Hola, amable leyente:
En estos próximos meses voy a estar ocupado, nada preocupante pero sí absorbente.
No quiero silenciar este blog y que mi ausencia pueda hacer que os preocupéis por mí –efecto indeseado que ha ocurrido en otras ocasiones–; de ahí que haya optado por mantenerlo activo mediante el recurso de recuperar textos publicados a lo largo de sus casi 17 años de existencia o compartir enlaces a contenidos ajenos.
¡Salud y suerte, leyente!
¡Gracias por venir y enloquecer!
El contenido literario de este blog está registrado en Safe Creative
Mis mejores deseos para ti y los tuyos, amable leyente, ahora y siempre
Una
imagen de la actriz italiana Claudia Cardinalebailando
en un tejado de Roma en 1959 ha sido escogida para el cartel de la edición del
Festival de Cannes que se celebrará entre los próximos 17 y 28 de mayo.
"¿Qué mejor símbolo para el próximo
festival que esta actriz aventurera, esta mujer independiente, esta ciudadana
comprometida?", destacaron hoy los organizadores del
certamen en un comunicado dedicado a la presentación del cartel.
El texto anterior es un corta/pega de esta noticia
Claudia
Cardinalees
una de mis mayores debilidades estéticas. En ella me inspiré para el personaje
de Soledad que aparece en mi novela «Condenado
a revivir», con la que cierro la trilogía «Donde habita el recuerdo».
Frente
a la actual pérdida de papeles por parte de la prensa diaria, los semanarios de
sociedad han ido alcanzando más poder –que no prestigio– social. Muestra de
ello es que los periódicos incluyen noticias del mundo del colorín en sus páginas coloreadas. Y muchos de ellos añaden en su
popurrí de fin de semana, alguna publicación centrada en un mundo del corazón
sin trasplantes pero con desplantes.
Las amistades entrañables regias y su repercusión internacional.
El
poder de estas revistas cardiacas es tal que, aunque no quiten ni pongan reyes,
ayudan a sus señores. Todo el colorín colorado que ha acompañado en las
revistas de sociedad a la figura de Bárbara
Rey y Marta Gayá durante los
días finales de marzo, no deja de ser una clara muestra de lo mucho que los
españoles preferimos las fábulas regias a las informaciones reales.
Curiosa
sociedad la nuestra en la que, tras acostarse con el Príncipe Encantado, la
Bella Durmiente ya no quiere ser princesa, sino que vivir para siempre del
cuento.
Quienes
no estéis al día de las sístoles y diástoles de las que hablo, quizá estiméis oportuno
leer esta noticia.