El
dibujo de Danijel Žeželj es imponente. Apenas conocido por el público
mayoritario, este artista –que pese a su juventud atesora un gran número de
obras engendradas en mercados tan diferentes como el italiano, el francés o el
norteamericano– parecía llamado a ser uno de los artistas que mayor
renombre alcanzarían en el medio, tras ser incorporado por el editor Alex
Alonso al mercado yanqui. Su
vinculación a Marvel, tanto en colecciones de mutantes como en series limitadas
–Captain America: Death Man Running, junto a Macan – así parecía
presagiarlo. Pero él ha optado por vivir una realidad que se acomoda a su deseo
y lo aleja de nuestros sentidos.
Sus
lápices en The Corinthian: Death in Vence realizan
un dibujo realista, casi minimalista, basado en un trazado sencillo y un
entintado vigoroso; logrando que el lector se centre en el relato de amor y
muerte –temáticas favoritas de Žeželj como escritor– y
no se entretenga con la
belleza del dibujo.
El
enfoque humanista de la trama es ratificado gráficamente por su seguridad a la
hora de dibujar la forma humana; el aspecto narrativo prima tanto en aquellas secuencias desarrolladas sobre
fondos planos, como en aquellas donde aparece una detallada descripción de
vestuarios y ambientes. Su acertada composición de las escenas, tanto de acción
como las dialogadas, presenta a los personajes en situaciones nada forzadas
narradas desde perspectivas y planos cambiantes.
Movimientos
tan variados como el Expresionismo Alemán o el Surrealismo Francés tienen eco
en las portadas de Dave Mckean, que ofrecen un impresionante
homenaje a los trabajos litográficos de los cartelistas de la época en que está
ambientada la historia.
Siempre
hay necesidad de buenas historias. Al igual que la obra se cierra con un tenue
canto a la esperanza, en la figura del matrimonio que anhela esperanzado el
nacimiento de su primer hijo, confiemos en que Macan y Žeželj sigan
contándonos, juntos o por separado, relatos que nos conmueven y entretienen
como pocos. Confiemos en que en Ucrania haya tiempo para la esperanza.
Seguro que sí, que también para Ucrania habrá un tiempo de esperanza...
ResponderEliminarAdmiro como escribes... Ha sido muy, muy interesante, gracias!
Hay una frase, que me ha gustado tanto que quiero pedirte el favor de que me la dejes poner (con tu nombre) en mi blog...
Es esta : Tan sólo el desamor se mantiene invariable, haciendo de cada beso una mentira, y convirtiendo cada mentira en un asesinato de esperanzas.
Ya me dirás si me das permiso.
Muchos besos
Buenos días, Carmen:
EliminarNo es que tengas mi “permiso”, es que tienes mi AGRADECIMIENTO.
Es un honor que algo que he escrito sea compartido; y más en un blog tan personal como el tuyo, donde la reflexión y la sensibilidad van de la mano de tu buen escribir.
Respecto a la guerra en Ucrania, ya ves que los abusos no se detienen pese al alto al fuego.
Sin esperanza no nos queda nada, al menos a mí.
Muchas gracias, Carmen,
Es triste lo de Ucrania, sí...
EliminarMuchas gracias!!! después la pondré, me ha calado esa frase tuya.
Un beso grande y más gracias :)
Gracias a tí, Carmen.
EliminarA mis casi 50 septiembres es vivificante disfrutar de una primera vez. Y, que yo recuerde, ésta es la primera vez que me citan sin ser para ir al médico.
Un abrazo, Carmen.
:)
EliminarMuchos besos
!!Muchas gracias por el detalle de dedicar una entrada en tu blog a una frase de este artículo. :-)!!
EliminarUn fuerte abrazo, Carmen
me gusta como escribes
ResponderEliminarLos textos largos me confunden
de tal manera que me resulta difícil opinar
Solo te digo que me ha encantado leerte
Mil besos muchacho
Buenos días, Mucha:
EliminarMe gusta como escribes, con palabras sinceras y sugerentes.
Me gusta que me digas cuándo mis textos te resultan largos y confusos, pues me ayuda e evitar volver a serlo.
Me gusta leerte, aquí, allí, a cualquier lado de este océano.
Un abrazo, Mucha.
Yo, aprendiendo... De todo esto que cuentas, la verdad, no he leído nada de sus autores, me considero una aprendiz. He leído poco Comic, Pero he sacado unas cuantas conclusiones al leerte. Una de ellas es tu inteligente premisa: Sin esperanza no nos queda nada. También comparto ese pensamiento, que probablemente, sea nuestra forma de comic interno, con el que nos permitimos, inventar, trasmutar, salvar... a nuestros personajes más íntimos...
ResponderEliminarGracias por ofrecer cuanto sabes. Salud!
Muy buenas, clarisa:
EliminarLo bueno se aprende por curiosidad, no por obligación. Me alegra que el leer este artículo te haya avivado el interés hacia los cómics. Como lectora atenta y considerada, sabes que cuento lo que me sugieren los cuentos, no lo que pone en ellos; pues para hacer de escribanos de los hechos ya están los señores notarios.
Darko es un escritor excepcional. Quedó muy marcado por la tragedia bélica que acompañó a la independencia de su país, Croacia. Aunque eso le ha convertido en un escéptico y su inteligencia lo convierte en un eterno insatisfecho encuentro en sus obras personales un brillo de esperanza.
Y sí, creo que somos campeones eternos en batallas por proteger la felicidad, en unas vidas ganamos y en otras perdemos. Lo importante es que siempre habrá un nuevo combate.
Salud y suerte, Clarisa.