
-->
—Bueno, ¿te traigo algo del bar?
—No tío, ya queda poco para las siete y media; y la verdad es que prefiero esperar y tomar algo en el chiringo a hacerlo aquí. Además, ¿por qué no me esperas y hacemos el avión? Un par de cervezas y pa’casa.
—No... verás... prefiero bajar a donde Manolo y subirme algo.
—¡Bueno, anda, vale! ¡Coño! La verdad es que no creí haberme vuelto un brasas a raíz del divorcio. No sé tío, tan sólo pensaba en unas cañas y charlar contigo sobre cualquier tontería. ¡Joder, no creo que te haya dado tanto la vara últimamente!... Pero bueno, si tienes miedo a que te contagie el virus de la separación terminal, entiendo que...
—No, Tino, no es eso. Es que tengo la tira de trabajo sobre la mesa, y está el puñetero balance que tenemos que acabar antes del día veinte, y el presupuesto que hay que ajustar para optar al concurso.
—Venga, José, relájate fiera. Mira... más o menos tengo el mismo papeleo diario que tú. Lo del balance ya sabes, aunque en teoría lo tendríamos que realizar entre todos, lo acabaremos haciendo tú y yo; porque la otra... entre marcar culo y ajustarse el escote ya cumple el expediente. Y nuestros dos jefes mucho ir de compañeros y “A mí trátame de tú”; pero los cabrones se saben los dueños, y que nosotros somos los currelas que al final nos joderemos un fin de semana para ventilar el balance. ¡Coño, tío, pues ya está!, Venimos el sábado que viene y ¡raca! nos quitamos el muerto del puto balance. Luego felicitarán a Carmen por las fotocopias tan cojonudas que hizo, y a ti y a mí nos dirán: “¿Tendréis copias de todo, NO?” Como siempre, si ya sabes que...
—No, ¡joder tío, como siempre… no! El presupuesto ese es chungo, no sé a ti, pero a mí, la parte que me ha tocado... simplemente con hablar con los proveedores e intentar que nos hagan un descuento para así estar en precio, manteniendo nosotros cierto margen, ya me da un trabajo de la hostia. En dos días sólo lo he logrado con dos putos proveedores. Luego, atender a nuestros comerciales, contestar a las llamadas de los clientes, actualizar tarifas, ¡ando loco!
¡Vaya mierda de año, y acaba de empezar!
Souhaitez vous « être au bureau sans y être » ? Oui je le veux !
ResponderEliminarAyudar en un apuro laboral está muy bien, yo misma lo solía hacer, pero a veces realmente lo mejor es decir lo que una piensa.....hay muchos compañeros traicioneros y seguro segurísimo que algo bueno tendrán, pero yo no gasto mi tiempo en descubrirlo...dejo eso a las buenísimas personas y las ongs.
ResponderEliminarYa sabes que yo soy muy mala.
Otro besote
Rosa