Buenos días, descifrador de este blog:
Le escribe Dr. Vitus Werdegast –doctorado en Egomanía por la universidad de YoMimé Con-Migo–. Doy por sentado que me conocerá por mi participación ausente en la programación televidente de espectáculos tan turgentes como “¡Gran Hermano: Puagh!” o “¡Manda bemoles, Sonsoles!”.
Dr. Vitus Werdegast |
Imagino que, sin traerlo en ascua, se habrá preguntado la causa de las multiplicadas ausencias de Nino durante esta Pascua. Si usted es de los que se tragó lo de su condición “fantasmal” –o lo de sus alejamientos para acercarse a sus “musas creativas”–, permítame asegurarle que su inocencia no es bendita, sino preocupante: seguro que usted también creerá que una ammistía privada conlleva beneficios públicos o que la Tierra es plana –al igual que ciertos célebres cerebros–.
En este lunes tan frío, confío en no dejarlo helado, ardiente lector; pero me veo obligado a comunicarle un par de realidades sobre veleidades comunes en esta comuna literaria. Triquiñuelas que resultaba locuelo intentar hacerlas colar por más tiempo:
1)NinOrtea, Ninoskito, Danonino o bloguiNino no existen.
2)“Venyenloquecido” no es tan siquiera un palabro lingüístico, más
bien nos encontramos ante un descalabro “ninístico”.
No aparece en ningún diccionario ni manual de uso, ni siquiera en el del luso.
Como supongo que se
encontrará usted alterado tras haberle desvelado este primer misterio, dejo para un segundo informe la gloria a mi magisterio. Por cierto… ¿ha visto usted
pasar un gato negro mientras leía este texto sobre fondo blanco? Bueno, mejor
le pregunto a Nino que el siempre anda a gatas.
Y tenga siempre presente,
amable leyente: Con un grano de
sal, un hombre valiente puede caer, pero no puede ceder. Errar es humano. El
lobo puede cambiar su piel, pero no su naturaleza. La verdad es poderosa y
prevalecerá.
Ciertamente una alteración, espero el segundo informe. A veces el paso del tiempo me parece un transcurso manicomial.
ResponderEliminarSalud.
Muy buenas, Sr Cornadó:
EliminarSi está usted interesado en tratar su transcurso manicomial, yo –el preclaro Dr. Werdegast– estaré encantado de dejarlo sin recursos en mi manicomio.
Quizá la lectura de mi inminente informe ponga su ánimo conforme a que lo informe.
A su disposición.
Dr. Vitus Werdegast.
Este doctor me pinta muy vampiro! Besos 😘😘
ResponderEliminarMuy buenas, Srta. Maite:
Eliminar¿Le obsesionan los vampitos? ¿El trabajo le deja regusto a ajo?
Consúlteme con compromiso y le haré un decomiso.
A su disposición.
Dr. Vitus Werdegast.
Hola, Nino. Me ha encantado el texto, sobre todo el párrafo con el que lo cierras.
ResponderEliminarUn beso
Muy buenas, Srta. Ángela:
Eliminar¿Se ha planteado acudir al oculista? Este estudio es de mi autoría, no es una tontería del trostélido de Nino Ortea.
A su disposición.
Dr. Vitus Werdegast.
No hay problema. Te aceptamos como seas. Un beso
ResponderEliminarMuy buenas, Sra. Moreno:
EliminarAplaudo su carácter permisivo.
A su disposición.
Dr. Vitus Werdegast.
Todo un alegato sobre las bondades de la locura :)
ResponderEliminarAbrazos, Nino, y buena semana.
Muy buenas, Sr. Pina:
EliminarA diferencia de la hermosura, la locura nno tiene bondad y empeora con la edad.
A su disposición.
Dr. Vitus Werdegast.
Me gusto tu alegato . A veces a los soñadores los llaman locos. Te mando un beso
ResponderEliminar
EliminarMuy buenas, amable Citu:
A los soñadores no les importa cómo los llaman, sólo valoran la llama del ensueño.
A su disposición.
Dr. Vitus Werdegast.