Hola:
Sé
que te gustará saber que ayer acabé el borrador de mi proyecto de novela: BEO.
En
sus, por el momento, treinta y un capítulos más prólogo aparecen fabulados: Prince, Bob Marley, Los
Secretos, David Bowie, Blade Runner, La guerra
de las galaxias, Loca
academia de policía, Twin Peaks, Espacio 1999, 625 líneas, Antonio Segura, José Ortiz, García Márquez, John Fowles, Sven Hassel, el Capitán Trueno, el Coyote, los fanzines, La Movida, los asesinatos de ETA, la apertura de la verja
de Gibraltar…
Todos
esos nombres y hechos resuenan en algún momento entre las paredes de una casa
en una localidad castellana, donde la muerte rasga los labios de la vida y la
realidad quiebra las alas al deseo.
No
tengo planes para el libro más allá de corregir su escritura. Aunque tengo claro que el éter de Internet me ha embriagado de veleidades escritoriales; y que la vanidad en mis
venas me lleva a buscar la inmortalidad literaria.
Nací
en un tiempo difícil para la Libertad, en el que los valientes se decidían a
tener hijos. Escribo en un tiempo difícil para la Cultura, en el que los espantadizos
nos decidimos a escribir.
Escribo
sin plantearme si mis palabras serán leídas por otros. La escritura es un mimo
a mis sentimientos y un refugio en la soledad voluntaria a la que me lleva el
aburrimiento de la compañía. Me gusta estar a solas con mis ilusiones
creativas. Escribir es el acto multitudinario que más me entretiene.
Éste
será mi tercer libro escrito. Mi añorada madre, maestra en el uso metafórico de
los refranes, me diría eso de “Ánimo,
hijo: a la tercera, la vencida”. A ella le gustaba contar historias y a mí
escuchárselas. Es por ella que me gusta también escribirlas. Ella está en todo
lo bueno que hago y pienso. No necesito de ningún día que me la recuerde; pero
en una fecha como hoy su ausencia se impregna en la tinta roja del calendario.
Igualmente,
al escribir pienso en Gus. Me siento
contento de haber tenido un amigo como él. Por un tiempo, el nombre de “Agustín”
fue el que le había dado al protagonista de esta novela; pero he decidido
guardarlo para un proyecto futurible de obra dialogada, quizá una pieza de
teatro o un guión para un corto. Gus
era un apasionado de la vida y la palabra; y como tal, del Teatro. También dio
vida a un corto cinematográfico.
Gracias
a Toni y a Carmela por ayudarme a ensoñar nuevas quimeras con mis viejas
ilusiones.
Nino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tu lectura comentada.