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miércoles, 24 de enero de 2024

Sigo el camino de baldosas amarillas (Reprise)

Se acerca la noche. Confío en poder soñar. En mis sueños, vivo en la cara oculta de la Luna. Allí nadie me ve. Allí, libre de la gravedad del qué dirán, camino con pasos de gigante hacia el arcoíris.

A falta de corazón, tengo una caja de bombones. A Dorothy no le importa. Dice que el Mago de Oz me curará. Siempre que llegamos al camino de baldosas doradas, me coge de la mano y empezamos a cantar. We're off to see the Wizard, The Wonderful Wizard of Oz. …

We're Off To See The Wizard (The Wizard of Oz, 1939)

No entiendo lo que canto. En cuanto me jubile aprenderé inglés. Quizá entonces no sólo sienta júbilo cuando sueño. Casi puedo oír latir mi corazón enlatado al evocar a Dorothy. Por fortuna, cuando La Ciudad Esmeralda se muestra hermosa y cercana, y yo estoy cerca de la emoción, suena el despertador.

¡Salvado por la campana!

En una hora seré el rey de mi despacho, allí me aburriré con empacho. ¿Quién necesita usar su corazón palpitante teniéndolo en una caja radiante?

Y pensar que hubo un tiempo en que soñaba con pasar a recoger a Dorothy en mi caballo de cartón. Ahora la veo tan vulgar. Y pensar que hubo un tiempo en que se me paraba el corazón cuando la veía. Ahora…

Ahora estoy mejor sin corazón. El que tengo de lata no me delata.


20 comentarios:

  1. Un corazón de lata no te hace daño. Un beso

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    1. Hola, Susana:
      Un corazón de lata no sufre sístoles ni diástoles.
      Gracias por tu comentario.

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  2. Que bien la recuentas, y también nos pones a soñar. Un abrazo. Carlos

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    1. Hola, Carlos:
      Gracias por tu comentario animoso, has hecho que mi corazón enlatado delate su emoción.
      Un abrazo.

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  3. Como te ha escrito este chico lo cuestas muy bien, Niño. Besos 😘😘

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    1. Hola, Maite:
      Muchas gracias por tu comentario.
      Un abrazo.

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  4. Un gran juego de palabras inspiradas en una de las obras más grandes de la historia del cine. Según está el mundo me parece que un corazón enlatado no es tan mala idea jeje.
    Un abrazo, Nino!

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    1. Hola, Miguel:
      La película de 1939 tardó en gustarme, el doblaje me resultaba chirriante. Pero sobre el año 2004 volví a verla de cara a escribir un artículo y me descubrí disfrutándola: lo enlatado no eran las voces, sino mi corazón espectador.
      Un abrazo, Miguel.

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  5. Bravo, muy bien.
    Me resulta más fácil vivir sin alma que vivir sin corazón. Una vez se me cayó el alma a los pies y al intentar recogerla se me escapó de las manos, era viscosa como una sardina viva.
    Te felicito por el texto.
    Salud.

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    1. Hola, Francesc:
      Leer tu comentario ha acelerado mi corazón enlatado y acariciado mi alma sensitiva (la nutritiva está siempre activa y la racional es inoperativa).
      No hago memoria de las veces en que he tenido que recomponer mi alma desde el subsuelo: unas veces me siento humillado y otras ofendido ante su desmoronamiento, ya que pienso que mi crimen es pequeño y grande el castigo por simplemente querer morar en ese terreno que Dostoyevski cartografió en “las penumbras fantásticas”.
      Gracias por tu comentario estimulante, Francesc.

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  6. Lo bueno de los sueños es que en ellos podemos recorrer todos los caminos de balosas amarillas e incluso fosforescentes con corazón de lata, de mantequilla y hasta de mermelada, bailar en el lado oculto de la luna del brazo de Doroty - un tanto cuestionable su elección de vestuario... ¿no te parece?- ¿ cómo se pueden llevar zapatos de tacón rojo brillante con calcetines azules? jaja como si te pones un traje de noche con chirucas jajaja en fin, a parte de estas menudencias .. puedes hacer lo que te de la real gana, eso sí, hasta en los sueños, con corazón, siempre, siempre...sin él no merece la pena nada , aunque a veces haya que llevarlo al cardiólogo para que lo zurza : ) Mil gracias, un beso NINO.. que sueñes bien: )

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    1. Hola, corazonada MARÍA:
      Te he leído y me he sentido como el personaje que interpreta Raúl Julia en la película “Corazonada” de Coppola: inundado de ganas de bailar en unas calles fosforescentes, que sé tan irreales como cualquier fantasía de neón que te haga fantasear con que tienes un corazón de león.
      Respecto al vestuario, mi atuendo diario es de escepticismo sobrio (imagino que trasladable en lo cromático a un gris marengo), pero cuando vengo y enloquezco me invisto de sensibilidad efervescente (emulando tonos púrpura chicle).
      Guán tú, zrí, fó:
      https://www.youtube.com/watch?v=l8AMNzHGyFc

      Un abrazo purpúreo, MARÍA.

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    2. Lo que te pude en la otra entrada tb me vale para esta así que te lo dejo repe...
      ¡¡Qué grande Prince!! Y sí, tiene razón… ¡¡todos somos una estrella!! y tú por supuestísimo más.. graaaciaassS : ) .. y además un beso y subo....

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    3. Hola, MARÍA:
      Al igual que la música de Prince nos hace grandes a todos los que la escuchamos, tus palabras engrandecen el ánimo de quien las lee.
      Un abrazo principesco, MARÍA.

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  7. No me canso de caminar rl camino de baldosas amarillas! Un beso, Nino.

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    1. Hola, incansable Ángela:
      ¡Gracias por compartir parte del camino! Confío en que nos reencontraremos en un próximo trayecto.
      May we live 2 C the dawn!

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  8. ¡Hola, Nino! A veces pensamos que tenemos corazón solo cuando amamos o nos emocionamos. Pero la presencia de ese corazón también se asoma cuando lo añoramos. Un abrazo!!

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    1. Hola, David:
      Quizá algunas arritmias que sufre el corazón se produzcan cuando el pensamiento se convierte en conciencia de que nuestra vida no nos emociona como antes; y aceleramos hacia una añoranza de un pasado en el que nuestro corazón latía con más fuerza. El corazón no tiene freno, tampoco marcha atrás.
      Un abrazo.

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  9. Una entrada muy cinematográfica.
    Difícil dilema. ¿una emoción incómoda o una cómoda indiferencia?
    Saludos.

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    1. Hola, Demiurgo:
      Una disyuntiva perspicaz la que planteas… La indiferencia es algo natural en mí, soy de atención selectiva, lo que me ha convertido en aislacionista. Sin querer contradecir al poeta John Donne:
      Este hombre es una isla; no una roca remota, sí un atolón en un archipiélago.
      Un abrazo, compañero de archipiélago.

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Gracias por tu lectura comentada.

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