Me
encanta ver películas y luego contarlas a mi manera. Desde hace casi cuarenta
años años escribo reseñas cinematográficas en viejos dietarios personales, hace
poco he empezado el diario cincuenta y dos. No escribo sobre todas las
películas que veo, ni concluyo todas las reseñas que empiezo: hay obras sobre
las que he escrito tres o más veces; mientras que otras nunca me han llevado a
anotar mis impresiones, pese a haberlas disfrutado varias veces. No sé muy bien
qué es lo que me lleva a escribir sobre ellas, pero creo que más que motivarme su
valía cinematográfica, me activa la conexión entre la historia de la película y
mi momento personal.
Mis
reseñas son anárquicas en estructura y caprichosas en contenido: unas ocupan
apenas diez líneas, otras se desarrollan en varias páginas; la mayoría están
conformadas por mis impresiones como espectador, un pequeño número presentan un
análisis crítico detallado. Creo que en conjunto estos dietarios configuran mis
memorias selectivas desde el 11 de noviembre de 1977, ya que mis escritos
contienen más impresiones que reflexiones fílmicas.
Cuando
veo una película alcanzo un alto grado de abstracción que me ayuda a alejarme
del aburrimiento de la monotonía rutinaria. No confundo mis recuerdos con lo narrado
en las escenas de las películas que disfruto –o, al menos, no lo hago de manera
consciente–, pero sí que son muchas las evocaciones personales que van
acompañadas de fotogramas fílmicos.
Apenas
recuerdo mis sueños nocturnos, pero cuando lo hago éstos suelen presentarse
como proyecciones en las que me veo como espectador. En mis ensoñaciones
diarias, muchas veces me entretengo prolongando las escenas cotidianas con
“contenidos extras” que les fantaseo para evitar sentirlas como monótonas. Soy
consciente de que mis evocaciones tienen mucho de falsos recuerdos; pero soy
fiel admirador de la Belleza, no de la Realidad.
Me
gusta contar películas, pero evito el montármelas. Me gusta recordar como un
humano, no como una cámara fija. Este androide no sueña con ovejas eléctricas,
sino que con gatitas ronroneantes.
Cartel de la película Fritz the Cat (1972) de Ralph Bakshi |
Destaco esta frase tuya
ResponderEliminar"Me gusta contar películas, pero evito el montármelas. Me gusta recordar como un humano, no como una cámara fija."
Yo no sueño con gatitas , sueño con ... (shhh)
Oye Nino , podrías hacer una sección sobre tus opiniones sobre pelis, la verdad pienso que sería muy interesante
un abrazo y buen miércoles !
Buenas tardes, MaRía:
EliminarBasta con leer tus poemas para sentir tus sueños, ya que tu habilidad expresiva hace que tus anhelos pasen también a ilusionar a quien te lee.
Gracias por tu interés en leer alguna de mis opiniones sobre pelis, pero no puedo compartirlas pues están escritas para mí. De intentar compartirlas tendría que dotarlas de una capacidad comunicativa de la que carecen. Aunque quizá empiece a escribir reseñas específicas para el blog y con una cadencia fija.
Gracias por tu comentario animoso, MaRía.
Feliz tarde de miércoles.
disfruto tus cambios los de tu mente y sus momentos.
ResponderEliminarte siento bien
escribes mucho
en un verano donde los blogs casi desaparecen
Disfrútate eso es lo bueno
Buenas tardes, Mucha:
EliminarGracias por tus constantes muestras de aprecio, compañera y musa.
Sí, me encuentro bien. He dejado atrás la prolongada crisis de migrañas, por lo que no me molesta el estar frente a la pantalla del ordenador (siempre que mi presencia sea moderada)
Al igual que el gatopardo que metamorfoseó Lampedusa en su novela, estoy en un proceso continuo de cambio, con el que garantizo que todo sigue igual.
Un placer el leerte, Mucha.
Interesante lo que contás, las reseñas que escribís para vos.
ResponderEliminarSe entiende que sean caprichosas, que algunas sean más extensas que otros. Seguramente no todas te provocaron las mismas emociones, algunas te atraparon más que otras.
Y comparto lo de ver una película que aleje de lo rutinario.
Sería interesante que incluyas algunas de esas reseñas.
Yo también admiro la belleza.
Saludos.
Buenas tardes, Demiurgo:
EliminarGracias por acercarte desde Hurlingham, es siempre un agrado el leerte.
Ahora que apenas voy a las salas comerciales, procuro impregnar el visionado doméstico de un aire diferenciado que lo diferencie de las ocasiones en las que veo la televisión por matar la soledad. Suelo anticipar la película que veré a la noche (hoy será “Confessione di un commissario di polizia al procuratore della repubblica” de Damiano Damiani), suelo optar por verlas en su idioma original si éste es español, inglés, italiano o francés (de lo contrario, las veo dobladas al español), siempre las veo con cascos auriculares (para aislarme del ruido) y con papel y lápiz a mano.
No sólo admiras la belleza, la creas cuando escribes.
Un abrazo, Demiurgo.
no entendí bien, no están visibles esas reseñas?? una lástima sería...
ResponderEliminarlo que mas me gusta es que concuerdo en un 99% con tus sensaciones, con la forma de escribir y vivir las películas... porque con las buenas uno las vivie también...
mi ego hace que las tenga visibles a mis críticas, espero que le tuyo crezca y haga lo mismo jaja... abrazo!!!!
Buenas tardes, JLO:
EliminarNo es que no estén visibles, es que son ilegibles: mis reseñas son anotaciones de visionado (si veo la peli en casa), acompañadas de impresiones inmediatas a haber visto la peli; todo ello escrito con mala caligrafía y con elipsis resultantes de que seré su único lector.
Las empecé a escribir a los 12 años (por entonces, su estilo era muy cuidado, pues soñaba con dárselas a leer a al director del diario local), poco a poco fui descuidando su estilo, pues ya no quería ser crítico, sino guionista. Ahora son un asueto placentero.
Me alegra y anima el saber que concordamos de manera mayoritaria en sensaciones, pero si alcanzar el 100%, ya que entonces dudaría de si en realidad no seríamos androides replicados.
Mi ego es de tamaño King Kong, quizá las caídas previas de rascacielos de la ilusión infundada me llevan a ser consciente de que estas reseñas son textos sin otra valía que la personal; pero gracias sinceras por tu interés hacia ellas.
Un abrazo, JLO.
Me uno a esta petición de que publiques tus reseñas. Besos, Nino!!
ResponderEliminarHola, Ángela:
EliminarLe he estado echado un vistazo a bastantes de las reseñas cinematográficas, y son incompartibles (están escritas de manera "ninopersonal") Así que os pido disculpas, pero me llevaría tanto adaptarlas a una escritura comunicativa y perderían tanto en ese proceso que prefiero dejarlas así cómo están.
Gracias por tu interés, Ángela.
Feliz fin de semana.
Me ocurre como a ti, amigo mío.
ResponderEliminarA veces te resumo una película en diez líneas... Pero en Otras ocasiones...si realmente he disfrutado... Te la cuento en más de 900 carácteres.
Si va de gatos... Ya me tiene asegurada.
Mil besitos y feliz día, Nino.
Hola, felina Auroratris:
EliminarUno de los efectos beneficiosos que tiene el compartir nuestros sentires en internet es que descubres que no eres ese gatito descarriado que te afean de ser el resto de gatos de tu callejón. Salir a otras calles y avenidas conlleva caminar junto a personas nuevas, personas que, pese a sus diferencias, te respetan o incluso comentan que al igual que tú, no maúllan cuando se les ordena, sino que cuando les da la gana.
Todo un placer disfrutar de tu compañía, Auroratris.
Feliz fin de semana.