Heroes are tired
Jim
Steranko is an unquestionable
architect of brilliant graphic images, and at the same time a modernizer of the
way heroes appear in comics.
The artist gave a new focusing to the one-dimensional
Marvel universe, crowded with seraphic paladins whose main quandary was trying
to get their dream girls’ attention. He brings the awareness of the loneliness
and unavoidable failure that present-day men go through.
His Nick
Fury, Agent of Shield’s depiction goes beyond a James Bond hyperbole. Nick Fury lives out his adventures in a United
Sates where the future is today. A Brave
New World, which exhibits with baroque pop images, a landscape full of ornery
citadels colonized by dadaism machinery, lustful apartments, neon mirages, cars
emulous of space-ships, and many different gadgets. But, beyond all this
paraphernalia that seems to proclaim the progress’ success, Nick Fury will uncover the face of assorted
atavistic menaces.
The fascist Hydra faction, immortal and prolific,
invades gigantic splash pages, where the disciples of wrath, yelling Hail to
the iron dream of barbarity, increase to infinity. Evil is an enigma
camouflaged behind a Celtic ghost’s semblance; hideous extra-terrestrial
menaces appear disguised as apollonian archangels; prophets of eugenics bear a
resemblance to both doctors Mengele
and H. G. Wells’ Moreau.
Or as an impenetrable arcane ruled by the signs of the zodiac, we face the
demiurgic assassin Scorpio.
But the most devastating aspect displayed by Steranko
is illustrating Fury unable to save,
nor even to understand, the ignored tragedy of a loser who, victim of fate,
blows up while trying to speak with the ones he loves at a grimy telephone-box.
Being unable to shelter the man in the street, the hero’s mission has no use,
and the idea of leaving the stage prevails. The idea of getting that card Captain America
reads at a fortune teller in a fair of darkness full of nightmares: “Tomorrow you live. Tonight I die”.
This trilogy, where he sketches with iron and sublime
hand the masked titan’s crisis, is one of the best moments in Steranko’s career. He is a virtual
stranger in a foreign land, prisoner of guilt, isolation and solitude. His only
way out, as in an alchemical process, is dying, in order to revive and become,
as Borges’d say, the other, the same. And this is the moral in Steranko’s work, the only way for a
hero to live his life free is abandoning his mission.
As time went by, his graphic novels become portraits
in noir form, Red Tide
and Outland, where we’re
introduced to detectives and futuristic sheriffs who understand their setting
is poisoned by corruption and lies; therefore the only option left is throwing
the badge, and walk from shadow to light.
But, first, they are to fight the final battle against the masks of
iniquity. Their main aim isn’t changing the state of things, but recovering a
quality in disuse today, dignity. The American author gives us a great ethical
lesson that –in these times where almost everybody pacts with infamy– should
make most of us meditate.
©Rubén
Paniceres.
¡Pero bueno! ¿y todo ésto quién me lo traduce a mí? tendré que ir a por el diccionario.
ResponderEliminarUn beso, Nino.
Buenos días, María:
EliminarMe merezco un buen tirón de orejas por la descuidada presentación del artículo.
Te/os cuento: esta entrada es de publicación programada (es habitual que publique en diferido, para así evitar mis problemas a la hora de acceder a Internet desde un ordenador de confianza). Muchas veces, hasta que no veo el texto final en el blog no detecto errores o despistes.
Gracias por indicármelo: había puesto en inglés el vínculo con el texto en español de Rubén,
Ahora ya está arreglado.
¡Gracias!
No soy de leer cómics, pero veo que tratan de temas que nos llegan y que tienen una enseñanza, si es que queremos recogerla. A la vez está el arte de sus ilustraciones...
ResponderEliminarHe tenido que meterlo en el traductor, no domino el ingles.
Gracias por tu comentario en el anterior, creo que nos te valoras tal y como eres; pero yo sí veo lo que te digo :)
Montón de besos
Buenos días, Carmen:
EliminarGracias renovadas por tu aprecio constate: quizá hay momentos en que me veo por lo que me falta y no por lo que tengo.
Sí, la Historieta es una forma narrativa muy completa, ya que une palabras con imágenes. Además, suele ser una obra realizada en conjunto (en el caso del cómic norteamericano, quizá esa división artística es excesiva) por lo que nos encontramos ante varias sensibilidades creativas a la hora de reflejar una historia.
Ya he solucionado el despiste con el tema de la traducción, al incluir un vínculo con el original en español. Además, el traductor de Goole lo realiza un robot analfabeto (me temo que sea mi admirado Bender de la serie •futurama”)
Un gran abrazo, Carmen.
Muchas gracias por el enlace. Ya lo he pedido leer bien y claro que no hay color.
EliminarBesos :)
Buenos días, Carmen:
EliminarCreo que los espíritua que animan Google, crearon su traductor inspirados por esa comparación con "traidor". Una cosa es la mpérdida de matices y otra que te ofrezcan un texto escrito por Belén Esteban en sus horas bajas.
Un abrazo, Carmen.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEl personaje de Nick Fury aporta un interesante elemento a los comics de Marvel, al ser un personaje dificil de clasificar. No usa doble identidad, pero tiene muchos secretos, más allá de la organización que dirige. Parece admirar a los heroes, ayudarlos, pero no tiene escrupulos en manipularlos para que lo ayuden en misiones altamente cuestionables. Y cuando parece que merece todo el odio del lector, tiene una participación clave como en Civil War, conviertiendose en el antagonista de Maria Hill, su segunda al mando, que es un personaje que merece todo un analisis. La odio un poco y a la vez me gusta.
ResponderEliminarBuenos días, Demiurgo:
EliminarNick Fury es un personaje que puede dar mucho juego tanto en su papel de vigilante de los vigilantes, tanto como mero mortal que camina entre poderosos titanes. Además, tiene un punto de jugueton con las damiselas y de socarrón con los damiselos, que hace que algunos de sus diálogos sena de lo más ágil en la narrativa de Marvel.
Su problema es común al que ha sufrido (casi) todo el elenco de personajes de la editorial: muertes y resurecciones/ procesos en los que se ha convertido en una copia del “Punisher2 o cualquier personaje de moda,.. y en general alejarlo de esa amena continuidad que tanto distinguía a Marvel del resto de editoriales (sus personajes no sólo tenían problemas “normales” –dinero, amor, jefes..–, las historias presentaban una continuidad que hacía que lo courrido en un tebeo marcara la trama del siguiente)
“Civil War” es, para mí, un claro ejemplo de buen proyecto explotado hasta el exceso para proceder a un reroceso (los muertos volvieron a la vida y los enemigos retomaron su amistad)
Creo que es evidente que, como en tu caso, amo y odio a la nueva Marvel.
Un abrazo, Demiurgo.