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Mis mejores deseos para ti y los tuyos, amable leyente, ahora y siempre

viernes, 9 de febrero de 2024

Mi jardín secreto


El día ha comenzado con una meteorología más cálida de lo habitual, a consecuencia de un viento del sur que hoy no sopla como vendaval, lo que he aprovechado esta mañana de forma paradisiaca: no para imitar la desnudez de Adán al almorzar manzanas en el jardín del Edén, pero sí para ir al parque en el que mordisqueaba con inocencia infantil la manzana de una vida por entonces divina.

Pese a mis travesuras e impericias, mis padres nunca me castigaron por comer frutas prohibidas mientras trepaba por el árbol del conocimiento. Siempre les gustó que leyera, aunque mis lecturas se centraban en cuadernos de historietas o adaptaciones de novelas escapistas. Lo de adentrarme en grandes clásicos u obras universales nunca figuró entre mis andurriales elíseos. Ni tampoco lo hace ahora mientras tarareo «Für Elise».

Leer ejerce en mí un efecto relajante del ánimo y tonificante de la imaginación. Por eso cuido lo que leo y dónde lo hago. Nunca me verás cometiendo la doble vulgaridad de leer a Mario Vargas Llosa y hacerlo en un lugar bullicioso.

Desde siempre, mi jardín infantil ha sido un atemporal parque de invierno donde la brisa del mar sopla fría incluso en agosto.

El calor siempre ha venido de encontrarme allí con mis seres queridos. Allí, en los desvencijados “Jardines de la Reina”, en el césped brilla el esplendor de la emoción compartida, las palmeras tienen fuertes raíces en el haberme sentido querido, las flores desprenden la fragancia de la inocencia y los bancos están mullidos por buenos recuerdos. Allí no anida el olvido, sino el recuerdo. Ése es el encanto de mi jardín secreto.



21 comentarios:

  1. En esta página del blog "Gijón en el Recuerdo" encontrarás un texto detallado sobre "mi jardín secreto".
    https://gijonenelrecuerdo.elcomercio.es/2019/03/gijon-jardines-de-la-reina.html

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  2. A mis padres también les gustaba que leyera. Un beso

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    1. Hola, Susana:
      Por suerte, crecimos en un ambiente donde nuestros padres fomentaron nuestro desarrollo personal.
      Un abrazo.

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  3. Pero bueno, qué te ha hecho el pobre Vargas Llosa? Eres fan de la Presley? 😄😘

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    1. Hola, Maite:
      ¿Fan de la Presley? A mi quien me rocanrolea es la Little Richard, je je.
      Aguán valuba valán bambú.

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  4. ¿Cerca del puerto deportivo? ¿Dónde están esas letras en rojo de Gijón? creo que me hago una idea de por donde quedan estos jardines secretos tuyo infantiles. He visto la página que enlazas debajo, son chiquitines e imagino que para desgracia de todos, ahora sin palmeras, porque se las han comido todas esos bichos horrorosos venidos de ni se sabe donde.. a mi no me gustaba nada leer cuando era niña, el gusto se lo cogí de mayor. Cuando era peque me gustaba muchísimo jugar con plastilina, clavarles trapos a mis muñecas con alfileres.. no me gustaba jugar con ellas, sólo vestirlas y desvestirlas a mi manera y correr por el parque tras los pájaros y lo que fuera que se moviera.. Solo he leído de a Vargas LLosa la ciudad y los perros, curiosamente creo que es su primera novela, después nunca he sentido curiosidad, siempre me ha parecido un tanto relamido jajaja es bonito tener un lugar para recordar y donde recordar : )
    Un abrazo muy fuerte NINO y muy feliz finde!

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    1. Hola, atenta MARÍA:
      Sí, cerca de allí. Esas letras las llamamos “letronas”, son un reclamo turístico para fotografiarse junto a ellas. Más que chiquitines, los jardines son minúsculos y asfálticos. Se construyeron en la zona donde convergía el puerto pesquero con un dique seco previo a unos astilleros. En mi infancia, pese a que no tenían zonas de juegos, me pasaba todo el tiempo jugando allí: a pío campo, a la queda, a las chapas, a tirarnos terrones y dátiles caídos de las palmeras… ahora está muy descuidado: han quitado el quiosco, la cabina de teléfonos, el buzón de correros, la fuente, bancos de madera… da una imagen muy triste. Al ser zona costera su mantenimiento pertenece a diferentes administraciones y no se ponen de acuerdo con qué hacer con el parque. Las palmeras siguen en pie. Están catalogadas. También están enfermas, por lo que cada poco cierran el acceso al parque para fumigarlas de esos “bichos horrorosos”.
      Siempre me encantó leer ficción: cuentos, tebeos, novelas de a duro… Mis juguetes eran muñecos de plástico que venían en sobres surtidos que comprabas en quioscos. También los muñecos “Madelman” o “Geyperman”, pero eran caros y tenía pocos.
      ¡Menuda coincidencia, MARÍA! “Relamido” fue el adjetivo con el que califiqué a don Mario la primera vez que lo cité en este bloc allá por agosto de 2008
      https://venyenloquece.blogspot.com/2008/08/moscu-no-cree-en-las-lagrimas-02.html
      He leído algunas de sus novelas y unos cuantos de sus ensayos. No formo parte de su público lector: su retórica y prosodia me alejan de sus textos.
      Un abrazo fuerte.

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  5. Hola.
    Por acá, llegó una lluvia que modera las temperaturas.

    Me gusta lo de comer frutas prohibidas y trepar por el árbol del conocimiento.
    Buena actitud la de tus padres.
    Si se lo piensa, las lecturas tienen una forma especial de lectura, con la complejidad de tener palabras, imágenes, metáforas visuales, que en conjunto forman un sentido.
    Bueno para tararear.
    Un jardín secreto para el recuerdo, me gusta eso.
    Saludos.

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    1. Hola, Demiurgo:
      Aquí el invierno está siendo más seco y cálido de lo habitual.
      Comer futas prohibidas conllevó ciertas intoxicaciones. Apenas he trepado por el árbol del conocimiento, quizá mi vértigo vital afecta a lo intelectual.
      Leer es quizá la exteriorización más placentera de mi natural curioso.
      Mis recuerdos son como enredaderas: brotan ayudados por una experiencia real a la que van cubriendo e incluso ocultando.
      Un abrazo.

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  6. He estado contigo en ese jardín y te he escuchado hablar de su influencia en ti como escritor. Es sin duda un lugar especial. Un beso!

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    1. Hola, Ángela:
      Sí, lo has hecho. Gracias. Ese espacio es importante para mi personalidad literaria, de ahí que tras haberte leído haya recuperado un clip que grabé allí.
      Un abrazo.

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  7. La lectura es indispensable para trepar por el árbol del conocimiento.
    La lectura estimula la imaginación, favorece la apertura de miras y el librepensamiento.
    Salud.

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    1. Hola, Francesc:
      Sí, lo hace. Y para generaciones como las nuestras –en las que el estímulo audiovisual era tan reducido–, la lectura era el pase para acceder a tantos jardines secretos: el Nunca Jamás de Peter Pan; el Thule de la princesa Sigrid; el tesoro de la isla de Los Cinco… Islas que no aislaban sino que conformaban un archipiélago de ilusiones.
      Otra cosa eran las lecturas escolares obligatorias; en ellas, nuestro pensamiento nunca era libre sino que estaba enmarañado por lianas de una educación restrictiva.
      Un abrazo.

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  8. Pues fíjate creo que no pase por allí la única vez que estuve en Gijón. pero claro también creo que tampoco somos muchos los que decidimos irnos de "Luna de miel" a esa tierra.

    Besos.

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    1. Hola, Erik:
      Gijón es destino de despedidas de solteros, pero no de lunas de miel. Nuestro ambiente fresco y húmedo no hace de este paraíso ambiental un edén para enamorados. Al igual que ocurre con muchas bellezas humanas, nuestro atractivo se sustenta en que somos fotogénicos.
      Un abrazo.

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  9. Me fío bastante más de aquellas personas que ya eran lectores desde bien pequeños. Vaya zasca para Vargas Llosa que le igualas a leer en sitios ruidosos jeje. Al final todos tenemos nuestro lugar ya sea público o íntimo en el que poder dar rienda suelta a nuestros placeres.
    Abrazos, Nino.

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    1. Hola, Miguel:
      Creo que lo que ocurre con muchas vocaciones tardías es que no dan voz a un deseo, sino a una imposición. El desarrollo de la tecnología, por ejemplo, nos convierte en fotógrafos de viajes que ya no sentimos sino que retratamos.
      El zascandil Vargas Llosa es dado a conversar en sitios públicos, como Catedrales o casas verdes, y muestra regusto por interlocutores ruidosos, como perros o visitadoras. A diferencia de él soy excéntrico, no estrafalario.
      No hace falta reencarnarse en Kublai Kan para disfrutar de una cúpula del placer, todo es cuestión de saber relajarse (tal y como cantó Frankie de camino a Hollywood).
      Un abrazo.

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  10. Buenas tardes Nino:
    Con la edad van cambiando los gustos.A mi particularmente de niña:como tenía dos hermanos mayores y sabiondos: todo hay que decirlo.Ellos del T.B.O buscaban los inventos y yo leía a Carpanta y las Hermas Gilda.En Bachillerato se despertó ese amor por leer y hasta hoy.Creo sinceramente que leer, sea lo que sea, es bueno.Un libro es un:amigo,amante,compañero y...nunca te pide cuentas.-Te deseo mucha suerte con ese nuevo libro: son como un hijo hasta que ya están en tus manos y entonces toca ponerle el nombre...
    Disculpa que te comente por el móvil

    -Mi nombre es,Bertha

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    1. Buenos días, Bertha:
      No tienes nada de qué disculparte. Soy yo quien debe agradecerte tu lectura y el que me hayas dedicado este comentario tan personal.
      Sí, con la edad van cambiando (ciertos) los gustos; por suerte tenemos criterio y hay cosas que sabemos que nos causarán disgustos de darles una oportunidad.
      Apenas leí ejemplares del T.B.O. Imagino que a mi padre, que era gran lector de tebeos, no le gustaban; por lo que mi iniciación a las viñetas fue con títulos de las editoriales Bruguera y Valenciana. Carpanta tiene algunas historietas que mantienen su sátira a día de hoy.
      En Bachillerato empecé a leer novelas superventas (Frederick Forsyth, Ken Follett o Stephen King). Y mis gustos siguen siendo parecidos: leo tebeos o cómics, novelas de ficción y relatos cortos variados. Al igual que tú, creo •que leer, sea lo que sea, es bueno”: estimula nuestra imaginación (incluso la lectura de prensa deportiva).
      Cuando escribo entradas para este blog o artículos de encargo tardo en titular los textos. Pero cuando abordo un proyecto literario, lo primero que hago es titularlo.
      Gracias por tus bellas palabras.

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  11. Un jardín secreto, a la altura de tus saudades gratas de ser recordadas.un abrazo. Carlos

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    1. Hola, Carlos:
      Al igual que ese jardín aviva mis buenas emociones lo mismo ocurre con tus textos.
      Un abrazo.

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Gracias por tu lectura comentada.

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