La música
de Joaquín Sabina se está
convirtiendo en la banda sonora que me acompaña en este intento de novelización
de mis ensoñaciones.
Redacté
la mayor parte del argumento de BEO escuchando a Los Secretos, con esporádicos momentos
para Mina y Antonio Vega. Pero ahora
que intento decirle adiós a una melancolía similar a la que consumió a Enrique Urquijo, busco impregnarme de esa maravillosa pasión por lo
cotidiano que transmiten muchas letras de Joaquín
Sabina. Para ello me he hecho una
lista caprichosa de reproducción con cuarenta y tres temas del cantautor.
Aunque
hace unos catorce años que no me interesa su personaje y con el cambio de siglo
me empezó a repeler su persona, me gustaría escribir ahora como escribía Sabina entonces, cuando fabulaba
tratados de impaciencia que en los que añoraba con cinismo lo que podían haber
sido amores eternos.
Y es
que, nunca quise ser cantante de una banda rock, sino letrista de canciones que
arañaran el corazón.
Nino.
14 años! jaja, bueno, veo que la admiración sigue bastante firme... nunca me gustó Sabina y es oque Argentina creo que es su segunda España por el fanatismo que hay con él acá... lo único que me llegó de él fue su disco a dúo con Fito Páez, pero no creo que eso sea algo valorado por sus fans ¿no?...
ResponderEliminarun atorrante lúcido, un ser querible en todo caso este Sabina igualmente... abrazo master...
Hola, JLO;
EliminarGracias por tu comentario.
Ojalá que lo que se mantuviera bastante firme tras estos 14 años fuera mi piel y no mi admiración; que es mirarme al espejo y creerme el increíble hombre menguante.
En mi ciudad, Sabina fue poco menos que el héroe de sueños inconfesables y compañero soñado de juergas interminables para muchos. Daría para escribir una novela.
Tardé en empecer a apreciar su música, sobre 1997 y su persona me hastió sobre el 2000. Pero admiro la capacidad comunicativa de muchas de sus canciones. El proyecto con Parz no gustó en general. A mí me sigue gustando “Si volvieran los dragones”, por esa reivindicación del fantasear lo imposible sin disfrazarlo de improbable.
Un abrazo, JLO.
Siempre ha sabido usar la palabra para expresar muchas veces lo dificil que es plasmar sentimientos.Un motivo siempre recurrente para escucharle.Un saludo Nino.
ResponderEliminarBuenos días, Mar:
EliminarAnte todo, gracias por tu apoyo y difusión de mis sueños. Siempre estás ahí compartiendo mis escritos, animándome a continuar y plantearme nuevos caminos. GRACIAS MAR.
Sí, negarle a Sabina la habilidad para encontrar esas palabras que encarnan nuestras ilusiones y deseos, sería como negarle al Sol su brillo o a la Luna su embrujo.
Confío en que, pese a que su voz ya no es lo que fue, la vejez se convierta en un laberinto atrayente gracias a los pasadizos de sus nuevas letras.
Un abrazo con lux de sábado para este lunes gris, Mar.