Let's Go Crazy (Sing 2 Cast) | Sing 2
Hola,
Demiurgo:
Gran relato el que nos regalas, compañero. Ahí
están las referencias profundas a la Lovecraft y la inclusión impoluta del
párrafo estipulado; pero ante todo están tu imaginación monstruosa y tu
narrativa sobrenatural para crear y sustentar una historia que nos hace olvidad
que toda referencia o inclusión existiera.
Un abrazo.
https://eldemiurgodehurlingham.blogspot.com/2024/01/este-jueves-un-relato-la-luz-oculta-del.html
Hola, David:
Creo que tu autoría está en el segundo relato (la
versión B): aprecio en él un recurso al humor y unos registros gramáticos- lingüísticos
que presumo humanos.
La inteligencia artificial (su uso abusivo, su imposición
excluyente, su…) me provoca aprensión. Este verano me documenté de cara a
escribir una novela breve de anticipación. Use textos divulgativos destinados a
lectores profanos en Ciencia y Tecnología. Lo que leí me inquietó. Al
contrastar mis apuntes lectores con la experiencia de cómo las instituciones
públicas han impuesto el uso tecnológico, me asusté. Abandoné el proyecto y
desde entonces he ido limitando aún más mis aportes personales a la amalgama de
Internet (no cuelgo locuciones en YouTube, no colaboro en Wikipedia, no
participo en convocatorias creativas como las del “Tintero…”).
No he curioseado en servicios de IA. Temo que la
curiosidad mataría la penúltima vida inocente de este gato. Tampoco he leído
con curiosidad atenta estos dos textos que nos ofreces. Al no saber cuál era el
artificial, he ojeado ambos con igual distanciamiento personal.
Un abrazo humano, David.
https://balasyestrellas.blogspot.com/2024/01/retamos-al-chatgpt-un-duelo-de-relatos.html
Hola, Clarisa:
Gracias “beaucoup” por este alegrón que supone el
poder volver a leerte. Estas notas al pie con las que cierras tus entradas son
siempre una apertura a la conversación distendida sobre temas serios. Y aquí
continúo nuestra charla, no sin empezar por desearos felicidad tranquila a ti y
a los tuyos.
Te/nos preguntas dónde está la felicidad que todo recién nacido merece. Pienso que está en permitirle mantener la inocencia infantil y respetar su tránsito al autoengaño adulto. El autoengaño, ese recurso a ilusionarnos con lo sencillo en lo ordinario –como leer a una amiga a su blog– y permitir que esa ilusión nos haga desdibujar nuestros desencantos diarios, es un recurso imprescindible para mantener la locura de la ilusión en estos tiempos de cordura demencial. Es un recurso insustituible para capacitar que la república de la esperanza obre milagros luminosos en noches donde reinan el frío y la oscuridad.
Compartir esa ilusión, convertir en ilusionante lo
que los pragmáticos tachan de iluso –“menuda tontería eso de perder el tiempo
compartiendo en tu blog textos que nadie paga por leer”– es otra manera de
aportar felicidad a tu entorno.
Eres gran escritora y mejor persona. No tiene
sentido negarlo; pero tiene menos sentido obligarte a regalar buen ánimo cuando
lo que tu ánimo te pide es regalarte bueba calma. El cuidado, el amor, el
aprecio… todo lo bueno empieza por uno mismo. No puedes exigir paz si la
demandas desde la violencia; no puedes amar a los niños, si has proscrito a la
niña que hay en ti: esa niña que disfruta jugando con las palabras y con su
capacidad adulta para conjugarlas junto a otros. Mientras te escribo, amiga,
creo que quizá la mayor felicidad la da el poder intracomunicarnos, el que
nuestro corazón y nuestro espíritu hablen el mismo idioma.
No siempre será invierno, llegará la primavera. Durante la espera, reconforta el no saberse solo en una soledad gélida.
Un abrazo cálido, querida Clarisa.
https://clarisatomascampa.blogspot.com/2024/01/el-pozo-ciego.html