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domingo, 21 de enero de 2024

Hijos del paraíso III

 Jerome Charyn. Movieland. Chapter: “Children of Paradise”

Hijos del paraíso III

Martens había sido uno de esos niños del paraíso que se sentaron en la sombra junto a Henri Langlois, fundador de la Cinémathèque Française.

La Cinémathèque era una institución extraordinaria: funcionaba tanto como capilla como de archivo, museo o salón dedicado a las películas del mundo. Cobró vida al comenzar Langlois a coleccionar películas siendo muy joven y no poder seguir almacenándolas en la bañera familiar. Él era un trapero que guardaba todo lo que podía.

 

Henri Langlois

Langlois no creía en los críticos.

No existía eso de “una mala película”. Lo que era denostado un año, podía ser considerado una obra maestra al siguiente. Él era, según François Truffaut, “A la vez un hombre sin pretensiones y extravagante, fabuloso, obsesionado, animado por una “idée fixe”, un hombre embrujado”.

Su única pasión era coleccionar y catalogar películas.

Tenía su propia idea sobre en qué consistía el catalogar. Confeccionaba enormes listas con su grafía de niño que nadie más podía descifrar. Era como una especie de escriba meticuloso que podía encontrar latas con películas dondequiera que buscaba. Creó su propio torbellino y se desenvolvía dentro de él.

Cuando los alemanes entraron en París en 1940, Langlois comenzó a enterrar en varios terrenos todas las películas norteamericanas que atesoraba, antes de que los boches pudieran poner sus manos sobre ellas. También fue Langlois el que tuvo que desenterrarlas tras la guerra.

Llevó una vida de araña durante la ocupación, compartiendo, en el mismo edificio, las oficinas centrales con el director del Reichsfilmarchiv, a la vez que ayudaba a los judíos a evadirse de París.

Era, a su manera, un comando.

 

«Movieland: Hollywood And the Great American Dream Culture»; es una obra de Jerome Charyn, publicada por la editorial Putnam ©®.

 

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10 comentarios:

  1. Enlace a un breve documental sobre Henri Langlois, disponible en rtve.es/play
    https://www.rtve.es/play/videos/dias-de-cine/homenaje-henri-langlois-dias-cine-visita-tres-filmotecas-mas-improtantes-espana/2858874/

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  2. Respuestas
    1. Hola, Susana:
      Sí, la hizo. Y además, sin pretenderlo, marcó el funcionamiento de innumerables instituciones similares.
      Un abrazo.

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  3. Me gusta este Langlois!! eso sí, debái tener una "bañera familiar" inmensa : )
    A veces esta gente que tenía una especie de síndrome de Diógenes, en este caso con todo lo relacionado con le cine, nos han porpircionado al resto conocer cosas que de otra forma hubiera desaprecido sin ser conocidas por nadie, supongo que le afan de todo coleccionista es eso, preservar un patrimonio para la posteridad. Yo nunca he coleccionado nada, ni siquiera cromos, nunca he tenido ni paciencia, ni el orden dencesario para ello, gusrdo infinidad de fotos en archivos que a veces ni sé donde tengo, música por toneladascon la que me courre lo mismo, por eso estos personajes que causan admiración, si por mi fuera la humanidad no sabría ni de quien somos hijos.. me ha gustado su faceta de protector de los judíos durante la ocupación nazi, cuánto que agradecer a estos personajes! y a ti que nos los das a conocer, mil gracias y una abrazo muy muy fuerte mi querido súper RATÓN, que esta próxima semana, que en nada comienza, esté llena de queso rico para ti : )

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    1. Siento haber escrito tan rematadamente mal, me ha atacado mi dislexia y creo que el cansancio que tengo encima por haberme pasado todo el día pateando el bosque y mis dedos ya ni saben que tecla tocan, perdón ! : )

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    2. Hola, despistada MARÍA:
      Sólo a ti se te ocurre el disculparte por despistar el aprecio que sientes entre las palabras que escribes. El corazón va más rápido que el cerebro cuando se escribe o dice un pensamiento sentido. Gracias por encontrar un momento, en el que pese a tu falta de aliento, has encontrado fuerzas para acercarte y alentarme.
      Soy coleccionista: de memorabila cinematográfica, cómics y tebeos, libros y revistas… Este gusto coleccionista deviene ocasionalmente en exceso acumulador. Y no me doy cuenta de ello hasta que alguien externo me hace ver los cúmulos de papel o plástico que me rodean. Entonces me deshago de esos tesoros como si fueran quincalla: algunos los malvendo al peso, otros los “gualapeo” y la mayoría los embolso antes de confiarlos al azar de que un paseante los aprecie.
      Entiendo a Henri Langlois: comparto su placer coleccionista; me falta su generosidad didáctica. Soy un misántropo, no un benefactor.
      Un abrazo cálido, MARÍA.

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  4. Los críticos han tenido mala fama desde que se inventó el cine.
    Una heroica actividad la de esconder películas, para desenterrarlas en el momento oportuno.
    Bien contado.

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    1. Hola, Demiurgo:
      La palabra “crítica” está rodeada de connotaciones sociales negativas, de ahí que quien se gana la vida como crítico artístico sea percibido como creador frustrado. No comparto esa percepción… Aunque pueda estar parcialmente acertada. Fijémonos, por ejemplo en François Truffaut: como crítico cinematográfico denostaba un convencionalismo formal que él acabó abrazando como director (a diferencia del irreductible Jean-Luc Godard).
      Un abrazo, Demiurgo.

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  5. Solo el hito de llegar a fundar la Cinémathèque Française merece grabar en letras doradas el nombre de Henri Langlois. Hay también grandes historias detrás de la Filmoteca Nacional de España o de la gran Cinemateca méxicana y gracias a ellas conservamos un patrimonio cultural inmenso y único. Mientras estos templos públicos del séptimo arte sigan vivos el cine seguirá vivo.
    Fantástico artículo y enlace al documental.
    Feliz semana, Nino.

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    1. Hola, Miguel:
      ¡Gracias por este comentario de cine!
      El que el Cine pasase de ser considerado entretenimiento a ser valorado como arte le debe mucho a Henri Langlois (y a la fascinación de los estadounidenses por lo que viene de Francia). Además, la industria que rodea a la producción/distribución/rodaje de las películas tiene un gran peso económico (de ahí el proteccionismo que la rodea), las películas tienen un alto grado de penetración social (de ahí que se doblen, censuren o prohíban) y los espectadores sublimamos nuestras miasmas en las pantallas.
      Feliz semana, Miguel.

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Gracias por tu lectura comentada.

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