El
fantasma de Nino, tras ser
licenciado con deshonor del frenopático no se tiró de un ático, sino que le dio
por abrir un blog apático –“trostélido”,
lo adjetivaría el venyenloquecido–,
donde fantasea con que de él se enamora la más fea dulcinea –sustantivizada
como Vanessa, Manón o “LaReinaDelCopón–.
Caprichoso
como un niño, este gijonudo errante no deja de equivocarse en todo lo que dice,
ni de supravalorarse en todo lo que escribe. Desde su amargura, se autopostula
para ganar el Premio Nobel de Literatura. Desde su inconsciencia, disfraza “de
maldito” su condición “de burrito”.
En
un este mundo de éter, va él y se mete con Feisbuk y Tuiter; a los que denosta
como “feria de las vanidades” donde mercadean el falso buenismo y la pérfida unisonidad.
Proclama que no quiere seguidores, sino lectores; cuando en la verdad caliza es
que se muere por ser califa en lugar del califa.
Con
tal de llamar la atención, ha fingido su secuestro, proclamado su desaparición
y llegado a proclamarse desenloquecido.
Para acabarse desdiciendo al volver a su blog querido,
Un
aviso navegante en los mares de Internet, no te dejes engañar por sus cantos de
sireno: Nino nunca está sereno y lo
que escribe jamás es real.
Creo que de las redes, blogger y facebook y no cabe nada más
ResponderEliminar:) eres un cielo
Un abrazo
Celeste Mujer virtual:
EliminarEl cielo está en tu mirada cuando lees este blog.
Gracias por despejar las nubes de la inseguridad comunicativa. El ver que haces de textos pasados un nuevo amanecer, tare la esperanza de la luz del nuevo día.
Lo mejor. Siempre.