El contenido literario de este blog está registrado en Safe Creative

El contenido literario de este blog está registrado en Safe Creative
Mis mejores deseos para ti y los tuyos, amable leyente, ahora y siempre

viernes, 1 de mayo de 2009

Sobre Jack el destripador 1 de 5


-->
Cuando muere un niño —y el 55% de los críos del East End fallece antes de cumplir cinco años— su cuerpo yace en la cama durante el día; por la noche al ocupar los vivos la cama, el muerto es puesto sobre la mesa en la que desayunarán al día siguiente.
Jack London, People of the Abyss (1903).


Es tan difícil explicar la pervivencia del mito de Jack el destripador en nuestros días —en los que un asesino en serie que sólo hubiese cobrado cinco piezas, sería expulsado a patadas de cualquier club de sacamantecas que se aprecie— como aclarar su repercusión en la sociedad abismal que configuraba el East End londinense en el otoño de 1888. Arrabal donde la muerte violenta era algo cotidiano. De hecho, el primer asesinato de Jack the Ripper, fue considerado el tercer crimen de una banda de extorsionadores de prostitutas en la zona.
Puede que la suma de una serie de factores explique todo el fenómeno que rodeó a estos asesinatos.
Hay que considerar la época en que ocurren los crímenes. En ese momento, en la capital del Imperio Británico convivían del impar Oscar Wilde —al que los victorianos no perdonaron su rebelión ante la inhumana sordidez del capitalismo industrial— al deforme John Merrick —El hombre elefante— monstruo de feria en la civilizada Inglaterra, mientras que en la salvaje India sería una deidad viviente. Del famoso vaquero Buffallo Hill, al desconocido tabernero Walter Ringler. De la abstinente Emperatriz Victoria, a la licenciosa Mary Nelly… toda una suma de personajes históricos y personas reales que componen un fresco de una sociedad tan lejana en el tiempo como cercana en sus consecuencias.



La concepción de Adolf Hitler, se produce en 1888, año en el que Nietzsche esgrime su teoría del superhombre y el antisemitismo recorre Europa de la mano del libro La France juive de Edouard Drumont.
En 1983, Karl Marx había muerto en Londres, ciudad en la que ya habían fallecido dos de sus hijos como consecuencia de las privaciones que sufrió la familia.

-->



4 comentarios:

  1. Sabes si es verdad que acusaron a Jack de ser español?
    Me ha parecido un anális muy bueno y me ha sorprendido como metes cuchillo al final
    Com tu dirías, JAR!!!

    ResponderEliminar
  2. Un comentario muy acertado y brillante el tuyo, Ricardo.
    Gracias

    ResponderEliminar
  3. Hola, David:
    Pues sí, en su momento se pensó que Jack podía ser un marinero español.
    En 1918 llegaría la gripe española, y los inglesitos ya quedaron contentitos en su eterno culparnos de todo lo que se menea
    .
    Lo de meter cuchillo suena muy saucy Jack, je je.
    Al final, se me fue la pinza, cosas de la abstinencia sexual.

    Jar!

    ResponderEliminar

Gracias por tu lectura comentada.

Entradas populares