Toda historia tiene un final

Mi primera intención era la de despedirme con un archivo de audio subido a Youtube; pero no ha sido la última. Tenía que despedirme tal y como empezó esta historia: escribiéndola.

 

Esta imagen que he retocado pertenece a la película "Candilejas".

Después de todo, la de “Donde habita el recuerdo” ha sido una historia sentida y soñada, que compartí de forma escrita y cobró vida con las palabras de sus lectores –especialmente las de Mar, Athenea y Maduxeita– que la rescataron del olvido y con su ánimo lograron que comprendiera mi error de cobardía frente a la decepción.

Con otro título y formato, había presentado esa novela –ahora trilogía– a varios concursos y la había enviado a diferentes editoriales. Si el silencio fue su respuesta, yo había decidido contestar a ese mutismo con mi olvido, y empecé a fabular otra historia con la que olvidar un nuevo fracaso. ¡Antes escritor maldito que novelista fracasado!, de ahí que aparentara desdén hacia el desinterés editorial y optase por pretender que el caudal de mi ingenio da agua para muchas historias, en lugar de admitir que lo que hacía agua era mi seguridad narrativa. Por suerte me alejé de mi soberbia y admití como acertada la opinión de otros sobre mis pequeñas cosas. Gracias a ellos he llegado a publicar esta historia que llega a su fin con la autoedición de “Forzado a convivir”.

En mi agradecimiento no puedo olvidar a la pintora Mi compi Toni Pena y su amiga, Carmen, fueron las primeras en leer el amago de novela en el que había convertido esta historia a principios de 2013. Ellas vieron en el cuento que había escrito una riqueza que mi desencanto no encontraba. 

El 2013 no fue para mí un buen año, hasta el punto de que mi desánimo me hizo enfermar físicamente. Necesitaba alejarme de una realidad que me acongojaba y me refugié en la reescritura fabulada de aquel borrador para reflexionar sobre qué hacer con mi vida. Esa reflexión es la que convierte al personaje de Fernando Rivas en mi alter ego, y no los pequeños recuerdos autobiográficos que aparecen a lo largo de la trilogía.

La de “Donde habita el recuerdo” ha sido una historia de aprendizaje literario y personal. Confío en que no sea la última. 

Éste ha sido un gran viaje. Gracias, atentolector, por el estímulo de tu compañía.