Ahora que tu sueño es mi dueño, y
que mi ensueño me lleva a falsearte como remanso, Sidonie, me pregunto si soy lo que creo o soy un creador creído.
A estas alturas de mis cincuenta y
un años de insomnio individualista –el mismo tiempo que muchos llevan
disfrutando del desmayo colectivo de su conciencia–, mi duda sistemática no se
aplica a razonar si pienso o existo; eso lo descarto por metódico. Sino que,
fuera de los vaivenes de tus caderas, me devaneo en sacudidas de incertidumbre entre
si soy lo que creo o me creo lo que soy.
Me habrás leído en más de una
ocasión asegurarte esto de que “Nino Ortea no existe”, que él es uno de
mis múltiples heterónimos; que ese sobrenombre identifica a un sin-nombre
que me inventé para falsear mi pasado y fantasear mi presente…
El caso, Sidonie, es que estoy empezando a replantearme que puede que
el que no exista sea yo; o que quizá, fuera de mis ínfulas de individuo
desaprovechado por una sociedad de despersonalizados, nunca haya existido ése Nino que afirmo ser.
Y es que, mientras que a muchas
personas les gusta sentir la seguridad de pertenecer a un grupo –y así sentirse
aceptados al compartir preceptos ajenos–, yo me creía, hasta hoy, un rebelde solitario
con causa solidaria, un individualista armado de la razón de combatir la
sinrazón del adocenamiento frente a la Realidad.
Hoy, como ayer, Sidonie, he pensado en ti. A lo largo de
todo el día he dudado de si durante estos años no me había fantaseado como
rebelde, en lugar de admitirme como cobarde frente a esta Realidad que me da
miedo en su deshumanización. Esta tarde soleada me he planteado si no llevo
cincuenta y un septiembres vividos como si fueran una tragicomedia de un acto representada
sobre el escenario de una noche cincuentañera de verano.
Pero al llegar esta noche, he
sentido que soy lo único que puedo ser. He sentido que si soy un soñador no es
por capricho de mi voluntad, sino que lo soy por dictado de mi ánimo. Al llegar
esta noche, la noche de mi cincuenta y un cumpleaños, he sentido que no estoy
solo, aunque para ello haya tenido que volver a inventarte, Sidonie.
ResponderEliminarFelicidades !
Desde mi puesto en el pico de la cincuentena y siempre de guardia ante tus letras, te deseo feliz nueva edad.
Un abrazo, Marcelo.
Buenos días, Juncal:
EliminarFeliz me siento en esta mañana soleada y en vuestra compañía luminosa.
Gracias por tu atención lectora y por tu compañía celebradora, Juncal.
¡¡Felicidades por tus 51 septiembres!!
ResponderEliminarBesos
Buenos días, Ángela:
EliminarElegí septiembre para nacer, suena a exageración pero fue así; por lo que me hace feliz el celebrar estos cincuenta y un septiembres y más el hacerlo en vuestra compañía.
Un abrazo, Ángela.
Ah, por cierto ! Que van dos publicaciones casi seguidas que me quedo con la intervención en los labios y el ´pensamiento entre manos´ Una expresión ésta, que bien puede ilustrar la anotación silenciosa que le apunté a Sidonie en un margen de aquellas letras. O a contratiempo, le soplé añadiendo una tercera opción entre - a compás y a destiempo - ... Esa práctica que, como en la música, acentúa el tiempo subjetivo ( y no por ello débil ) de algunas lecturas.
ResponderEliminarHoy me pregunto ( y te pregunto ) si no es más acorde con esa rebeldía que tanto entiendo, la redacción y no el dictado ...
Redáctate un buen día :-)
Hola de nuevo, Juncal:
Eliminaren este momento estoy tan lejos de Sidonie como de cualquier diccionario, por lo que estas palabras no son eco de cualquier consulta, sino voz de mi subjetividad.
El ARTE, tanto en su creación como en su percepción, es un proceso subjetivo. La escritura objetiva la espero de un acta notarial, o de un informe de registro, no en un acto de creación literaria.
Cuando redacto, lo hago siguiendo indicaciones/imposiciones formales y limitaciones de espacio: la escritura de artículos de encargo, con tema y extensión acotada, es el ejercicio de redacción reglada y consulta “diccionada” de este cincuentón en su perenne aprender a escribir.
Cuando escribo en libertad lo hago al dictado de mi voluntad o al de mi encaprichante Sidonie. Soy rebelde frente a todo dictado ajeno al respeto, y ese respeto empieza por mi dictado.
Siempre a tu compás, nunca a destiempo, es un estímulo el leerte, Juncal.
Feliz lunes.
Muchísimas felicidades por esos 51 años que cumples Niño, me alegra llegar a tiempo para celebrarlo contigo y... No te libras de los 51 tirones de oreja y también los mismos besos.
ResponderEliminarMuy feliz día.
Buenos días, María:
EliminarPor suerte, el cumplir años aún conlleva el cumplir ilusiones; cuando deje de ser así quizá sea el momento de retirarse del escenario y no vivir el cumplir años como quien cumple una condena.
Me alegra tu alegrante compañía, mis orejas son libres en tus manos para que tires de ellas al acercarme a ti y a esos cincuenta y un besos.
Feliz es cualquier día en vuestra compañía.
Un abrazo, María.
Tanti auguri a te... tanti auguri a te...
ResponderEliminarTanti auguri caro Nino!!
Era apenas pasada la medianoche, estrenabas tus 51 y yo te leía... pero no sé por qué tuve la sensación que si comentaba antes que nadie invadía un espacio ajeno... o tal vez, mi típica y bien disfrazada timidez... el hecho es que no quería dejar de saludarte, felicitarte y desearte todo lo mejor; que tus sueños se sigan cumpliendo, que nunca dejes de tenerlos, y siempre, siempre hacia adelante!
51 besos... 51 abrazos... 51 urras... y ahora a ir por más!
Grazie mille, cara amica!
EliminarGracias por tu renovada visita y felicitación, Alma.
Agradezco tu respeto trasladado en un silencio prudente, pero todo comentario es bienvenido independientemente de su orden de llegada. Quizá hay algo en malescrito mi texto que se presta a que sea malinterpretado, si es así te/os pido disculpas: ésta no es una carta con acuse de recibo, ni destinataria intencionada; ésta, como todas mis entradas en el blog, es una carta en una botella que lanzo al océano de la comunicación y que agradezco que haya llegado a las costas de tu atención, Alba.
Mis sueños se cumplen con cada una de vuestras muestras de aprecio (y van más de cincuenta y uno cumplidos).
Feliz tarde, Alma.
No hay años querido
ResponderEliminarhay vida vivida ..
Hay gente de cincuenta y uno que solo tiene ocho
Y Hay gente de ocho que tiene cincuenta y uno ...
Mi brindis por vos
En una mañana de radiante sol
Y cuando apagues la vela
acordate de pedir tres deseos.
Largalos al universo
Olé el humo que la vela ha dejado
y sonreile una vez más a la vida que te espera
Estas vivo!!! Y eso es suficiente
Brindo por tus escritos y por vos
Mi querida Mucha:
EliminarNo voy a mentirte: cuando me miro al espejo (y suelo hacerlo con frecuencia y de refilón), desearía descumplir estos años que me arañan con arrugas.
Pero luego, cuando me miro en mis ilusiones cumplidas me reconforta haber vivido una vida y me ilusiona lo que me queda por vivir en un mañana cercano, aunque no tan cercano como la compañía de tus palabras.
brindemos, Mucha.
Pues sí que has reflexionado en el día de tu cumple, yo no he pasado de pensar que soy un día más vieja :(
ResponderEliminarMuchas felicidades de nuevo y un beso enorme.
Buenas tardes, Teresa:
EliminarEntiendo que el tiempo haga puntos suspensivos en su avance y al llegar a ti no pase: lo que en ti fue un día, a mi me resultó un año. Además, como este cuerpo oxidado no admite flexiones, de ahí mi mente más que reflexionar divague.
Gracias, de nuevo, por tu renovada compañía, Teresa.
¡Felicidades, Nino! Llegué tarde al convite, supongo, pero espero que aún quede una porción de ti, sin repartir, je. Me encanta tu reflexión cumpleañera, tus ideales renovados y tus 51 ecos. Los escucho desde aquí, desde mi lugar también apartado en este "cosmos" (que desconocemos por completo, yo al menos), pero que sin embargo, los sonidos (de tus palabras escritas), los escucho con claridad. Supongo que esa es la gracia del "aislamiento elegido", se pueden contemplar desde él cosas extraordinarias.
ResponderEliminarLo extraordinario, Nino, de leerte y poder ser parte de tu encantadora forma de celebrar la vida.
No pierdas la costumbre de escribirle a Sidonie, y de paso contarnos, tu versión entrañable de ti mismo. (Yo también creo en los mundos paralelos)
Abrazos, muchos.
¡Muchas gracias, Clarisa!
EliminarNunca llegas tarde, ni a mis convites ni a mis estrecheces, siempre estás aquí, generosa con palabras de afecto y muestras de aprecio, así que, Clarisa: Gracias.
Sí, tengo porciones a montones de ensueños de mí por repartir, gracias por animarme a hacerlo. Es fundamental el saber que personas tan sugerentes como tú os interesaís por enninaciones ajenas desde lugares propios.
No es bueno estar sólo, pero la vulgaridad de los embrutecidos nos obliga a optar por el aislamiento, para así evitar con nos amasen en su orda de comportamientos violentos y vidas fingidas. Gracias por no hacerme sentir solo.
Acabo de leer una gran novela, “Delicioso suicidio en grupo” de Arto Paasilinna, aún sigo asimilando su lectura, pero creo que ha sido balsámica frente a mi melancolía.
Escribirle a Sidonie es mi recurso para no unirme al silencio que me rodea, es una manera de aprender sobre lo que me inquieta y suelo ignorar en mi necesidad diaria de no darle muchas vueltas a lo que me desazona.
Gracias por ponerle sal a mi monotonía insulsa, Clarisa.
¡Y ahora saboreemos la tarta!
¡Feliz cumpleaños,Jovencito! Lo mejor está por llegar que diría tu bienodiado Coelho.
ResponderEliminar¡Feliz cumpleaños,Jovencito! Lo mejor está por llegar que diría tu bienodiado Coelho.
ResponderEliminar¡Muchas gracias, José!
EliminarCohelo, uno más de entre esos grandes reputados por las masas y desdeñados por este arrogante. Voy a escuchar el “The best is yet to come” de Sinatra, a ver si mejoro mi swing.
Un abrazo, José.
Tal vez ver en alguien algo que no es real o ver la que nadie más, es inventar a alguien. Y en eses sentido también se puede inventar a uno mismo. Y decir que uno no existe.
ResponderEliminarCreo que puedo entenderte, porque tal vez sea El Demiurgo, por razones parecidas. Inspiradas palabras las dirigidas a Sidonie.
María Perlada tiene planeado tirones de orejas para vos. Es algo para festejar.
Como tu cumpleaños. Feliz cumpleaños.
Buenos días, Demiurgo:
EliminarTe considero un gran creador de personajes, a los que sabes dotar de alma, y un hábil fabulador de realidades alternativas, enlazadas entre sí.
Imagino que la creación literaria nos permite recrearnos en personajes conectados a nuestra persona.
Sidonie está callada, creo que algo celosa de esos planes tirantes de María.
Gracias por tu compañía, Demiurgo.