Imagen tomada de https://www.emocionalymente.com/
No reniego de mi
pasado. En general acepto como propios los aciertos y errores que me afectan, aunque no me corresponda su autoría.
Soy dado a hacer, no a intentar; de ahí que acumule
tantas pruebas de vida. Pruebas que demuestran que las vidas de este ensoñador
no han sido una sucesión de espejismos, sino un encadenamiento de realidades,
de ahí que mis vivencias tengan
mucho de variaciones.
Prueba simple de esto es este blog simplón, donde mi repetitivo canto a mí mismo lo disimulo como “ninismo”.
Básicamente soy el que era cuando abrí «Ven
y enloquece».
Mi manera de escribir se mantiene diletante.
Cada dos por tres escribo sobre las seis mismas caras
que conforman el dado vital con el que pongo a juego mi destino y envido con desatino: yo, mi, me, conmigo, de mí y sobre mí.
El mío no es
un caso de esquizofrenia venyenloquecida,
sino un ejercicio de vanidad bienacompañada.
Gracias
por el bien de tu compañía, amable leyente.