Jerome Charyn. Movieland. Chapter: “Children of Paradise”
Hijos
del paraíso VII
Regresé al Boulevard Arago, Pensando en “Fantomas”, especulando sobre si sería pelirrojo como mi amigo Martens.
«Los
intocables de Eliot Ness» había llegado a París –“Eliot Ness” y “Al
Capone” habían relegado a las películas francesas a algún lugar en los barrios–.
«Los
intocables de Eliot Ness» se proyectaba en todas las calles
principales. París, en sí misma, parecía un gigantesco plató en mitad de una
jungla sacada de Hollywood –un barco pirata varado, con infinitas cubiertas, un
paraíso para “Fantomas”... y para “Eliot Ness”–.
Yo me
sentía confuso. El viejo mito norteamericano del gángster y el chico bueno era
tan poderoso como siempre había sido.
Hablé con Martens. “Hollywood”, dijo, “fue la
fabulosa creación de unos monstruos, una ciudad mítica en un país mítico, que
producía mitos. Aquí no producimos mitos. Hollywood era el reino, la matriz de
todo”.
Me
preguntaba si Martens añoraría la
época de Luis XIV, si su corazón era monárquico.
“En
Francia no tenemos rey ni reina”, me dijo. ”Utilizamos
la de Mónaco como nuestra propia familia real”.
¿Y no era
perfecto el que nuestra propia princesa de Hollywood, Grace Kelly, la prometida de Gary
Cooper en «Solo ante el peligro», se hubiera convertido en la Princesa Grace de Mónaco?.. “En lugar
de en las instantáneas publicitarias, su delicada (y gélida) cara aparecía
ahora en los sellos de correos”, escribió Ephraim
Katz en «The Film Encyclopedia».
¿Pero no
teníamos la sensación de que Grace
nunca nos había dejado, de que Mónaco era una prolongación de Hollywood, un transfondo
de MGM o Paramount, un plató más... con la única diferencia de que se
encontraba en la Riviera Francesa?.
¿Cómo si
Dios fuera el “auteur” definitivo,
asignando papeles y destinos desde su casa en Beverly Hills?. ¿O era eso lo que
Hollywood quería que creyéramos?.
Movieland: Hollywood
And the Great American Dream Culture»; es una obra de Jerome Charyn, publicada
por la editorial Putnam ©®.