Este jueves es G a b
y*quien, a través de su blog Mis letras insomnes,
nos propone un nuevo tema para un relato en 350 palabras: “A través de la ventana”.
Gracias por tu inspiración, G a b y*.
Ilustración realizada por G a b y* http://misletrasinsomnes.blogspot.com.es/ |
Este
jueves, un relato: A través de la ventana (355)
La
fortuna de vivir en una caseta de obra es que si saltas a través de la ventana
no te espera una caída muy dura; así que me arrojé por el tragaluz aprovechando
un momento en el que el par de polis distrajo su atención a causa del griterío exterior.
Algarabía proveniente del rebaño de fieles congregado para protestar por el
desalojo del convento vecino, en un desahucio ordenado por el arzobispado a fin
de convertir el edificio en un casino donde comerciar con bulas papales.
Mientras
me alejaba pude oír cómo los agentes del orden se unían al desorden, tras
hermanarse en coro con los albañiles para bramar despropósitos calenturientos a
las salidas monjas de clausura, que llevaban el hábito subido de tobillos.
De
prometedor joven bloguero, a mis casi cincuenta años, me veía convertido en
prófugo de la Justicia y del pudor, dado el candor de mis desnudez. Y aún no
sabía la causa de mi mutación legal, la segunda más dolorosa tras la de pasar a
la condición de “señor” por el mero hecho de verme calvo, fofo y desdentado.
Sólo
sabía lo que me habían vociferado los policías:
la noche anterior no me había tomado bien el que Pandora me dijera a las claras su hartazgo de mis cosas raras. Tras
su abandono me entregué a la bebida y acabé destrozando el café. Tenía que
llamarla para aclarar las cosas; pero en mi huida había dejado el teléfono en
la caseta.
Luego
de cubrir mis partes nobles con un cromo de Pikachu, llegué a la entrada de un hipermercado,
donde el vendedor del cupón para ciegos me confundió con el hombre anuncio
enviado por una agencia publicitaria. Desde entonces, no me he atrevido a quitarme
mi disfraz laboral de Danonino; para sorpresa de mis compañeros bajo el puente,
que se preguntan si el azul de mi piel se debe a que soy familia del Borbón o
familiar al bourbon.
Esta
mañana me he podido escaquear de la sección de refrigerados del súper y
acercarme a mi caseta. ¡Al mirar a través de la ventana me la encontré ocupada
por las monjas!
Jajaja
ResponderEliminarEres tremendo Nino!!
Genio e ingenio.
Un abrazo ✴
Buenos días, AtHeNeA:
EliminarGracias por tu luminosa sonrisa. Ya ves, donde tú encuentras “ingenio” otros me acusan de mal genio.
Un abrazo, AtHeNeA.
"Borbón o bourbon", es usted tremendo, Sr. Ortea.
ResponderEliminarBuenos días, Ángela:
EliminarVeo que usted también me adjetiva de “tremendo”, a este paso voy a figurar entre sus sinónimos en el diccionario, ja ja.
Un abrazo, Ángela.
Qué bueno, jaja, pinceladas de humor a cada instante, hasta el final!
ResponderEliminarUn saludo
Buenos días, Geus:
EliminarSemidesnudo, desahuciado y descorazonado... o me lo tomaba con unas pinceladas de humor o con unos tragos de bourbon.
Un abrazo, Geus.
Muy bueno.
ResponderEliminarHola nino, vengo del blog de Gaby y me ha gustado tu relato, con tu permiso sigo tu blog.
Un abrazo.
Lola Barea.
Buenos días, Lola:
EliminarBienvenida. Gracias por venir y enloquecer.
Un placer contar con tu compañía.
Un abrazo, Lola.
El hábito subido de tobillos!!!! xDDD!!!
ResponderEliminarEso es muy hot!!! jejejejejejejeje... hasta aquí llegó el calorcito (a contrapartida del frío de nuestro personaje jajajajajajajajajaja!!!!!!!)
Buenos días, Nicky:
EliminarEs que los muy pillos eran admiradores de tobillos, y hacían un vicio de otearlo a toda novicia arremangada y resalada.
Un abrazo, Nicky.
Un caso claro de: Quien fue a Sevilla perdió su silla. Las pobres monjas es lo más cercano que encontraron, y ahora, aver quien las desaloja,con lo mal que están las leyes. En fin chico, que la broma salió cara.
ResponderEliminarMe divertí.
Un abrazo
Buenos días, Carmen:
EliminarPues sí; y lo peor es que en mi caso no obtuve una silla, sino un pack de yogures caducados. Encima ahora hay una muchedumbre agolpada frente a la caseta y cada vez que me acerco me obligan a santiguarme.
Un abrazo, Carmen.
Eres genial y tu imaginación desbordada.
ResponderEliminarme encanta tu relato, has alegrado mi cansado jueves y me has hecho reír ante la situación.
una lluvia de besos Sir Nino
Buenos días, Maduixeta:
EliminarMe alegra haberte aliviado la pesadez del jueves, milady. Tras leer tu comentario, mi viernes se presenta resplandeciente.
Un abrazo, Maduixeta.
Jejeje. que peripecias :) Lo que no te pasa a ti, no le pasa a nadie; mira que dejar ese trabajo tan...Real, que te unía de alguna manera a los borbones... Aunque entiendo que se debe pasar un poco de frío con un simple taparrabos en la sección de refrigerados...
ResponderEliminarMuy bueno, me has hecho reír al imaginarlo.
Montón de besos :)
Buenos días, Carmen:
Eliminar‘di que sí! ¡Y luego me llaman “calimero” por pasarme el día quejándome! Pero ya ves a qué situaciones me lleva esto de las locas pasiones.
Un abrazo, Carmen.
Menos mal que tenías el disfraz de Danone aunque con un hábito de monja podrías haber engañado a las okupas de tu casita. Gracias por la sonrisa del relato. Un abrazo.
ResponderEliminarBuenos días, Dorotea:
Eliminar¡Coimes, pues no se me había ocurrido lo de monjearme! Me vendría para el pelo encontrarme con mi amigo Mortadelo. A ver si lo encuentro en la sección de charcutería.
Un abrazo, Dorotea.
Suelo imaginar que puede tener sus inconvenientes tratar con mujeres inmortales, con tanta experiencia para seducir, para manipular, sobre todo sin son temperamentales como parece serlo Pandora. La forma de evitar un desastre es logra una reconciliación con ella.
ResponderEliminarBuenos días, Demiurgo:
EliminarRazón tienes en la peligrosidad de la belleza inmortal, por suerte mi fealdad también es letal. De momento, la manera de solventar mi desastre empieza por encontrar a un sastre. Lo de Pandora... ya os lo cuento en otro momento.
Un abrazo, Demiurgo.
Nino, hoy me he reído leyendo tu genial relato. Ha sido jocosamente muy divertido.
ResponderEliminarUn beso
Buenos días, Yessy:
EliminarNo se me ocurre mejor analgésico en esta mañana migrañosa que el de compartir besos y risas. Gracias, Yessy.
Un abrazo
Gracias Nino, feliz fin de semana.
ResponderEliminarUn abrazo.
Lola Barea.
Gracias a ti, Lola, por tu visita y comentario que actuaron como puente entre nosotros.
EliminarFeliz fin de semana.
Un abrazo.
Jajajajaja me he reído de principio a fin, me he metido tanto en la historia que veía a las monjas salir, igual que me he imaginado la cara del personaje de la historia cuando ve que las mojas se han convertido en okupas de su espacio.
ResponderEliminar¡GENIAL!
Buenos días, sonriente Tracy:
EliminarEs un placer recibir vuestros amables comentarios. Tus palabras son luz en una mañana gris.
Sí, el pobre Maximino (así acabo de bautizar a mi heterónimo en el relato) se llevó un sorpresón al ver a las monjas.
¿Logrará recuperar su teléfono?
¿Aparecerá Pandora en su ayuda?
Confío en continuar su historia en un próximo relato.
Un abrazo, Tracy.
Genial el tono y tus juegos de palabras. Saludos
ResponderEliminarBuenos días, Oriol:
EliminarMe alegra saber que no desentona mi enfoque. El jugar con las palabras es para mí el placer más instantáneo de escribir. Luego está el regalo de vuestros comentarios.
Un abrazo, Oriol.
Ja,ja,ja....Nino, vaya ingenio que tienes! Me he reído un montón con el relato, imaginándome a las monjas "salidas" del convento de clausura, el cromo de Pikachu cubriendo sus partes pudendas y el disfraz de Danonino....Lo bueno es que si las monjas están por la labor...igual hay tema!
ResponderEliminarUn beso
Buenos días, Charo:
EliminarGracias por convertir en palabras escritas el eco de tu risa.
Confío en tener tema para rato, al menos mi intención es la de serializar los desvaríos de Maximino en jueves sucesivos; y más después de recibir el ánimo de vuestra sonrisa.
Respecto a las monjas... Chi non lavora non fa l'amore!
Un abrazo, Charo.
Ayyy por diossssssss!!! Qué genialidad este relato!!! Me reí tanto con lo del cromo de Pikachu, y con todo lo demás!!! Es desopilante, divertido, ameno, y original!!! Gracias por compartirlo y dejarnos divertir tanto con tus letras.
ResponderEliminarUn abrazo.
EliminarBuenos días, Sindel:
Mi relato no sería nada más que letras y signos sin el ingenio de vuestra lectura.
Gracias por leerme con tu corazón risueño y por escribirme palabras de aprecio.
Sí, en realidad a Maximino le sobraba con un sello postal para cubrir sus desvergüenzas, pero le parecía vergonzoso un tamaño tan impudoroso, ja ja.
Un abrazo, Sindel.
Completo Nino, no le falta de "ná" me he divertido mucho, imaginando cada escena, y las monjitas en las caseta de ocupas, lo más...
ResponderEliminarBesos
Buenos días, San:
EliminarAciertas, mi felicidad es completa al leer vuestros comentarios cómplices con el espíritu del relato.
Sí, de momento lo de las monjas es lo más; pero Maximino tiene una habilidad caótica para convertir cada uno de sus actos en un esperpento. Ya lo iremos jueveando aquí entre todos.
Un abrazo, San.
Buenísimo tu relato Nino, con mucho humor, y unas situaciones por demás jocosas!
ResponderEliminarMuy ocurrente y bien llevado. Esa Pandora, te tiene al maltraer, jajaja!
Gracias por sumarte a la convocatoria y por este aporte tan divertido que nos regalas.
Besos y buen fin de semana!
Gaby*
Buenas tardes, Gaby* :
EliminarAnte todo muchas gracias por compartir tu idea para el relato; y por el detalle de las ilustraciones personalizadas para cada uno de los jueveros.
Sí, Pandora es una gran inspiradora. Confío en que me siga acompañando mientras le parezca oportuno-
Un abrazo, Gaby*.
Super ágil y delirante tu relato, que nos pone a los lectores "a las corridas", a la par que a tu personaje, desde el inicio de la lectura.
ResponderEliminarUn abrazo
Buenas tardes, Mónica:
EliminarMe gusta el adjetivo "delirante"; creo que define perfectamente este tipo de textos y cómo me siento tras la alegría de recibir vuestros comentarios.
Un abrazo, Mónica.
Pura genialidad surrealista, Nino, digna del mejor Buñuel. Divertido y bien narrado, con cada disparatado párrafo mi interés y mi sonrisa iban en aumento. Magnífica la referencia a Pandora, pero el remate ha sido cuando me he imaginado a tu protagonista taparse las partes nobles con el cromo de Pikachu, ¡jo, menuda sábana bajera! jajaja.
ResponderEliminarMi enhorabuena, has hecho que me lo pase estupendamente.
Un abrazo
Buenos días, José Vte:
EliminarMuchas gracias por tu comentario optimista y animoso.
Me alegra saber que has disfrutado con la lectura.
Un abrazo, José Vte.
Hola, Nino, ya echaba de menos leerte... De verdad que es una aventura pasar por aquí; resulta de lo más gratificante, sobre todo, si la moral anda baja. Muy bien llevado el relato, y ya cuando llegas al cromo de Pikachu, entre lo que leo y lo que me imagino, aún estoy riendo, jeje.
ResponderEliminarGracias. Saludos!
Buenos días, Clarisa:
EliminarBienvenida a tu casa.
Sí, imagino que entre otras mil cosas, los preparativos de cara a la preparación de tu libro te mantendrán ocupada en un tiempo libre que ya de por sí te escasea.
Me alegra saber de tu alegría.
Un abrazo, Clarisa.
Si ya estaba loca, con tu relato quedé loca del todo jaja!! Quedé impresionada con varias cosas, desde la utilidad que le diste a el cromo de Pikachu, el motivo del desalojo de las monjas del convento, a imaginarte con el traje de Danonino. Hay que ver el lado positivo, no tendrás a Pandora, pero podrás elegir una entre tantas monjas que se metieron en la caseta. Muy divertido tu relato.
ResponderEliminarUn beso!
Muy buenas, Loquita:
Eliminar¿Crees que debería haber recurrido a un cromo de Raichu? Es que su amarillo es menos intenso y no hacía juego con mis calcetines blancos. El desalojo del convento fue un burdo intento de obispo por fugar al monopoly con figuras reales. El traje de Danonino me queda bien, me da un aire supino y sabroso. Creo que os tengo que contar en el próximo relato la reacción de Pandora al enterarse de que mi casa se había llenado de mujeres devotas.
Un abrazo enloquecedor, Loquita.
¡Ay que bien sientan unas risas! Genial tu relato, consigues envolvernos en la aventura...¿continuará?
ResponderEliminarUn beso
Buenos días, Rosa:
EliminarLa risa favorece a quien la siente y a quien la recibe. Me sienta bien vuestra compañía risueña. Pues claro que continuará, el gran Maximino tiene que seguir en su búsqueda de la esquiva Pandora.
Un abrazo, Rosa.
Buenos días, Rosa:
ResponderEliminarLa risa favorece a quien la siente y a quien la recibe. Me sienta bien vuestra compañía risueña. Pues claro que continuará, el gran Maximino tiene que seguir en su búsqueda de la esquiva Pandora.
Un abrazo, Rosa.
Parece ser que era mucha Pandora, que como su homónima parece haber abierto la caja de las desgracias para el pobre protagonista de la historia, un desmadre, una locura, un despropósito de vida la que lleva el azul protagonista, me recuerda un poco a la novela “las tribulaciones de Mister Wilt” de Tom Sharp, creo que no me he reido tanto leyendo un libro como con ese, y no sabía que usabas un personaje fijo, a ver como se las apaña para echar a las monjas de su caseta, jejeje, miles de besosssssssssssssssss
ResponderEliminarParece ser que era mucha Pandora, que como su homónima parece haber abierto la caja de las desgracias para el pobre protagonista de la historia, un desmadre, una locura, un despropósito de vida la que lleva el azul protagonista, me recuerda un poco a la novela “las tribulaciones de Mister Wilt” de Tom Sharp, creo que no me he reido tanto leyendo un libro como con ese, y no sabía que usabas un personaje fijo, a ver como se las apaña para echar a las monjas de su caseta, jejeje, miles de besosssssssssssssssss
ResponderEliminarParece ser que era mucha Pandora, que como su homónima parece haber abierto la caja de las desgracias para el pobre protagonista de la historia, un desmadre, una locura, un despropósito de vida la que lleva el azul protagonista, me recuerda un poco a la novela “las tribulaciones de Mister Wilt” de Tom Sharp, creo que no me he reido tanto leyendo un libro como con ese, y no sabía que usabas un personaje fijo, a ver como se las apaña para echar a las monjas de su caseta, jejeje, miles de besosssssssssssssssss
ResponderEliminarBuenos días, Susurros:
EliminarGracias por tu renovado comentario, tan risueño como afectuoso.
La verdad es que soy un juevero inexperto, sólo llevo 5 participaciones en el proyecto. En 3 de ellas, no correlativas, he ido serializando este relato de Danonino y Pandora. A ver cómo continúo la historia sin convertirla en histeria. Este jueves no participaré, ando un poco trostélido y llevo varios días con una migraña muy uraña.
El de Pandora es un personaje recurrente en mis ficciones más entusiastas. También aparece enloquecedora en el relato que protagonizo en la isla de King Kong.
Pedazo cumplido me haces al citar a mi admirado Tom Sharp. En la facultad intenté hacer un estudio sobre su Wilt, pero la eminente profesora no me lo permitió al no considerarlo “Literatura”.
Feliz miércoles, Susurros.