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Mis mejores deseos para ti y los tuyos, amable leyente, ahora y siempre

martes, 17 de octubre de 2023

Octubre 23 III (El loco de la calle)


 "El loco de la calle" - El último de la fila.

Hola, Erik:

Y es que el mundo marcha en trenes de rutinas que, a veces, nos arroyan al intentar bajarnos de ellas.

Un abrazo, Erik.

https://noctambia.blogspot.com/2023/10/hacia-el-ocaso.html


Hola, Demiurgo:

Desconocía esta leyenda chileno-argentina que nos presentas.

Aquí en España, la palabra “culebrón” denosta a ficciones melodramáticas y en especial, desde mediados de los años 80, a las telenovelas romántico-lacrimógenas que se importan de Hispanoamérica. 

Un abrazo, Demiurgo.

https://eldemiurgodehurlingham.blogspot.com/2023/10/iniciativa-mitos-y-leyendas-de-tu-pais_13.html


Hola, Gabilante:

Enhorabuena por tu relato. El ingenio suele acompañarte en los textos que te he leído; y este relato no ha sido excepción.

Confío en que a tus habilidades narrativas no se unan las adivinatorias; y en que la que has compartido no resulte una historia de anticipación.

Un abrazo, Gabilante.

https://gabiliante.blogspot.com/2023/10/prueba-de-amor.html


Hola, Clarisa:

Cada vez que veo que has publicado en tu blog me siento feliz, como “un niño con zapatos nuevos”: el aviso de publicación lo
entiendo como una confirmación de que estáis bien, de que tienes tiempo para cosas pequeñas como engrandecer nuestras esperanzas. Y es que, incluso cuando compartes poemas sobre objetos desprendidos de vida, tus versos desprenden vida, tus versos son  esas “pequeñas historias que se resisten a morir” que mencionas.

Como bien sabes –y usas ese saber de manera magistral– los “zapatos rojos” son un símbolo de libertad. Son más que una
invitación al baile de la voz de David Bowie o una incitación a juntar los talones para transportarnos a un mundo mágico de Oz. Están llenos del latir corazón que impregna el cuento de Hans Christian Andersen.

Pero, ante todo, este relato nos acerca a la persona que hay tras tu personalidad literaria. A esa Clarisa propensa a ponerse en los zapatos de otros y así compartir las rozaduras que les causa la vida. A esa Clarisa que da pasos generosos de 7 leguas para acercarnos pares sueltos que al ser calzados por ella no están de saldo, sino de plena temporada: mi blog no luce mejor que cuando lo transitan tus zapatos rojos (gracias por lucirlo).

¡Ojalá nos quedes muchos bailes por compartir, Clarisa! ¡Ojalá nuestros zapatos rojos desgastados no sean desechados por un par de botas negras impolutas que marquen paso militar!

¡Bailemos! 

https://clarisatomascampa.blogspot.com/2023/10/mira-esos-zapatitos.html


Hola, María Jesús:

Llego a leerte desde el blog de Clarisa.

Gracias por compartir este poema. Confío en que su lectura haya calado cual lluvia fina en mi ánimo. Saldré pronto a la lluvia y al viento, confío en que para entonces tus palabras gotearán y refrescarán mi piel seca de desencanto.

Un abrazo, María Jesús.

https://majecarmu.blogspot.com/

Hola, Miguel:

Vine a leerte a sugerencia de nuestra amiga Clarisa.

Me quedé leyéndote por tu claridad expresiva y por tu reflexión aposentada sobre esta película (tan dada a ser valorada desde los extremos).

He visto “Sound of Freedom” en copia digital. La descargué llevado por la curiosidad. Cuando una obra artística alcanza repercusión social, me intriga descubrir qué sustenta esa repercusión. Y, en esta película, tal y como escribes, es desgarradora. Es una pena que sus limitaciones narrativas le resten fuerza a su discurso.

Un abrazo, Miguel.

https://www.cineycriticasmarcianas.com/


Hola, Ceciely:

Te he descubierto gracias a la invitación que hace Clarisa T. a que visitemos tu blog.

Tu poema ha actuado de muelle de amarre en este puerto donde confío en aprovisionarme de ilusión.

Un abrazo, Ceciely.


https://edicionesdulcineas.blogspot.com/


Hola, escuchante MARÍA:

También pensaba que la sonrisa de los músicos se la producía el deleite con su interpretación, gracias por sacarme de mi equivocación.

No soy de natural sonriente. Tras haberte leído creo que eso se puede deber a que no oigo a los demás –lo de escucharlos me
podría ensordecer–.

Me sería fácil excusarme en mi tan evidente como no diagnosticado despiste crónico. Pero es algo voluntario: no es consecuencia del despiste, es resultado de mi desatención. Imagino que en mi temprana edad, probablemente en el arranque escolar, comencé a practicar la habilidad de hacer mutis ante lo inmutable. Sí que recuerdo –en casa me lo repetían ya que fue la primera vez que se les preguntó si yo era “normal”– que en segundo de EGB dejé de escribir en clase (comprobé que si no escribía no me podían castigar por
escribir mal algo). Mis padres insistieron en que tenía que escribir, me llevaron a un logopeda y mi madre se sentaba a mi lado mientras yo repetía los ejercicios de los cuadernos “Rubio”. Al poco tiempo volví a escribir en clase, pero con mala letra para que así el profe nunca me pidiera el cuaderno ni me
sacara a escribir al encerado.

Lo de no oír imagino que lo empecé por entonces. Me abstraía del entorno –voces, gritos, insultos…– y mantenía un mínimo de estado de alerta para evitar situaciones de peligro físico (los maestros pegaban, los compañeros agredían). Ya de adulto no suelo prestar atención a nada ni nadie, me obnubilo para así poder compartir un espacio impuesto o desempeñar una función forzada.

Pese a que soy ciego a lo que me desagrada –que es la mayoría de lo que me rodea– no sonrío habitualmente, me temo que se debe a que hago oídos sordos a las vidas ajenas.

Siempre un placer leerte, compañera.

Un abrazo sentido, MARÍA.

https://hablacontusamigos.blogspot.com/2023/10/veronika-pinke-cuando-los-sentidos.html


Hola, Miguel:

Bienvenida tu reseña. Como bien indicas, éste será el estreno de luna llena en el cielo cinematográfico durante, al menos, este mes.

Hace tiempo que la luz de Scorsese obscurece mi atención y, pese a su relumbrón, no percibo brillo en sus películas. No he
leído la novela adaptada. El que el guión esté cofirmado por Eric Roth es lo único que me atrae de la película. En principio, la duración me parece excesiva (leo que tú confirmas mis temores).

La lectura de tu texto ha hecho que la posibilidad de ver esta película sea un eclipse (casi) total.

Un abrazo, Miguel.

https://www.cineycriticasmarcianas.com/2023/10/los-asesinos-de-la-luna-scorsese-se.html


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