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Si primero hablamos del diablo...
Pase y siéntese sobre ese cono, lacayo “dominatrices rusas”.
Si no hace lo que le ordeno, no le azotaré en sus portentosas nalgas.
¿Así que de tras leer “Crimen y castigo” ha decidido usted darme el tostón con sus búsquedas de sufrimiento eslavo? ¡Pues menos mal que no le dio por leer Historia de O!…
Permítame una pregunta, ¿no vendrá usted del locódromo Guaterlú, recomendado por un tal Napoleón? ¡A buena parte le llevaría eso! Él también fantaseaba con conquistas rusas.
¡Deje de golpearse contra mi escritorio y escúcheme, o no lo ato luego al radiador!
Pretender dominar mujeres rusas, o de cualquier país, es tarea imposible. Tarde o temprano acaba apareciendo “el general invierno”, y en nuestra búsqueda de calor cederemos ante lo que sea con tal de evitar un stalingardo emocional.
A mi no me gusta que me dominen, pero sí que dejo que me mangoneen; y en más de una ocasión me he comportado como un títere en manos aviesas —y frías—.
Un consejo desde mi pifia vivida: quien no lo quiera por cómo es, no lo hará por mucho que se humille o deje sojuzgar. Una relación se basa en compartir, no en consentir. Y téngale miedo, mucho miedo, al masoquismo emocional. Que uno empieza aceptando una mentira como verdad, y acaba renegando de ser quien es.
Y ahora, mi afín, si tiene a bien quitarse ese bozal de caniche, y me cuenta el porqué de su necesidad de ser dominado en vez de disfrutado, quizás le recete una visita al gabinete de Irina la cachonda.
Le puedo garantizar que su cuerpo no volverá a ser el mismo.
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Las gordas demi sauna moscovita (recuerdas?) serian dominatrices y yo sin saberlo?
ResponderEliminar¡Cómo para olvidar esa anécdota, Alberto!
ResponderEliminarMe encantó. Además, en todos tus textos sobre la URRSS aprendí bastante sobre esa realidad del comunismo tardío que siempre se presentó suavizada frente a la barbarie de la américa reaganista o la inglaterra tacheriana.
La verdad es que los años 80: con una Italia gobernada por mafiosos, una Alemania traicionada en sus fos divisiones; El resergir del Catolicismo como fuerza política en el Este de europa; La Revolución nicaraguense, el Apartheid...
Cada vez leo más sobre esa época, en la que mis preocupaciones se limitaban a que en casa no me riñeran por suspender, y a que la compañera con la que había quedado no me diera el plantón.
Bueno, sirva este rollo para darte las gracias por todo, y en especial por compartir tus experiencias.
Chanchi
mas gracias hay que dar por que lo recuerden a uno amigo!
ResponderEliminarDepende Alberto:
ResponderEliminarHay seres que han dejado en mí un recuerdo que confío en que sea inolvidable; pero dudo que vean en mi cara la mínima señal de agradecimiento.
Ante ciertas aberraciones, ¡ni perdón, ni olvido!
Ayer fui yo, mañana puede ser otro.
Un abrazo