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jueves, 13 de agosto de 2009

Si yo tuviera un martillo A


Como addenda al artículo centrado en Erik Larsen y su genial creación The Savage Dragon, os acerco este comentario subjetivo sobre su electrizante trabajo con un personaje ajeno, editado por Planeta allá por el odiséico año 2001.






Thor vol.IV número 26 al 28
Guión: Dan Jurgens. Dibujo: Erik Larsen, Klaus Janson.
Editorial Planeta.








Una de las ventajas de ser un dios, es que los milagros forman parte de tu vida cotidiana. Condición que se cumple en el mundo del Cómic, donde la colección que recoge las aventuras de El Dios del Trueno lleva camino de convertirse en uno de los epítomes más gloriosos de la milenaria existencia de este personaje divino.
Tras los primeros veinticinco salmos —en los que el celestial trabajo de John Romita Jr había dotado a la imaginería de la serie del tono empíreo que las andanzas de un dios entre todopoderosos merece— muchos fueron los filisteos que preconizaron el advenimiento de siete años de plagas y sequía sobre los páramos creativos en los que mora el personaje.
La continuidad de Dan Jurgens al frente de la escritura de los versículos, no garantizaba el mantenimiento de la calidad en la obra, en un medio en el que es tan necesaria la comunión entre el espíritu (guión) y el cuerpo (dibujo). Afortunadamente, la palabra se hizo imagen y anidó entre nosotros; y, durante los tres cánticos en que Erik Larsen ilustró las gestas de Thor, se mantuvo el tono mesiánico de la serie.




Y es que, para nuestro regocijo, el eremita Larsen abandona ocasionalmente el santuario de Highbrow Enterteiment —perteneciente a la congregación Image, donde glosa las aventuras de Savage Dragon, apóstol de los diferentes, al que sus fieles españoles no olvidamos en nuestras oraciones— para volver a la cofradía Marvel, donde devocionarios como Amazing Spiderman o Lobezno se han visto engrandecidos con su arte epifánico.
En estos tres episodios la conjunción de Jurgens y Larsen produce una obra que amalgama lo mejor de las confesiones dragonianas y asgardianas: frescura, agilidad y una sensación de que todo vale con tal de contar bien una historia, desbordan estos pasajes.
Gráficamente nos encontramos ante un Savage Thor en el que las fortuitas desproporciones y los regates a la perspectiva más elemental ayudan a humanizar al dios. Las escenas ambientadas en Asgard nos acercan un Reino Dorado deudor de Jack Kirby, con encuadres imposibles y decorados indescriptibles. Erik muestra su impronta en detalles como el intentar reflejar la fugacidad del tiempo en personajes como Frigga, que pasa de lucir un aspecto juvenil en su primera intervención, a mostrar un aire ajado pasadas pocas viñetas.
¡Ah los caprichos del dios Cronos, que afectan tanto a dioses como mortales!. ¿O es que acaso, estimado lector, no has sufrido alguna vez la experiencia mística de yacer con mujer de piel tersa e hidratada, para levantarte junto a un ente de dermis deslucida y tono macilento?
Esa máxima de tempus fugit afecta a gran parte del elenco de la obra. Y es que tanto El hombre absorbente como El grupo destructor han vivido tiempos mejores. Pero claro tras múltiples combates traducidos en derrotas, y vivir ocultos, mal alimentados y alejados del sol es lógico que presenten un aspecto desmejorado.

4 comentarios:

  1. Chaboin sos un groso loco te re pasaste con todos esos posts!!!

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  2. Hola Nino. Muchas veces nos has pedido que indiquemos las faltas que encontramos en tus textos, o estoy muy equivocada o fonde pones (nuestro regovijo) debería poner (regocijo)
    Aunque contigo nunca se sabe pues te gusta tanto jugar con las palabras
    Para cuando otro capítulo de K K?
    Besos

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  3. ¡Hola, Xavier!
    Temblando me dejaste, pues al principio confundí vuestro "chaboin" con nuestro "chambón".

    Sí vale, estoy grueso, pero me muero por adelgazar con la dieta del cucurucho.
    Chanchi

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  4. Hola, Medea:
    Muchas gracias, meni zenkius, tre bocú de mercis y gracie mile por tu indicación.
    ¡Has encontrado el huevo de pascua escondido en mi vergel palabrero!
    Como premio te dedicaré el próximo relato de K K (Aunque, no sabía que te gustaba Kunta Kinte)
    ¡Mami qué será lo que quiere el negro!
    Lo dicho, muchas gracias.
    Cosquillas

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Gracias por tu lectura comentada.

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