos, qué sensibilidad, qué mensaje... Bueno, cualquier cosa que se me pasara por la cabeza, aunque en realidad solo se me pasaba una. Como muy bien muestras en el relato, no es la película, es ella. Un abrazo!
ResponderEliminarHola, David:
EliminarJe je, sí: una de las normas de convivencia es la conveniencia de silenciar ciertas sinceridades. Además, lo grato de la compañía estimula el rato que pasamos viendo una peli trostélida.
Tardé en darme cuenta del efecto “cine” para proyectar relaciones. Siempre me ha gustado ir solo al cine. La primera peli a la que fui acompañado por una minina fue a una reposición de “Primera plana”. Ella no paraba de hablar; por lo que no recuerdo qué excusa me inventé para cambiarme de butaca. Sobre decir que la mileidi se enfadó y se fue del cine. Tardó más de un curso en volverme a hablar. Desde entonces, sólo iba bien acompañado al cine cuando la peli, en teoría, no me interesaba. Más de una vez volví al cine a ver una peli que me pareció interesante mientras la entreveía.
Un abrazo, David.
Tienes un correo mío, te deseo un feliz fin de para ti y frambuesa. 🦉🤗😋
ResponderEliminarHola, amiga Flor:
EliminarGracias por mtu correo amigable.
Feliz semana para ti y los tuyos.
¡Remiaú!
Espero que hayas cogido esa luna en tus manos...si no ha sido asi te daras cuenta que ni eso necesitas, Nino. Ni que te leamos (aunque yo este encantada). Con solo tener en la cabeza ese atropello de imagenes e ideas yo me sentiria plena. Besos.
ResponderEliminarHola, Nino... Verás, este relato tuyo me ha traído felicidad, alegría, risas..., yo qué sé, recuerdos de mis días de cine con el novio de mi vida en un cine de la sala Babylon en Berlín, (actualmente ponen cine en español todos los lunes en el pase de las 20:00 horas), pero entonces no era así... Fuimos a ver el estreno de Good Bye, Lennin! de director alemán Wolfgang Becker(2003) y por supuesto en alemán. Una película extraordinaria, que posteriormente pude verla con tranquilidad y sin mis limitaciones de entonces porque, siendo sincera, lo único que me importaba era que mi novio me mirase con sus ojos azules que me tenían embelesada, jejej y de la película poco o nada me interesó en ese momento. Pero claro, mi novio tenía interés en el film por otros motivos... Al salir, me manifestó su desencanto porque no veía connotaciones políticas ni sociales en el film... Claro la película iba de otra cosa, aunque con ese título no lo parecía... Y nada pude argumentar en defensa del film porque yo sólo quería besos y lo demás no importaba, je, je
ResponderEliminar😊Y sin embargo, desde entonces es una película fetiche para nosotros, ya que su idea es brillante y creíble. Irónica, divertida, un drama y comedia inteligente. Al leerte recordé esto y supongo que cuántas parejas han ido al cine con la excusa de no ver otra cosa que los ojos de los protagonistas en ese momento de sus vidas... Qué bonito, Nino. Además lo has narrado con esa frescura picante y rabiosamente sutil que te caracteriza. Te había leído varias veces pero no tenía el tiempo sosegado para comentarte y hoy... Ya ves, has hecho magia... 😉 Sabes, estos relatos tan especiales debería publicarlos en un libro de relatos inteligentes, divertidos, sociales... Gracias por tanto!
Abrazos primaverales! Y sí, ya canta la primavera... 🎵🎶
Hola: feliz, alegre y sonriente Clarisa.
Eliminar“Der Himmel über Berlin”. En esa película he pensado tras leer tu relato de vuestra experiencia cinematográfica en alas del deseo. “Babylon”, qué encuadre tan expresivo para una experiencia babilónica que trasciende idiomas y lenguajes.
Me encanta “Good Bye, Lennin!”. Tengo la copia en DVD que vendían junto a una edición dominical de “El país”. No la llegué a ver en sala; por aquí pasó de forma apurada y ya por entonces mi penuria económica me forzaba a la sobriedad. La peli es una delicia sobre las cosas que hacemos por amor (en ese caso, por amor filial).
Bañarte en el azul de sus ojos. No existe océano más profundo, ni chapuzón más tentador que el de las aguas del amor en las costas del deseo. Y ahí seguís compartiendo chapuzones, Clarisa.
Son muchas las experiencias (gratas, exultantes, pantagruélicas…) que he vivido y compartido asociadas al visionado de una peli en sala o en salón. Pero, al recordarlas, me suelo entristecer. Imagino que es a consecuencia de que, al envejecer, recuerdo ciertas experiencias como proyecciones de escenas que no volveré a protagonizar.
Me encantaría, con tu ayuda y participación, autoeditar esa selección de relatos. Si puedes hacer la selección de textos y escribir una introducción, tu sugerencia se hará realidad.
Sí, la llegada cantarina de la primavera va cobrando voz en nuestro ánimo. Sus cuerdas vocales aún están algo frías, pero se atemperarán.
Un abrazo compañera (y, con suerte, antóloga), Clarisa.
.
Te volví a contestar a tú correo , no es urgente pero cuando puedas lo miras vale.
ResponderEliminarChao , minino -Nino, saludos a frambuesa.
Siempre es un placer leerte, Flor.
Eliminar¡Remiaú!