Ayer viernes —pasadas las 8 y frescas las 9— asistí a la inauguración de la muestra colectiva 10DE10, que hasta el 13 de agosto estará expuesta en la galería El arte de lo imposible (C/ Joaquín Fernández Acebal, 6, Gijón).
Más allá de la siempre placentera compañía de la contundente Lulanka y su retranca, me encontré con una representación variada de obras de jóvenes pintores, que en su mayoría optan por técnicas transversales muy cercanas al mundo de la Ilustración, cuando no a una secuenciación propia del Cómic.
Me alegró ver que, recién inaugurada la muestra, ya eran varias las obras vendidas. Lo que refuerza mi percepción de que el Arte tiene un mercado alejado del mercadeo. Apreciación compartida por algunos artistas locales con los que he hablado últimamente; y que coinciden en la satisfacción que les da el reconocimiento que conlleva el vender un cuadro cuando tu nombre no es una “firma”. Para otro momento, me propongo compartir mi reflexión sobre lo conveniente de aplicar a nuestro día a día la máxima pictórica de desprenderse de lo creado para así poder seguir creando.
Una vez más, la exposición está distribuida con el acierto que acompaña a la galería El arte de lo imposible. Sala donde el mimo con el que se cuida tanto a la obra como a su espectador, convierte lo imposible en perceptible. Saborear un puñado de cerezas, de entre los varios aperitivos puestos al capricho del visitante, mientras la impresionista Lulanka compartía sus impresiones con este mirón impresionable, fue sólo uno de esos componentes que convierten el disfrute del ingenio ajeno en una recreación creativa.
La mayoría de los cuadros presentes en esta colectiva encaballeteada sobre las obras de Ana Posada, Begmont, Flextatowa, Pablo Iglesias, Fore, Javier Bejarano, Chelo Sanjurjo, Sr. X, Isabel Gil y Víctor Martínez tiene en común captar la Vida como una sucesión de variaciones sobre constantes vitales.
Técnicas diferentes y soportes disparejos coinciden en un mismo fundamento: aunque la Vida es algo común, nuestras vivencias la hacen única. Lo mismo que ocurre con el Arte al ser recreado por sus observadores.
10DE10 es una muestra de la necesidad de coordinar la individualidad con lo colectivo. En estos tiempos en los que la Creatividad está limitada por las tendencias, agrada encontarse con creadores que rompen con la incomunicación.
©Nino Ortea. Gijón, 17/VII/2010.
