-->
Los vestigios del miedo.
Son varias las obras que homenajean a las víctimas del 11 S. Marvel ha sido la editorial más sensible al respecto, guardando luto en sus portadas durante un año.
Heroes, donde superhéroes cooperan con humanos, ha vendido 250.000 copias de sus tres ediciones, y reunido 700.000 $ para las víctimas. En una cena, a 250 $ el asiento, se subastaron veinte originales, recaudándose 67.000 $. Moment of Silence, reconstrucción muda de situaciones de la catástrofe, está prologada por el ex alcalde Giuliani. Ambos tebeos no tuvieron costes de imprenta ni distribución. Bill Jemas, Joe Quesada y un émulo de Spiderman hicieron donación televisada de un cheque de un millón de dólares a favor de los damnificados.
Ya en el catálogo Previews de diciembre de 2001 aparecían productos marvel publicitados como momentos patrióticos. Sumándoseles litografías como Spirit of América, donde James Steranko plasma al Capi y a otros superhéroes en combate con las fuerzas del Eje. Con su edición firmada, 60 $, y sencilla, 30 $, Steranko confiaba en realizar un donativo de 100.000 $. No se ha alcanzado tal cifra.
Los dos volúmenes que forman el proyecto 9-11: Artists Respond (editado por Chaos, Dark Horse –impulsora del proyecto– e Image, con apoyo de Oni Press y Top Shelf) y September 11 (editado por DC) cuentan con una segunda edición que, a diferencia de la primera, presenta pequeños costes de imprenta y de papel.
A los beneficios obtenidos, se suma el que las editoriales den a organizaciones benéficas el porcentaje sobre ventas que habrían pagado a los creadores. DC gestiona las donaciones por ambos libros. Las primeras 40.000 copias de Artists Respond aportaron 230.000 $. DC no facilitó los datos de September 11. Estas editoriales centraron su respuesta a la tragedia en estos volúmenes, añadiéndose gestos como la memoria del aniversario en las portadas de DC, o la celebración patriótica que Image confirió a G.I.Joe o Superpatriot.
Alternative Comics coordinó 9-11: Emergency Relief, antología de autores independientes centrados en relatos autobiográficos. Tras rechazar el ofrecimiento de unirse al proyecto 9-11, los editores comprobaron la diferencia de trato respecto a las Grandes. El libro tuvo costes, traducidos en aumento del precio, y Cruz Roja, beneficiaria del plan, paralizó la distribución por usar su nombre sin su permiso. Si añadimos la quiebra de su distribuidora, LPC, sorprende que el proyecto alcanzase beneficios, con unas ventas de 145.143 $.
Joseph Michael Lisner produjo I Love N.Y. Basándose en presolicitaciones anunció la donación de 10.000 $ a Cruz Roja. Solventados los problemas legales, todos los gastos fueron cubiertos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tu lectura comentada.