Una de las consecuencias más placenteras que tiene el disfrutar con una
nueva creación artística, es el que inmediatamente te lleva a recuperar o
descubrir obras que giran en torno al mismo tema. El estreno este viernes de la
película 300: El origen de un imperio (dirigida por Noam Murro), es una perfecta excusa para acercarnos a otras
narraciones ambientadas en el conflicto persa-helénico.
Comienzo por la versión que en 1963 Hechor
Oesterheld y Alberto Breccia
plasmaron en viñetas, dentro de su serie Mort Cinder, de la batalla de las
Termópilas. A la que seguirá la que Frank Miller recrea en 300.
A pesar de que ambas obras están basadas en los mismos acontecimientos
ocurridos en el año 480 a.C., presentan de forma diferente los hechos
históricos, el entorno social, los diálogos e incluso el porqué del absurdo de
la guerra. Tal vez no venga mal un breve repaso a nuestros viejos apuntes de
historia para recordar lo que fueron Las Guerras Médicas, máxime en una época
en la que la sinrazón de la L.O.G.S.E. lleva a los alumnos a quejarse de que
los periodos históricos se estudien siempre en el mismo orden y encima con las
mismas fechas, reyes y batallas.
Para los que estudiamos tarde y con chuleta.
En el año 546 a.C., Persia comienza un periodo de expansión a costa de
posesiones griegas en Asia. En el 492 A.C., Darío I el Grande, manda una armada
a la conquista de la Hélade, que es derrotada en Athos. Simultáneamente envía
emisarios que exigen pleitesía a las principales ciudades-estado griegas.
Esparta y Atenas responden asesinando a los legados. Una nueva invasión en el
490 a.C., amenaza la seguridad de Atenas, que solicita ayuda a Esparta, la
petición llega en plena celebración de unas festividades religiosas que
prohíben la salida de tropas de la ciudad. Con todo, los atenienses vencen en
la batalla de Maratón.
En el año 481 a.C., Jerjes I
organiza un ejército que invade la Grecia clásica. Su avance es frenado en el
480 en el desfiladero de las Termópilas por 300 espartanos y 700 tespios.
Masacrada la resistencia griega, los persas incendian Atenas; aunque las
posteriores victorias helenas en las batallas de Salamina, presenciada por Jerjes desde su trono de oro, Platea y
Micala dan final a este periodo conocido como Las Guerras Médicas y concluido
con la Paz de Cimón.
la verdad que es fascinante toda esta historia antigua... eso sería Irak ahora no? mas allá del comic que es genial, la película 300 no me gustó, no me convenció como película... ese es mi recuerdo.... salu2...
ResponderEliminar¡Hola, JLO!
ResponderEliminarCreo que esas épocas históricas son muy interesantes al evocarlas; lo que es vivirlas debió de ser poco recomendable. ¡Y más para un pupas como yo!
Sí, sería el actual iran-Irak. De ahí que la peli fue ocasionalmente jadeada con gritos de “USA, USA!!” en los cines. Admiro a Frank Miler –incluso en su fallida y pretenciosa The spirit encuentro una propuesta artística– y me gusta Zack Snyder –su Sucker Punch es tan estimulante como comer con los dedos–, por lo que disfruté con la peli de 300.
Un abrazo, JLO.