Me ha decepcionado la teleserie Stranger Things: la he
encontrado cuidada en forma, pero ramplona en fondo. Al igual que ocurre contigo, Sidonie, su estética
embruja mi deseo, pero su falta de alma desencanta mi pasión.
Aunque, quizá, lo mismo que tú aseguras que el
monstruo que anida en nuestra relación es fruto de mi inconstante falta de
sumisión ante ti, puede que en el caso de Stranger Things, el “demogorgon” de
mi insumisión ante la teleserie naciera con las constantes loas que había leído
sobre ella en Internet.
Internet —este laberinto en el que cada vez me siento
más Dédalo— nos ha acostumbrado a la ganga perenne en su sección de contenidos
culturales. Curiosamente, las empresas que posibilitan dicha gratuidad descargable
–como las marrulleras gleGoo o istarMov–, son cada vez más poderosas y expanden
su ámbito de operaciones fuera de su mercado original: unas se hacen de oro
negociando con nuestros datos confidenciales, y otras posibilitando el que no
respetemos los derechos de autor.
¿Para qué quiere gleGoo convertirse en un “big brother”
que haría palidecer al temido por George
Orwell? ¿De qué sirve el que la Fundación istarMov apoye muestras culturales
elitistas, si nos vende al vulgo la necesidad de tener 300 megas de descarga?
¿Para descargarnos qué?: ¿el B.O.E. en pdf?, ¿el último catálogo de Alimerka?
Adicción y dependencia. Eso es lo que buscan crear en
nosotros, nada de esa libertad e independencia que recrean en sus anuncios. Nos
han convertido en acumuladores de teras y en pusilánimes frente al Poder.
¿Exagero? Piensa en cómo Internet ha tomado fuerza en tu vida, Sidonie, y ha
debilitado nuestra relación: estás más pendiente de los “gustas” en tus redes
sociales que de darte el gusto de enredarte en mis brazos.
Pese a mi autarquía
económica, en más de una ocasión me he planteado dejar de bucanear el acceso a La Red y gastarme 30 euros que no
me sobran para así poder vegetar en la enredadera de vanidad social que hace
que sólo florezcas en terTwit u okFacebo.
Mañana más. Ahora estoy cansado de Internet. Pero sé
que por mucho que la maldiga, al igual que me ocurre contigo, Sidonie, siempre
acabo volviendo.
Siempre acabas volviendo y nos dejas esperando por tu regreso, Nino.
ResponderEliminarBuenas tardes, Ángela:
EliminarGracias por tus palabras. Es importante el saber que los sueños son compartidos, es lo que hace de ellos espejismos que te hacen alcanzar un oasis y no quimeras que te llevan a adentrarte en el desierto.
Un abrazo, Ángela.
Es lo que tiene el proceso de un tiempo algo banal en nosotros. "Unas van y otras vienen", las ganas, me refiero, porque aún nos muerde algo la curiosidad por husmear desde "la caja tonta" los entresijos ajenos y las burdas corrientes. ¡No es tan malo!, peor es una guerra en la puerta; o un día en una protectora de animales domésticos, sin pan ni agua. Pero te entiendo, Internet causa en algunos ( en mi también) la agonía de esos amores reñidos, que ni se van ni se quedan, y ahí estamos, hartos, unas veces; y otras, distraídos.
ResponderEliminarVi que la tienes tu tercera novela, la semana que viene, cuando ya esté con tiempo, la compraré con mucho gusto. Me encanta que que tengas esa "fe" en Fernando, y lo lleves hasta el final como al hermano que nos prometió la vida. Ése es para mí tu alegato, el acercamiento a la Vida quizá desde inicios difíciles, pero acercamiento al fin.
Disfruto mucho leyéndote, y más porque me parece que cuando escribes, hablas, cuentas, como cuando un amigo te habla de sus cosas, tomando una taza de confianza, en una tarde tranquila junto al mar...
Leerte beneficia la salud, te dije un día. Persisto en mi receta.
Gracias por cuánto aprendemos de Nino, escritor, y del Nino persona.
Lo mejor para ti y tus tardes, y tus días, compañero de páginas. ¡Y ya es septiembre! (Un mes para mí con muchos significados)
Buenas tardes, Clarisa:
EliminarYa que no estoy curioso, procuro serlo; y no es fácil mantener viva la curiosidad en este marasmo de aburrimiento que bloquea las ganas de todo menos las de ser uno más, ésas siempre son facilitadas por quienes canalizan las burdas corrientes que nos llevan a la “normalidad”.
¿Qué es la “normalidad”, solía preguntarle a mi madre al ver que mis educadores me castigaban por no tenerla? Ella, que sólo buscó lo mejor en la vida para sus hijos, solía decirme que era algo que debía aparentar para evitar ser rechazado, lo mismo que vestía mi desnudez, no por avergonzarme de mi cuerpo, sino que por respeto al pudor ajeno.
Tu presencia en mi vida, Clarisa, me hace asentir anormalmente feliz. Leerte no sólo asienta mi autoestima, me hace creer en el aprecio desinteresado, sentimiento bastante devaluado en estos tiempos en los que las redes sociales han hecho del mostrar aprecio un acto interesado en el que se exhiben los “me gustas” y se mercadean los afectos. Curiosamente nos encontramos en Twitter, lo que demuestra que no debo hacer una norma de mi recelar de las redes sociales.
No soy dado a los amores reñidos, me gustan los que vienen teñidos de colores alegres no del gris del desinterés. Pero, por suerte, vivo una vida tranquila, en la que ni siquiera practico el conflicto tan normal de estar en guerra conmigo mismo, quizá por eso los desencantos afectivos me alteran el pulso vital y soy peleón frente a los amores reñidos.
Sí, he publicado el final de la trilogía, pero permíteme no entrar en detalles sobre su trama por eso de mantener vivo el interés lector. Es en esta entrega en la que Fer y yo somos intencionadamente trasuntos ocasionales el uno del otro. El origen de “Donde habita el recuerdo” estuvo en mi necesidad de decidir, de nuevo, si vivir mi vida solitaria o la que me ofrecían compartir. Las dos partes anteriores son un taller de aprendizaje del oficio de escribir, ésta última es una recreación en el placer de la escritura. Me temo que es por lo tanto una nueva muestra de que soy mal alumno y mi aprendizaje es caprichoso.
Gracias por tu persistencia en la receta, Clarisa, por hacerme llegar el aliento de tu interés. Admiro tu fondo y tu forma como escritora, tienes una impronta muy definida y eso hace que tu voz sea clara y tu tono sugerente. Me enorgullece saber que mis enninaciones son de tu interés.
Septiembre es mi mes favorito, de hecho decidí nacer en él en lugar de hacerlo en octubre.
Lo mejor, siempre, compañera.
Si supieras cómo te entiendo... y cuánto me identifique en ciertas palabras... en fin, tarde o temprano aprenderemos.
ResponderEliminarPor cierto, he visto que ya ha salido la tercera y última parte de tu novela... obviamente ya la compré y en cuanto pueda la leeré para luego hacer la reseña en mi espacio de G+ como ya hice con las otras dos... no veo la hora de comenzarlo.
Un besote.
Buenas tardes, Alma:
EliminarPor suerte el corazón se ocupa de que desaprendamos las lecciones de las experiencias amargas, y así volvemos a sonrojarnos al ver que cometemos las mismas locuras que los aburridos limitan a un primer amor, que en realidad es eterno, como eterna es nuestra capacidad de enamorarnos. Podre de quien es capaz de anteponer el rencor al deseo, ha hecho de su vida un pozo sin agua.
Disculpa que no te agradeciera en G+ tu segunda reseña, no veas en mi descortesía una muestra de desinterés hacia ti, es que no estoy al día de las redes sociales.
En breves días habilitaré la descarga gratuita de la novela, a poder ser la estableceré desde este viernes al lunes. Gracias por todas tus muestras de ánimo y tu apoyo, Alma.
Un abrazo.
Nino... jamás ví, ni creo veré, descortesía o desinterés hacia mí, en algún gesto tuyo. No sé si a este tipo de relaciones uno podría llamarlas "amistades", pero me manejo con el mismo principio... con un amigo no me fijo quién ha llamado por último, o quién ha ido a ver a quien... ¿tengo ganas de escucharlo?, pues lo llamo... ¿tengo ganas de verlo?, pues voy... y si no es, no sucede nada... a veces no se puede, o no se quiere, que también es totalmente comprensible. Mis muestras de afecto, de ánimo y mi apoyo, no están sujetas a la espera de un "contracambiar"... lo hago porque así me nace, porque así lo siento, y porque creo que es importante destacar lo bueno que hay a nuestro alrededor.
EliminarUn besote y a seguir disfrutando.
(Por cierto... gracias por el dato de la descarga gratuita, pero ya tengo toda tu novela... tal vez -seguramente- no ganes fortunas con mi compra, pero prefiero un café en menos y un libro en más...)
Buenos días, Alma:
EliminarGracias por tus palabras.
Soy mutante. Eso no quiere decir que me crea dotado de algún poder suprahumano, sino que cambio, evoluciono, ¿mejoro? Uno de los campos de mejora es el de las relaciones sociales. Por miedo/desgana/pereza siempre me adentro en las relaciones sociales como si lo hiciera en una sala de peligro y las evito en la misma intensidad que me acerco a las pelirrojas peligrosas.
Confío en cuidar más mis modos y maneras tanto en el mundo de asfalto como en el de éter. Te agradezco tu comprensión, pero tengo que empezar a convertir en actos mis sentimientos, y el afecto se demuestra compartiéndolo.
Gracias por tu interés, apoyo y lectura de mis textos. Escribo para entenderme, comparto para comunicarme. Agradezco cada lectura y atesoro cada comentario lector. Lo de ofrecer la posibilidad de descargar gratuitamente mis novelas es un mero acto de memoria: hasta hace apenas unos meses no tenía tarjeta de débito, por lo que no podía acceder a Amazon. Sé que, al igual que yo, hay muchas personas que no pueden tener una tarjeta de débito, sé que al igual que yo, les gusta apoyar lo que les gusta y a quien aprecian. Y a un aprendiz de escritor se le ayuda leyéndole y comentándole.
Gracias, Alma, por leerme y comentarme.
Siempre volvemos a las redes .... @.0
ResponderEliminarY , sabes?
En el fondo lo agradezco , me gusta leerte y cada vez que vengo lograr captar mi atención y hasta aprendo algo nuevo.
Mi abrazo a tu luz
Buenas tardes, AtHeNeA:
EliminarSoy muy mío, me gusta gustar a quien me gusta y sentir que me hace suyo al leerme.
No soy persona con mala suerte, pese a mi descuido de las normas sociales y mi gusto por aislarme no faltan personas en mi entorno que os mostráis generosas en vuestras muestras de aprecio y pacientes con mis descortesías.
Gracias, AtHeNeA.
No conozco esa serie. Así que no puedo opinar.
ResponderEliminarPero conozco algunas de las posibilidades de Internet. Permite ver series. Y es posible la libertad y la insumisión.
Y me gusta que vuelvas, porque es interesante lo que escribís.
Saludos.
Buenas tardes, Demiurgo:
EliminarEs una serie producida por Netfix, desconozco cómo se comercializará en Argentina.
Creo que no se pueden negar las ventajas y oportunidades de mejoría individual y social que acompañan a un uso/aprovechamiento humanizado de Internet. Espacio donde, como bien escribes, existen la Libertad y la Insumisión.
En lo personal, fuera de Internet y al lado de mi ánimo, agradezco mucho tu compañía y el interés en mis cosas.
Gracias, Demiurgo.
Pues vaya!La tengo anotada como una de las siguientes después de Penny Dreadful...aun así, tendré que verla para poder opinar.
ResponderEliminarBuenas tardes, Charo:
EliminarNo dejes que mi opinión caprichosa te aleje de ver “Stranger Things”, como bien dices: después de verla, tendrás tu propia opinión.
“Penny Dreadfull” es una de mis debilidades. Su tercera temporada es magnífica, y el capítulo que trascurre íntegramente en una sala del manicomio me parece soberbio. El final no es de mi agrado, pero eso no desmerece en absoluto la opinión favorable que me merece la serie.
Un abrazo, Charo.
Cada vez que te leo aprendo de lo que decis ...
ResponderEliminarFelicitaciones .no solo por tus novelas. por ser vos. Un ser único en la esfera
Buenas tardes, Mucha:
EliminarLo que me hace único, en ésta y en cualquier otra esfera, es ser el destinatario del aprecio de personas libres y originales como tú, Mucha.
Un abrazo.
Condenado a Revivir
ResponderEliminarFascinante el título
si casi te leo
se te presiente en cada palabra....
Hola de nuevo, Mucha:
EliminarGracias por hacerme saber que te parece un buen título, con él intento sintetizar la sensación que vive el protagonista de la novela.
Sin ser autobiográfica, ésta es la entrega de la trilogía en la que hay más de mí.
Un abrazo, Mucha.
Hola:
ResponderEliminarYa he publicado la tercera entrega de “Donde habita el recuerdo”.
Si no lo había publicitado es porque la migraña me ha impedido preparar el video promocional que tenía en mente, aunque no descarto prepararlo igualmente. Además, mi idea era la de retrasar el lanzamiento un par de semanas para que coincidiera con mi cumpleaños, pero la historia tenía ganas de ser leída y yo no quise acallarla.
Si tenéis pensado comprar la edición electrónica de “Condenado a revivir”, esperad a que os avise de los días durante los que Amazon me permite regalarla. Si puedo, en cuanto acabe de corresponder a vuestros comentarios, intentaré programarla para su inminente descarga gratuita.
Gracias.
No conozco esa serie, ni tampoco quiero engancharme a ellas, prefiero engancharme a tu blog, a tus textos, disfruto mucho más.
ResponderEliminarUn beso.
No conozco esa serie, ni tampoco quiero engancharme a ellas, prefiero engancharme a tu blog, a tus textos, disfruto mucho más.
ResponderEliminarUn beso.
Buenos días, María:
EliminarDe ser la mía una sonrisa perlada, ésa sería la que ahora estaría luciendo en esta boca abierta de alegría por tu comentario. La mía es una sonrisa agradecida por tus palabras y feliz por tu compañía.
Gracias por permitirme ser tu disfrute, María.