El nacimiento de una narración
Los sucesos acaecidos a lo largo de los 40 años en que transcurre la trama de The Kents, son zurcidos mediante una estructura epistolar.
La acción se desencadena al encontrar casualmente Jonathan Kent un cofre que contiene una serie de documentos relativos al pasado familiar. Éste enviará a su hijo Clark un conjunto de cartas y copias de los papeles, con los que irá informando a su vástago a la vez que a los lectores de los descubrimientos. Jonathan actuará como un narrador omnisciente; al avanzar vagamente a su hijo las noticias familiares que va descubriendo, crea un suspense en la narración que aumenta el interés del lector respecto al relato.
A ellos se unirán extractos de los mensajes que los miembros de la familia Kent mantenían en la época de los acontecimientos, junto a fragmentos de los diarios de los protagonistas.
Carácter especial tienen los textos que Jeb escribía a su hermana Lucy, pero que acabaremos descubriendo que su sentimiento de culpa le impedía enviar. Estas misivas muestran toda la tragedia del personaje. Cómo, progresivamente se va concienciando de su caída en los abismos, su arrepentimiento respecto a actos cometidos, y su visión sobre otros sucesos que llega a contrastar con las imágenes mostradas.
A esto se unirían reproducciones de documentos de la época, que añaden otra imagen de los acontecimientos.
Los extractos de cartas y diarios suponen una fuente de información que aleja al relato de un abuso de los textos de apoyo. Además enriquecen el enfoque narrativo, pues al ser varios los narradores son varias opiniones y perspectivas las que se nos transmiten sobre un mismo asunto.
Los detalles históricos no nos abruman. Su lectura complementa la narración, permitiendo un enfoque didáctico del relato; pero éste funciona sin tener ningún conocimiento histórico. De hecho los sucesos han ocurrido en un lugar y época tan diferentes a los nuestros y tan desconocidos por nosotros, que como lectores nos es más fácil apreciar su concordancia con la historia narrada que con la real.
Al presentarnos diferentes narradores se enriquece la visión que obtenemos de los acontecimientos. Voces de ambos bandos, de los dos sexos y múltiples razas se unen para contarnos los hechos.