Pulsa en este enlace si quieres escuchar el relato mientras lo lees:
Durante mi infancia, mi día
favorito del año era la noche del 5 de enero.
No por el hecho de saber de
antemano cuáles iban a ser los regalos que recibiría –mi carta era cumplida por los Reyes Magos con la misma fidelidad con la
que papá acataba las listas de la compra que le facilitaba Susi–, dejaba de
morirme de ganas de tenerlos cuanto antes.
De hecho, redactaba varios
borradores de la carta antes de escribir su versión final junto a papá, para
que él se asegurara de que mi misiva no contenía ninguna falta y así evitar que
“Sus Majestades” me trajeran carbón como castigo a mis descuidos ortográficos.
Cada tarde de Noche Buena, mi
padre me acompañaba a confiarle la lista de peticiones a un Príncipe Aliatar de
cartón que presidía el departamento de juguetes en Almacenes Navarro.
A sus pies estaba colocado un
cofre donde yo depositaba la carta, luego de haber vuelto a comprobar que el
sobre estaba bien cerrado y que mis datos en el remite eran los correctos.
En esas noches del cinco de enero
me acostaba pronto –costumbre que aún
mantengo hoy en día–, anhelando que la mañana llegara lo antes posible. Y
así ocurría, la noche se convertía en la más corta del año; de hecho, papá
siempre se levantaba con cara de haber dormido muy poco.
En mi infancia pensaba que el
adjetivo de “Magos” lo debían esos “Reyes” a su habilidad para entender la
letra de los millones y millones de niños que les escribíamos. Mi caligrafía no debía de ser tan mala como
aseguraban los profes, pues cada madrugada del seis de enero encontraba todos
los regalos que había pedido y con las características que había indicado en la
carta.
En caso de que faltara alguna de
mis peticiones, me encontraba una nota aclaratoria donde se me informaba de que
recibiría el regalo lo antes posible, ya que en esa noche “Sus Majestades” habían priorizado hacer ese obsequio a algún niño
más necesitado.
De todos los presentes que
recibía, sólo me sorprendían los que mamá me dejaba, invariablemente, sobre el
piano. Solía encontrar un trío de álbumes en tapa dura con las últimas
novedades editoriales del Capitán Trueno, Mortadelo y Filemón o Tintín.
Mamá también me regalaba algunas
novelas de aventuras –mis autores
favoritos eran Salgari y Verne– y el mejor de los obsequios: ¡una breve
carta escrita por ella! En el ejercicio de su magia, los “Reyes” lograban que
mi madre me escribiera un mensaje breve con su hermosa letra –la reconocía por
saberme de memoria las notas que ella le dejaba a papá–. En su mensaje me pedía
que le leyera alguno de esos libros y tebeos cerca de su cuarto, para así poder escucharme.
Yo no tenía tanta suerte como “Sus Majestades”: nunca había visto en
persona a mamá;… ¡pero no por eso dejaba de quererla con toda mi alma! Tampoco
había visto ninguna vez al aire y me resultaba igual de imprescindible en la
vida. Ya de niño sabía que el amor está en el corazón, no en los ojos ni en los
oídos.
Gracias por tu escucha/lectura atenta.
Si tienes a bien darle a “Me gusta” a esta narración en mi
canal de YouTube, o redistribuir el enlace para que otras personas puedan
escucharla te estaré muy agradecido.
Sea la que haya sido tu respuesta a mi petición de apoyo: gracias por venir y enloquecer.
Te deseo un feliz Día de Reyes, amable leyente/escuchante.
@NinoOrtea
Práctica01:
ResponderEliminarNoche de Reyes, una narración de Nino Ortea
Objetivo: practicar la lectura narrativa, usar fondo musical sin que tape mi voz y crear un video donde se reproduzca una galería de imágenes.
Locución: Fragmento de mi novela «Donde vive el recuerdo».
Music: “Christmas Story”, by Lesfm, from Pixabay
Gracias por tu escucha atenta, amable escuchante.
Qué tierno, Nino! Besos!1
ResponderEliminarFeliz año, Maite:
EliminarGracias por todo tu apoyo, confío en lograr que continúe en este 2023.
Un abrazo, Maite.
Hola Nino. De verdad que es una narración muy tierna. Pero no entendí eso de que tu mamá te dejara una carta y que nunca la habías visto.
ResponderEliminarFeliz año, Ali:
EliminarÉste es un fragmento de una novela, narrado por su protagonista –el personaje se llama “Fernando”–. Su madre sufre una depresión posparto y se ha recluido en su habitación, de la que sólo sale cuando su marido e hijo no están en casa.
Lamento que mi torpeza te haya llevado a ese malentendido: no es un texto autobiográfico.
Un abrazo, Ali.
Me ha gustado. Acabo de comprarte el libro. Un saludo.
ResponderEliminarFeliz año, Higinio:
EliminarPues muchas gracias por tu doble apoyo, confío en no decepcionarte doblemente.
Si te parece bien, ya me dirás qué te pareció la novela.
Un abrazo, Higinio.
La nostalgia de tiempos bellos e inocentes, siempre está. Que hermoso lo cuentas. UN abrazo. Carlos
ResponderEliminarFeliz año, Carlos:
EliminarLa hermosura está en los ojos del observador, de aquél que es capaz de encontrar belleza en lo que es una mera sucesión de palabras que en su mente se recrea en imágenes y sensaciones maravillosas.
Un abrazo, Carlos.
Me ha encantado, Nino! Tu voz es cercana y clara. Besos!
ResponderEliminarFeliz año, Ángela:
EliminarEncantado con tu encanto. Mi voz puede ser más clara, estoy en ello. Las que sí que quiero que se escriban claras son mis palabras de agradecimiento por tu apoyo aquí y en YouTube.
Un abrazo, Ángela.
Hola Nino , una buena y clara narración, pero a mí me surge la misma incógnita de ali reyes , con lo de tu madre , no es por nada ¿Pero es que estuvo alguna vez durante tu niñez tu madre mucho tiempo enferma o ingresada mucho tiempo en el hospital? Por lo demás tienes una voz melodiosa , ten presente como pequeño consejo que la música de fondo tiene que estar un poco más baja que tu tono de voz , y una vez que hagas un pausa o silencio tiene que oírse la música , espero que los reyes se hayan portado bien contigo y frambuesa.
ResponderEliminarTe deseo un feliz día de reyes y mejor fin de semana. Abrazos amigo Nino de tu amiga flor.
¡Muy buenas, aristogata Flor!
EliminarVuelvo a disculparme por el malentendido que os he provocado: tal y como le he escrito a Ali: éste texto es un relato de ficción, no un ejercicio memorístico. Esa aclaración aparece al principio de la grabación, antes de iniciar la narración.
Respecto a mi fallo a la hora de ajustar el volumen, gracias por volver a indicarlo, creo que se debe a que como conozco el texto que estoy leyendo lo escucho más alto de lo que en realidad suena. Intentaré solventarlo en la próxima narración.
Los Reyes han sido muy generosos: ¡me han traído un micrófono! ¡Remiaú! Confío en que también lo hayan sido contigo, compañera.
Vuelvo a agradecerte tu tiempo y tu compañía, amiga Flor.
Mis mejores deseos, ahora y siempre.
Lecturas a media noche
ResponderEliminarSalud
Agradecimientos a media tarde.
EliminarUn abrazo, Erik.
Jajaja en lo de tus descuidos ortográficos me veo absolutamente reflejada, además de que soy disléxica, tb soy disortográfica, solo que a fuerza de leer, escribir, leer y escribir… espero no asome tanto como antes ; ) Tb a mi meeencantaba la noche de reyes, hubo años e los que me levantaba de madrugada, me acurruaba tras el árbol con la esperanza de ver llegar a los Reyes, pero nada!... Nunca tuve suerte, mi padre me encontraba allí y me metía en la cama ; ) Muy bonito este relato familiar que has contado, tienes una voz suave y por eso mi único pero es que ootra vez la música te tapa un poquito, creo que deberías subir el tono de tu voz o bajar la música un poquito. De todas formas resulta precioso escucharte este texto, como si nos contaras un cuento, como cuando éramos peques, mil gracias Papa Noel/Nino o Melchor /niño que es más apropiado por las fechas pero es que... ¿ sabes una cosa? Tienes voz de Papá Noel jajaja
ResponderEliminarMuchos besos y fleiz finde! Ahora que ya han pasado los Reyes espero que te hayan dejado tooodo lo deseado y más ¡
Hola, sonriente María:
EliminarTe he leído poco; pero me sorprende saber que alguien con una redacción tan cuidada y una expresividad tan acertada sufra de trastornos de atención similares a los míos. Confío en que no te hayan producido los mismos problemas de integración que a mí (de niño me señalaban como “tonto”; de adolescente de “rebelde” y en la juventud ya dejé de escuchar sus desprecios). No sufro disortografía, pero mi grafía es francamente mejorable: en el cole evitaba escribir, para evitar que me castigaran por escribir mal; en el insti, no iba a clase, me pasaban los apuntes; cuando llegué a la uni, tenía una letra tan mala que siempre temía que me anularían el examen que entregaba.
Gracias por tu escucha y consejo de edición del audio. Como le he comentado a la aristogata Flor, me han regalado un micrófono, por lo que confío en que mejore la calidad del audio.
Aunque soy más castizo que el botijo, tengo un aire físico a Papá Noel: calvo, regordete y, ocasionalmente, barba blanquecina. Súmale que me gusta vestir de rojo. Así que sólo me falta ir alzando una botella de Coca-Cola para que la gente me vaya riñendo por la calle por no haberle traído el regalo que esperaban.
Confío en que a ti, María, el año te esté trayendo felicidad.
Un abrazo, compañera.
jaja pues no, afortunadamente salvo algún suspenso solo por la ortografía -eso, hasta en la universidad, una matrícula quedó en suspenso, por un Verde con B jajajaja - porque sabes lo peor, se perfectamente cómo se escriben las palabras pero me concentro tanto en lo que quiero decir, q olvido el cómo... las letras me bailan y lo mismo invirtiendo sílabas... un horror! pero frente a mis compañeros nunca me supuso ningún problema, al revés , yo creo que como siempre he sido muy despistada y así, como perdida en mis mundos siderales jaja siempre me han salido protectores por todos lados ; ) Lo que siempre he tenido es muy buena caligrafía, porque escribir es como dibujar, supongo que por eso mi letra es -mejor dicho- era bonita, porque ahora, como a penas escribo con boli ya ni sé como es : ) Todo va bien en mi principio de año, como tb espero lo esté siendo para ti... bueeeno, salvo la climatología que en nada me van a salir aletas y escamas de tanto como llueve... llevamos desde Octubre sin parar, aquí está inundado tanto el suelo, que las ranas nos vana invadir , por eso solo queda como refugio el blog, eso o hacer piragüismo ; )
EliminarOtro abrazo grande mientras se alejan los Reyes y sale el sol ; )
Hola, María.
EliminarGracias por tu confianza, compañera, al compartir estas vivencias.
Me alegra mucho que no sufrieras grandes problemas en tu etapa educativa a consecuencia de esos problemas de atención.
Yo los tuve en la escuela. Pero pronto empecé a desarrollar técnicas para sobrevivir en la pirámide alimenticia: evitaba al máximo el contacto con los maestros; por lo que en el colegio me fugaba mentalmente de clase. A partir del instituto , sencillamente no iba a clase salvo que fuese imprescindible. Si culminé mis estudios , fue gracias a que soy una persona con suerte . Siempre tuve quién me dejase apuntes para fotocopiar , libros subrayados o incluso me explicara los conceptos que yo desconocía . Incluso en la universidad , donde se vendían apuntes , a mí se me dejaban . Suerte como la que tengo ahora , al contar con personas estimulantes como tú que me acompañáis.
Un fuerte abrazo , María .
Hola.
ResponderEliminarNos regalaste un fragmento de tu novela, que tiene mucho mérito. Nos pusiste en la piel del protagonista, con sus emociones. Querer a alguien con toda el alma, es algo muy especial.
Y que regalos recibía el protagonista.
Todo eso ha quedado impreso en el protagonista.
Con el regalo de este fragmento, hiciste con nosotros el papel de un Rey Mago.
Saludos, estimado escribiente.
Feliz año, Demiurgo:
EliminarMis mejores deseos para ti y los tuyos, compañero.
El regalo me lo hacéis vosotros con vuestra compañía y comentarios animosos como los que siempre me dedicas. Gracias en especial tanto por este comentario como por el que me has dedicado en el canal de YouTube.
Sentirte querido es el mejor de los regalos. Y cuando esa persona que te quiso ya no está a tu lado, el recuerdo de su querer siempre viene envuelto en memorias reconfortantes.
Mis mejores deseos para ti y los tuyos, Demiurgo.
Un vídeo muy completo tanto en visual como en audio. Me ha gustado mucho como ha quedado, Nino. Ya eres todo un maestro en esta técnica.
ResponderEliminarUn abrazo muy grande y muy feliz noche, compañero ♥
Hola, querida Auroratris:
EliminarCompleto, tanto en lo personal como en lo creativo, así me siento tras haberte leído. Tu compañía me hace bien.
Mi “kunfú” no es el mejor, je je, ni en éste ni en cualquier otra disciplina; es evidente que en el campo de la locución tengo mucho por aprender, pero mi aprendizaje será mayeútico gracias a la maestría de vuestras opiniones.
Un abrazo fuerte, Auroratris.
Hola Nino, me ha gustado mucho escucharte leer tu historia, muy bonita voz y por sobre todo al escucharte iba recordando las noches de reyes de mi infancia, con todos los preparativos previos y la ilusión con que mi hermano y yo nos íbamos a dormir, siempre esperando poder escuchar o ver a los reyes cuando nos dejaban sus regalos, felicitaciones.
ResponderEliminarUn abrazo.
PATRICIA F.
Feliz año, Patricia:
EliminarMis mejores deseos para ti y los tuyos.
Gracias por tu comentario, tan personal como cálido. Respecto a la Noche de Reyes, uno de sus aspectos que aún me parece mágico era el de la colocación de los regalos. Vivíamos en una casa pequeña, en la que un pasillo unía todas las habitaciones. Pese a ello, nunca oí a mis padres levantarse para colocarnos los regalos en el salón.
Un gran abrazo, Patricia.
Mi querido Nino, espero hoy bloguer se porte bien.
ResponderEliminarAyer se me fue todo el comentario.
Te escuché y me emocioné, tu voz es cercanía y todo lo que cuentas, desde la inocencia, como así es se siente aún lo que no se ve
Y así que aquí está la llorona, escuchándote. Mi emoción lo dice todo. El tema de fondo es mágico.
Así tú relato y locución.
Un abrazo fuerte y salud, es lo que pido para todos. Que sigamos juntos compartiendo y así sintiendo. Que estés bien
Mi querida Cora: GRACIAS.
EliminarTe agradezco tus constantes esfuerzos comunicativos vía Blogger. La verdad es que es bastante decepcionante el que la plataforma ponga dificultades a comentaristas bienintencionadas y a otras no las limite en su acoso. Quizá nos veamos forzados a cambiar de soporte creativo. Antes de reabrir este blog, intenté usar la versión gratuita de WordPress; y, sinceramente, la experiencia me resultaba similar.
Tu comentario me ha emocionado. El leer que he despertado todos esos sentimientos en ti me conmueve. Esa inocencia que aprecias en el texto está en realidad en tu corazón, en tu capacidad para crear sentimientos en donde sólo hay palabras.
¡Salud y suerte, ahora y siempre, compañera Cora!
Creemos en cosas que no hemos visto, a veces pienso que esa es la única forma de ser felices que tenemos... un recuerdo, una idea, a veces es todo lo que nos han dejado los que estuvieron antes...
ResponderEliminarUn relato muy bonito gracias por compartirlo.
¡Feliz año, Beauséant!
EliminarGracias a ti por compartir tu tiempo de lectura; y por éste y todos tus comentarios.
Sí, creo que mantener el equilibro como ilusionado, sin caer en la condición de iluso, es la mejor manera de avanzar por el hilo fino y quebradizo de la realidad.
Un abrazo, Beauséant.
Hola, Nino, qué alegría escucharte y qué bonito ese pasaje de tu libro... como te dicen por aquí es emocionante y emocionas... También me vuelven recuerdos de esa primera infancia y sus ilusiones navideñas y sus Reyes Magos y el regalo de la vida amable, en el hogar amable... escuchándote... Me encanta la idea que has tenido, es dulce, es buena. Es sincera, es natural. Y además creo que se te va a dar muy bien este nuevo look narrador youtuber, encantador 😄 Lo más más importante es que transmites algo bueno, tierno, emotivo, sanador, je je Eso ya es un logro en estos tiempos belicosos y traicioneros. Ya tienes una nueva fans y sonrío 😄
ResponderEliminarAbrazos, y que sigan los éxitos, querido amigo. 🥂😉
¡Feliz año, querida Clarisa!
EliminarMe alegra que pese a la situación que atravesamos –y en especial la que sufrís aquellos que os estáis viendo más afectados por toda la inhumanidad "putinesca"–, también os haya llegado tiempo de regalos en vuestra casa.
Para mí el regalo está en ver bien a quienes me importáis; y, sinceramente, amiga, si echo la vista atrás, a día de hoy estoy mejor que hace un año.
Siento que estoy en una edad en la que ya he recibido todos los buenos regalos que la vida me ha podido dar. De mi depende el cuidarlos, el cuidarme, como hacía de niño con los regalos que recibía de mis padres. La vida, lo que me quede de ella, será en gran medida consecuencia de como yo la trate. Confío en que si la cuido podré disfrutarla durante bastante tiempo. Incluso más tiempo del otros me vaticinan, como me ocurría con esos juguetes que a muchos de mis amigos apenas les duraban un par de meses y a mí aún me siguen acompañando. Confío en que este año que ha comenzado nos traiga regalos vitales; y en qué algunos los podremos compartir.
Un abrazo, querida Clarisa.