Jerome Charyn. Movieland. Chapter: “Children of Paradise”
Hijos
del paraíso XII
7.
Seguimos volviendo a Borges, que
había escrito novelas policiacas y publicado guiones junto a Adolfo Bioy Casares para un par
de películas de gángsters.
Borges había comprendido la peculiar habilidad del
cine, su pericia para espaciar el tiempo y adentrarse en los misterios de la
mente y el espacio que han preocupado a nuestra imaginación desde que empezamos
a intentar comprender quién diablos éramos.
Un hombre
no tiene una vida, nos dice Borges, “ni tan siquiera existe una de sus noches;
cada momento que vivimos existe, pero no su imaginaria combinación”. Pero
es esta combinación imaginaria la que da vida a nuestros sueños... y a nuestras
películas.
Borges nos habla de “Chuang Tzu”, el escritor
taoísta chino que, “hace más de
veinticuatro siglos soñó que era una mariposa; y, cuando se despertó, no supo
si era un hombre que había soñado que era una mariposa, o una mariposa que soñó
que era un hombre”.
Todos
somos “Chuang Tzu”, sumergiéndonos en el curso del siglo mientras soñamos con
un camino que nos lleve a través de un universo que puede, o no, existir; al
igual que unos niños en la sala de cine final, con un techo infinito y paredes
muy estrechas...
Movieland: Hollywood
And the Great American Dream Culture»; es una obra de Jerome Charyn, publicada
por la editorial Putnam ©®.
Hola, amable leyente:
ResponderEliminarHoy he publicado ocho entradas con las que completo la edición de mi traducción de «Hijos del paraíso».
Por el momento, no recuperaré más textos de mi traducción de «Movieland»; probablemente reproduzca algún capítulo de mis traducciones para novelas de Star Trek.
Gracias por tu atención.
Creo recordar que Borges no escribió novelas, sino cuentos. Aunque sí reseñas, críticas, de novelas imaginarias, así que podría decirse que las escribió.
ResponderEliminarEs cierto que estuvo vinculado al cine, como crítico, como guionista.
Esa vacilación entre que es el sueño, que es la realidad, esa una inspiración de historias.
Saludos.
Hola, Demiurgo:
EliminarGracias por tu atenta lectura que me lleva de regreso a un laberinto que recorrí al traducir este texto de Jerome Charyn: ¿Debía corregir lo que entendía como un desliz en su texto original, donde atribuía a Borges la escritura de novelas –afirmación que yo consideraba errónea–?. ¿Debía este ninotauro arremeter en su traducción contra el arquitecto del dédalo creativo que recorría?
No soy lector por motivación propia de la obra de Jorge Luis Borges, sí que lo fui de forma obligada, bien por imposiciones académicas o editoriales (en su condición de traductor). La obra de Borges es demasiado laberíntica para este ninotauro desorientado. Pero imaginé que Charyn sí que sabía desplazarse por ella.
Ante mi imposibilidad de contactar con el autor estadounidense, decidí guiarme por lo que sí sabía. Y es que el concepto de “novela” en el idioma inglés es más amplio que en el nuestro, allí también se aplica a lo que nosotros llamamos “cuento” o “relato largo”. Lo que ocurría es que, con esa afección, en inglés se usa el préstamo italianizante “novella” y Charyn había usado “novels”. Así que, ¿qué hacer? Consultar a mis editores conllevaba preguntarle a la inopia. Por lo que no sólo en esta encrucijada borgiana, sino que en las vinculadas con mis traducciones de los galicismos usados por el autor debía decidir qué dirección tomar. Opté por guiarme por el criterio de fidelidad al autor (ser traductor, no intérprete, de sus textos).
Vuelvo a agradecerte todas tus lecturas atentas de mis textos, compañero Demiurgo.
Y respecto a esa inspiración narrativa, que citas, en la evocación recreación de los sueños, sinceramente te considero un ejemplo preclaro de ello.
Un abrazo, Demiurgo.
Te ha quedado muy chulo! Besos
ResponderEliminarHola, Maite:
EliminarAgradezco tus comentarios animosos.
Un abrazo.
La verdad es que yo soy más de Cortázar que de Borges ( aunque sé que a ti no te gusta demasiado) y te lo nombro porque él y Bioy Casares nacieron el mismo año con unos poquitos meses de diferencia, sea como fuere, los tres son los grandes de la literatura argentina, bueno, junto a Sábato y sí, a mi también se me hizo raro leerte que había escrito novelas policiacas.. de hecho creo recordar que lo que Bioy Casares y Borges escribieron exactamente fueron cuentos “policiales” ni siquiera policiacos.. hay una antología de ellos que se llama así, para ser más precisos.. La verdad, es mira que es ardua la tarea del traductor, tienes muchísimo mérito y sí, la vida es sueño y los sueños sueños son.. como el que tengo ahora mismo, que se me están poniendo de chinita, así que mejor te deseo buenas noches, te dejo un abrazo fuerte y hasta mañana NINO!
ResponderEliminarjajaja los ojos quise decir.. ojos de chinita, perdón : )
ResponderEliminarHola, acertada MARÍA:
EliminarPues sí: ni Ernest Hemingway, ni Marcel Proust, ni Julio Cortázar, ni Jorge Luis Borges figuran entre los autores cuyas obras me llevaría a una isla desierta. Soy alguien que no desierta de su islote de criterio. Soy alguien que creció leyendo tebeos y novelas de quiosco. Mis gustos siguen igual de simples: me gusta lo que me entretiene, no lo que admiro. Sé apreciar la “alta literatura” en sus niveles formales. Al igual que Faemino y Cansado: “Yo leo a Kierkegaard”. El problema, mi eterna traba, está en que soy caprichoso para el arte y para la vida. Lo que no me gusta, no me gusta: no niego que el brécol sea una comida muy sana, pero de comerlo no me da la gana.
Al comienzo de este invierno, quizá ofuscado por mi falta de luces, intenté volver a leer la antología de cuentos escrita por Borges y Casares “Seis problemas para don Isidro Parodi” –en edición de editorial Bruguera para la colección “Club del misterio”–. Pese a su presentación en formato muy legible (24x17 cm y tapa flexible) y contar con el aliciente de presentar ilustraciones esporádicas, DE NUEVO no logré acabar la primera historia. ¡Soy así de trostélido!
Confío en que la lectura de este comentario no te vuelva a estar “chinando”.
Feliz tarde y mejor noche, MARÍA.
Me ha sorprendido que no te guste Borges, pensaba lo contrario ya que escribes con enfoques cercanos a algunos que él usa y ambos usáis un nivel elevado de lenguaje . Respecto a tu decisión de respetar el texto original, creo que fue la acertada, Un beso.
ResponderEliminarHola, Ángeles:
EliminarConfío en que tu sorpresa no conlleve una decepción. Voy a reformular mi afirmación: Nada me ha gustado de lo poco que he leído escrito por Jorge Luis Borges. A mi edad, no siento curiosidad por aminorar mi ignorancia de su grandiosidad.
Puedo ser un traductor torpe, pero no un intérprete avieso: cuando se me confío la traducción de una obra, la hice desde el mayor respeto a su autoría.
Un abrazo.
Hola, Nino. Borges es uno de nuestros autores universales y siempre figura entre los más leídos por otros escritores. Al principio me costó leerlo, pero ahora lo disfruto.
ResponderEliminarSaludos.
Hola, blog:
EliminarNadie discute la valía de Borges, ni mi tozudez: el que algo/alguien no me guste no le quita un ápice de valía o de atractivo.
Saludos desde este bloc.
Así que Kafka no inventó nada... Fue Chuang Tsu
ResponderEliminarHola, Alí:
Eliminar¿O fue Ovidio en sus “Las Metamorfosis”? En esta época de valorar el peso literario de una obra por su peso físico, me temo que el latino sobrepasa al bohemio.
Un abrazo.