El horror
La miniserie de tres episodios Dead Men Running, publicada en Norteamérica de
marzo a mayo de 2002, ocupó el hueco momentáneo causado por la congelación de
la colección regular del Capitán América.
Este proyecto fue editado por Planeta DeAgostini en un número único bajo el
título de El corazón de las tinieblas
–el cual inevitablemente nos remite a la centenaria novela de Teodor
Josef Konrad Korzeniowski– curiosamente el mismo que originariamente
le había dado el guionista a su tríptico cuando lo presentó a la consideración
de Marvel, la cual decidió publicarla como Dead
Men Running –hombres muertos corriendo– en clara referencia a la
expresión –Dead Man Walking– utilizada cuando un condenado a muerte se dirige a
la sala de ejecución.
Antes de continuar, una aclaración: no soy imparcial
a la hora de enjuiciar cualquier obra firmada por Darko Macan y Daniel
Zezelj, guionista y dibujante respectivamente de esta miniserie. Es más,
creo que en el Arte, como en la Vida, uno tiene que dejarse llevar por la
pasión, y querer y festejar a los que te quieren o te hacen desear ser mejor.
En el caso de Macan y Zezelj su obra, tanto la conjunta –os
remito a la miniserie de tres episodios The
Sandman Presents: The Corinthian: Death in Venice,– como la firmada por separado,
aprovecha al máximo toda la capacidad expresiva y narrativa del Medio,
resultando unos relatos sorprendentes por su sencillez formal y su fuerza
expresiva, que siempre reflexionan sobre los diferentes matices de la condición
humana.
Las similitudes entre Dead Men Running y Heart
of Darkness, van más allá de compartir el mismo título en
español; siendo múltiples los paralelismos entre la figura del capitán Marlow –protagonista de la obra de Conrad–
que remonta el río Congo en busca del señor Kuntz;
y la del Capitán América. Al igual que en la
novela de Conrad, en la trama de Macan encontramos una reflexión
sobre las consecuencias de afrontar El Horror que llevamos dentro, ratificando
el guionista su habilidad para trabajar dentro de las coordenadas de un género
–en este caso el de los superhéroes en pijama de colores– sin que ello limite
su capacidad creativa.
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