El Demiurgo de Hurlingham
había propuesto a sus lectores que redactásemos para este jueves un relato
onírico partiendo
de una serie de indicaciones que detalla en esta entrada en su blog.
El tema de “los sueños” me
resulta esquivo en lo personal, ya que no los recuerdo al despertarme: duermo
de manera profunda. Por ello he optado por la pauta número 6 para incitar mi
inspiración:
6)
Una serie de pistas lleva a una casa en ruinas. Hay una puerta que se abre con
cierta llave extraña. Abrir la puerta lleva a lo desconocido.
Quienes me leéis con
relativa frecuencia, sabéis de mi gusto por el exceso en la escritura y por la
divagación expositiva. Dado que El Demiurgo proporcionaba el elemento
más precioso para la inspiración –la idea de partida–, el acomodarme a la
extensión indicada se convirtió en un ejercicio valioso de edición.
Confío en que el relato no
desmerezca a lo sugerente de la idea de El Demiurgo.
Feliz jueves.
Aroma de mujer
Hola, este relato forma parte de la antología «Nada ha sido probado», disponible en Amazon por 0,99 €.
Gracias.
Me gusta tu relato.
ResponderEliminarComo persona sensual que soy, uno de los sentidos que más me fascina es el olfato.
Un aroma puede desencadenar toda una serie de sensaciones y recuerdos de una forma vívida y casi tangible.
Una historia aromática. He podido casi oler el perfume de esta mujer a través del vagón, y las diferentes fragancias de su mansión.
una lluvia de besos aromáticos
Buenas tardes, Maduixeta:
EliminarEres única. Y entre otros rasgos, esta afirmación la colabora tu fascinación por el olfato.
Aunque me temo que tu encanto se vuelve en debilidad al acercarte a tanto pazguato que hace del hedor su distintivo olor; por no hablar de esas vaporizadas que gustan de anunciar su presencia a cuatro calles de distancia con su exceso de fragancia más bien rancia.
Basta leerte para adivinar tu exultante sensibilidad y tu fragante sensualidad.
Me basta saber que te ha gustado el relato, para que en vez de diletante me crea fragante.
Un placer tu compañía, Maduixeta.
Me gustan sus excesos y el aroma de este relato, sr Ortea
ResponderEliminarMás que imaginarme, me temo, que de saber de mis excesos su gusto tornaría en disgusto. Un placer el aroma de su compañía a esta hora de café y gratas sorpresas, doña Ángela.
EliminarUn arduo trabajo tal vez, pero es lo que hace. Y si además es ayudando a Pandora, nada menos, será un placer.
ResponderEliminarQue buena historia escribiste.
Buenas tardes, Demiurgo:
EliminarAntes de nada, gracias por bañar nuestra inspiración con tu raudal de ideas. He leído cuantos he podido y la totalidad de los relatos son magníficos. Reconozco mi debilidad por el de “Loquita”, pero mi capricho es así de pizpireto.
Tras leer a los compañeros, comprendí mi gran error: se me olvidó incluir el elemento onírico.
Mi reto era escribir de una sentada el relato y ajustarme a las 350 palabras. Cuando estaba decidiendo sobre qué idea desarrollar, me asomé al mirador de mi casa y la matrícula del primer coche rojo que pasó acababa en 6. Acabé el relato, lo acomodé a su extensión. Y busqué un par de fotos. Esta mañana lo releí y lo colgué. Ha sido una gran experiencia. Gracias, Demiurgo.
Un fuerte abrazo.
Está bien porque no hacía falta incluir el elemento onirico, sino desarrollar algunos los argumentos que he soñado, en diversas ocasiones. Una vez más, te felicito. Entiendo tu capricho, ese relato tiene mucho sentido del humor, caracteristico en Loquita Diplomada, quien además es hija de Gaby*, otra blogera que sigue mi blog.
EliminarMuchas gracias, Demiurgo:
EliminarGracias por la aclaración, me evitas seguir dándome de cabezazos por mi torpeza.
Rica es tu imaginación e ingeniosos son tus sueños. Es un detalle el que los compartas.
Sí, el relato de Loquita me pareció enloquecedor.
Ahora debo irme; pero en cuanto pueda seguiré leyendo a los compañeros, en primer lugar a Gaby.
Un abrazo, Demiurgo.
Una buena manera de recrear un mito.
ResponderEliminarGracias, Luciano:
EliminarEl mito se recreó por sí solo; de hecho suele acompañarme. Comparto la curiosidad de Pandora: no la veo como una imprudencia, sino que como un aliento frente al aburrimiento.
Gracias por tu lectura y comentario, Luciano.
casi puedo oler esas gotas de aroma a....
ResponderEliminarLa verdad es que soy coleccionista involuntaria de perfumes y aunque no tengo un criterio para usar uno u otro, suelo recordar aquello que está asociado a uno u otro.. incluso... a aromas que desconozco y se tornan nuevos abrigos .. y a la vez percheros de historias.
Un abrazo NiNO
Buenas tardes, AtHeNeA
EliminarSupongo que es tu encanto el que te convierte en coleccionista involuntaria de olores que en tu piel se vaporizan en perfumes.
Pienso que para sentidos y sentimientos no hay mejor criterio que dejarse llevar por sensaciones y alejarse de modas y modismos. Así evitamos convertirnos en acumuladores de experiencias desperdiciadas, que acumulamos en el fondo del armario a la espera de que vuelva a ponerse de moda el tono de pasión adecuado.
Quien colecciona experiencias no acumula quimeras, sino que atesora vivencias.
Un abrazo, AtHeNeA
Me encanta el misterio, que esta vez viene de mano de un aroma...
ResponderEliminarUn lujo pasear por donde ella le llevaba... el mejor viaje. Se podía perdonar el café.
Creo que Pandora escogió bien, pues a Tino es lo que realmente le llamaba.
Me ha gustado mucho.
Muchos besos
Buenas tardes, Carmen:
EliminarVoy a confiarte algo: me cuesta diferenciar entre el encanto y el embrujo.
Es algo que me ocurre por ejemplo al leerte: me encanta lo que compartes y me embruja cómo lo compartes.
El café más que perdonarlo se me olvida, ante el placer de vuestra compañía. Ahora, ya frío, sólo me queda desprenderme de él, pues ni los sentimientos ni los alimentos me gustan recalentados. Todo a su tiempo y en su momento.
Un abrazo, Carmen.
:) Gracias, siempre tienes palabras bonitas. Seguro que no las hay feas dentro de ti, porque tú sí que encantas y embrujas con tus escritos, con tus comentarios y con tu talante.
EliminarY no es coba ;) es verdad!
Muchos besos
Buenos días, Carmen:
EliminarGracias a ti por ver belleza en lo que son trazos asépticos. La belleza está en quien lee y siente; la intensidad. en quien escribe. Al menos en mi caso creo que es evidente que aporto el impresionismo y vosotros el expresionismo. Si bien es verdad que hay personas capaces de conjugar ambos procesos, no es mi caso.
Creo en el refuerzo positivo, que se logra más con aprecio que con desprecio; de ahí que el leer comentarios como el tuyo hacen que por un instante me vea así; pero, sobre todo, logran que intente ser así.
Me encantó tu relato y me sorprendió. Escribes sobre temas muy variados y con enfoques diferentes. Tú combinas la impresión con la expresión, Carmen.
Un abrazo.
El olfato es uno de los sentidos de fascinantes que existen. En nuestro interior siempre conservamos olores que nos trasladan a otra época de nuestra vida y que nunca podemos olvidar.
ResponderEliminarEsa Pandora hizo un gran fichaje.
Un abrazo
Buenos días, Carmen:
EliminarTardé en darme cuenta del poder evocador de los aromas. Imagino que a ello contribuyó el que he vivido toda mi vida en el mismo entorno y ciertos olores me han rodeado siempre.
Luego, según mis migrañas han ido aumentando ha ido aumentando también mi sensibilidad olfativa y mi debilidad ante algunos que me pasaban desapercibidos y ahora me activan (como el de la lluvia sobre el asfalto). Por desgracia, también está el problema con los hedores: antes reducidos al del brécol y la coliflor, y ahora omnipresentes en la falta de higiene humana.
Gracias por tu comentario, Carmen.
No te conocía y me ha encantado encontrarme contigo y leer tu relato.
ResponderEliminarLa puesta en escena me ha parecido magistral y el desenlace totalmente inesperado, enhorabuena.
No te conocía y me ha encantado encontrarme contigo y leer tu relato.
ResponderEliminarLa puesta en escena me ha parecido magistral y el desenlace totalmente inesperado, enhorabuena.
Buenos días, Tracy:
EliminarGracias por tu comentario.
Hasta hace poco, literalmente hasta ayer, me mantenía alejado de este tipo de actividades colectivas. Dejaba que mis inseguridades y ninocentrismos se alternaran para alejarme de propuestas comunitarias. Lamento mi conducta aislacionista. Le debo mucho a JLO, en hacerme ver involuntariamente lo fallido en mi conducta. Al igual que le tengo que agradecer al Demiurgo sus muestras de apoyo.
Me gusta gustar. Te agradezco que le dediques estas palabras de aprecio a un desconocido, Tracy.
Una especie de paraíso para alguien tan amante de las fragancias jeje...buena manera de aportar a la convocatoria de este jueves. Bienvenido!
ResponderEliminarP.d
por ahí se te escapó una sílaba y en donde debía decir "trabajar" el corrector automático te hizo escribir "trabar"
Buenos días, Mónica:
EliminarCréeme, fue un placer participar y está siendo un regalo contar con vuestras opiniones. Para no repetirme, me remito a lo que le he escrito a Tracy sobre mi conducta errónea.
Sí, Tino encontró su paraíso (creo que la curiosidad debe ser premiada mientras no sea chismoseo), a la vez que está en el lugar donde es más necesario.
Gracias por indicarme el despiste, Mónica. Es algo de lo que probablemente no me habría dado cuenta por mucho que releyera el relato “trabado”. Red un detalle que me lo indiques y tu lectura atenta es un detallazo.
Feliz viernes.
Los aromas...
ResponderEliminarMe guio por ellos.
Presiento lo que hay detrás de cada frasco que sin mirarlo huelo.
Mi preferido
Tresor
dulce e inquietante, para la mujer madura que sabe lo que quiere.
Y Miracle de Lancome.
Suave para una tarde de verano liviana de ropas mirando el cielo!!!!
Abrazos ...Hace frio en Miami
Buenos días, Mónica:
EliminarCréeme, fue un placer participar y está siendo un regalo contar con vuestras opiniones. Para no repetirme, me remito a lo que le he escrito a Tracy sobre mi conducta errónea.
Sí, Tino encontró su paraíso (creo que la curiosidad debe ser premiada mientras no sea chismoseo), a la vez que está en el lugar donde es más necesario.
Gracias por indicarme el despiste, Mónica. Es algo de lo que probablemente no me habría dado cuenta por mucho que releyera el relato “trabado”. Red un detalle que me lo indiques y tu lectura atenta es un detallazo.
Feliz viernes.
Me gusta el olor del relato.
ResponderEliminarUn abrazo.
Buenos días, Fabián:
EliminarLa verdad es que es el perfume de vuestras buenas palabras lo que aromatiza al relato. Sin vuestra lectura estaría inerte, es ante vuestros ojos que se abre y libera un aroma que se personaliza con cada lector, al igual que ocurre con esas flores que sólo liberan sus fragancias si tienen cerca a otro ser vivo. Tardé en comprender que lo que escribimos sólo vive cuando otros lo leen, creo que finalmente a este cáctus le ha brotado una flor.
Un abrazo, Fabián.
Un cuento que nos lleva de narices atraído por su fragancia -algo que en lo particular, me atrae sobremanera también. Hay olores que sin duda alguna, pasan a ser una debilidad. La trama, nos va llevando... un recorrido que nos enfrenta a un personaje peculiar. Y sí, asombra encontrarse a Pandora, buscando reunir todos esos misterios escapados de su caja, especialmente los aromas.
ResponderEliminarCierto es, que la curiosidad es capaz de hacernos llegar a donde menos lo pensamos. La invitación "a catalogar todos los aromas del mundo" me parece tentadora. Muy buen relato y un placer leerte y contar con tu aporte en este jueves de relatos. Desde ya te sigo!
Besos!
Gaby*
Buenas tardes, Gaby*:
EliminarTras el aluvión de comentarios y buenas palabras que han acompañado a este texto, envidio no ser este nuevo “hombre a una nariz pegado” que coprotagoniza mi texto. ¡quién fuera Tino en vez de Nino!
La protagonista del relato es “la curiosidad”, un rasgo humano que nos lleva a aprender y descubrir.
Como la curiosidad fue lo que me llevó a escribir sobre una de las propuestas de El Demiurgo; y la curiosidad te ha traído aquí a leerme, Gaby.
Al final voy a creer el lema virgiliano de que “la Fortuna sonríe a los audaces”. Al menos a mí está haciéndome feliz y que me sienta acompañado, después de haberme atrevido a cruzar el mar de mis inseguridades y los abismos de mis pretenciosidades.
Gracias por tu lectura atenta, tu comentario cálido y el detalle de tu compañía.
Ahora me voy a visitarte, Gaby*.
Me encantó tu relato, cómo a través de los perfumes fuiste elaborando su trama. Se me hace que Pandora resultó ser una mujer muy sugestiva y atrayente por lo que a Tino le fue imposible no seguirla. Catalogar todos los aromas del mundo seguro será una ardua labor, pero supo a quién recurrir para que la ayude.
ResponderEliminarQuiero agradecerte por tu comentario en mi blog!!
Un beso!
Buenas tardes, Loquita:
EliminarBienvenida a “Ven y enloquece”. Un placer haberte leído y un delirio leerte aquí, en nuestra casa. Sin desmerecer a nadie, ya que de todo lo que he leido he aprendido y con todo lo leído he disfrutado, tu relato es el que más me gustó; lo veo perfecto para un corto de Tex Avery: loco, ingenioso y divertido. Es curioso que en este mundo de cuerdos, el humor sentido sea un sentimiento ausente. Es una suerte que tú tengas en ello una diplomatura.
No me agradezcas por dejarme llevar por mi instinto, fue leerte y querer escribirte. Fue como ver un bombón y desear morderlo, o ver la luz y caminar hacia ella.
Magnífico tu relato, ahora vuelvo a intentar localizar la anterior aventura de Hannes.
Un abrazo, Loquita.
Elegimos el mismo sueño de Demiurgo y qué diferentes los hemos hecho. Esa es la magia de la creatividad y la imaginación. Me ha gustado mucho tu relato, el enfoque que le has dado hacia el sentido del olfato y el resultado final tan sorprendente. Ha sido un placer leerte!
ResponderEliminarBuenos días, Charo:
EliminarPermíteme que te escriba que siempre me gustó la sonoridad de tu nombre.
En alguno de los comentarios presentes en esta entrada, comento lo importante que ha sido para mí participar en esta propuesta creativa. Tras hacerlo me he ratificado en la comprensión del error persistente que cometí en todos estos años en que hice mía la idea de que “Para escribir en otros blogs, escribo en el mío”.
La “cobardía” tiene muchos nombres; y quizá uno de los más descriptivos sea el de “vanidad”, que me impide ver como soy.
Le agradezco a El Demiurgo el que nos ofreciera sus ideas. Ahora mismo me paso a leer tu texto. Más allá de encontrarme lecturas interesantes y en algunos casos fascinantes, mi periplo por blogs ajenos me está sirviendo para ver cómo convertís en fuego ideas que en mí sólo fueron un chispazo. El ver que otros lleváis a fin, lo que no supe empezar, me hace querer aprender.
Gracias por tu compañía. Charo.
Madre mía, ¡ya ves qué éxito tuviste!... Me ha encantado el tema, los pormenores sin abusos (de palabras, como dices), el sentido de esa llave tan peculiar, y el rastro de ese aroma. Muy buena construcción, nos llevaste directo al mundo de los sentidos, a través del olfato. Muy inteligente y aleccionador. También me ha gustado la falta de romanticismo, nos has guiado, a través de percepciones y sensibilidades, hasta llegar a la embriaguez (por aromas). Un sutil y aromático trabajo te espera... Un dulce terror...
ResponderEliminarMe hiciste recordar el libro "El perfume" de Patrick Süskind (1985).
Buen fin de semana, Nono.
Muy agradable siempre pasear por tu excelente espacio.
Mi grácil Clarisa, ha sido un placer comenzar y acabar en tu compañía el paseo por entradas recientes en el blog.
EliminarComo te sé lectora atenta y mujer intuitiva, me voy a evitar repetirte lo que ya harás leido o hacía tiempo que habías intuido. Pero, sí: me ha hecho bien participar en esta experiencia. Ahora lo importante es ver cómo administro este beneficio en lo personal.
Uno de los temas propuestos por El Demiurgo venía a ser “una mujer sube a una torre donde la espera un monstruo”. Para mi sorpresa y tras leer los relatos escritos por mis compañeros me he visto en esa historia: yo era el hombre que temía ser un monstruo, yo era el hombre que devoraba a esa mujer: devoro mis ideas y me alimento de mis fantasías. Ojalá dentro de poco escriba también esta frase en pasado.
Muchas gracias por tu compañía durante todo este tiempo, Clarisa. Para mí es un placer inmenso leerte: eres de verso firme y palabras claras; eres mujer y eres persona; eres alguien que recrea lo vivido y que crea vida. Eres un lujo que está a nuestro alcance en tu blog.
Un abrazo, Clarisa.
¿Y colaboraron? Imagino que sí, que para Tino sería feliz haciendo ese trabajo.
ResponderEliminarBonito relato, Nino y, por supuesto, puedes participar en los relatos de los jueves, esta es una convocatoria abierta.
Saludos.
Buenos días, Juan Carlos:
EliminarCreo que Tino sigue aquí. Yo ya no lo veo, Pandora me tiene absorto con su belleza. No salgo del cuarto en que me ha confinado, por su algún día vuelve a entrar aquí por error.
Gracias por tu visita y comentario, Juan Carlos. Me gusta tu propuesta abierta. Confío en ser capaz de musicalizar algo.
Un abrazo.
Esa fascinación por los aromas me ha recordado el libro titulado EL PERFUME, ty la obsesión del protagonista por conseguir un perfume único, inigualable. Como excelente perfumista tengo claro que Pandora ha sabido elegir un magnífico colaborador para conseguir, guardar y catalogar todos los aromas del mundo.Creo que has sabido resolver muy bien la propuesta del Demiurgo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muy buenas, Pepe:
EliminarGracias por tu lectura y comentario.
Eres el segundo lector al que le recuerdo El Perfume, tendré que viajar en el tiempo y adelantarme a mi copista adelantado, je je
Sí, además Pandora no le hace ningún daño al mantenerlo encerrado, ya que él está rodeado de lo que le gusta, los aromas y aislado de lo que le molesta, las personas.
La propuesta de El demiurgo era muy sugerente, mi texto es una primera mezcla. Confío en preparar lago para este jueves.
Un abrazo, Pepe.
Nino delicioso relato y nunca mejor dicho, nos vas conduciendo despacito hasta destapar con sorpresa a esa mujer enigmática, y seductora, venida de otro mundo a catalogar los perfumes de este. Precioso.
ResponderEliminarUn abrazo.
Buenos días, San:
EliminarGracias por tu comentario. Me alegra que el aroma del relato te haya resultado delicioso, “sorprendente y precioso.
En cuanto Pandora me deje salir de esta sala de escritura, me acercaré a la que ocupa Tino y le transmitiré tus palabras de aprecio.
Un abrazo, San.