6) Libros que me gustaría leer
Lo
que quise leer lo he leído, o al menos lo he intentado. Gracias a la generosidad de personas que me han conseguido en Internet una larga lista de títulos que me apetecía ojear/leer/acumular, no creo tener ninguna
lectura pendiente. Lo que sí me gustaría es saber más idiomas, para así leer las
palabras de los autores y no las de sus traductores; de ahí que básicamente
limite mis lecturas a escritores en español o inglés.
7) Ciudad que más te gustó visitar
De
niño, disfruté visitando el pueblo de Kirrin y sus alrededores de la que
formaba pandilla con “Los Cinco” hijos de Enid
Blyton. En la juventud, vagabundeé por la Norteamérica descrita en las
novelas de Raymond Chandler, Dashiell Hammet o Chester Himes. Ahora, diría que callejeo por
las calles de ciudades imaginadas; ya que aunque la novela que esté leyendo
transcurra en un entorno geográfico concreto, siempre le añado aspectos que le
imagino, pues suelo prolongar mentalmente las historias que leo.
8) Ciudad que me gustaría visitar
Me
gustaría curiosear en la Lilliput de Jonathan
Swift. ¡Sería una gran oportunidad
para sentirme como mi fabulado King Kong!
9) Lo que más me gusta de tener un blog
Es
algo que me agrada y sorprende. Mi relación con Internet es bastante
accidentada y la que tengo con la creación blogeística es turbulenta. Creo que
escribo demasiado, que si me centrara en la calidad de lo que escribo mis
textos tendrían algo de la calidad de la que carecen. Me atrapa lo
contradictorio de escribir en Internet: lo efímero de la vigencia de lo que
compartes, pero la supuesta eternidad que tendrán esos textos.
Me
gusta escribir y me gusta leerme. Me sorprendo al releerme. Creo que escribo de
manera inconsciente (a través de mis heterónimos) para leerme conscientemente.
Escribo por placer o por rabia, eso lleva a que lo haga de manera caprichosa y
que mis textos no funcionen fuera de mi cabeza.
10) Lo que menos me gusta de tener un blog
La
sensación de que descuido la respuesta a los comentarios que recibo. Me temo
que puede ser tomada como una muestra de descortesía o desinterés.
No me
gustaría despedirme sin agradecerte tu interés hacia este blog y mi persona,
JLO.
Un
abrazo.
Nino, gracias por compartir esta interesante entrevista a través de la cual podemos conocerte un poquito más, aunque creo que la mejor forma de conocer a un escritor es a través de sus escritos, donde muestra lo que no se ve o no se puede verbalizar. Releerse es la mejor forma de perfeccionamiento, sin duda. Nos vemos por las calles de Lilliput... ¡Un abrazo! Gema
ResponderEliminarBuenos días, Gema:
EliminarGracias a ti por tus palabras.
Me llama la atención, hasta el punto de avivarme la ilusión, el que una persona desconocida muestre interés por saber sobre mí. Es algo que le agradezco sinceramente a JLO, pues ya es éste el segundo cuestionario con el que me vincula. También os lo agradezco a todos los que en un momento leéis este blog y mucho más a los que comentáis en él.
Entiendo perfectamente la apreciación que haces sobre la manera de acercarse a un escritor de ficción: muchas veces escribe a través de un personaje fabulado, al que sólo conocemos cuando escribe. Es curioso que, por ejemplo, en el campo de la “Interpretación”, los espectadores tienen claro que un actor deja de ser su personaje cuando se apagan los focos; pero en un escritor cuesta aceptar eso de que su persona sea diferente cuando deja de fabular su personaje.
Confío en que cuando se me invita a participar en este tipo de cuestionarios, no decepcione que quien lo contesta soy yo y no mi heterónimo “Nino Ortea” en cualquiera de sus voces literarias. Además, Nino Ortea nunca respondería de manera desinteresada a un cuestionario: él siempre cobraría algo, aunque fuera una libra de carne.
Y ahora, si te apetece, callejeemos un rato por las calles de Lilliput, Gema.
¡Chapeau, messie Nino!
ResponderEliminarDanke schoen, fraulein Angela!
EliminarGracias por tu visita y comentario.
Interesantes respuestas. Me gusta eso de los autores tenaces. Stephen King ha escrito buenos libros.
ResponderEliminarEs curioso como todas las respuestas prefieren el formato físico.
Muy creativo lo de Liliput.
Pero me parece equivocado lo de descuidar las respuestas a los comentarios. Creo que le pones dedicación, vos y tu legión de personajes.
JLO hizo muy bien al incluirte.
Saludos.
Buenos días, Demiugo:
EliminarTe agradezco tu aprecio; el cariño nunca sobra en el ánimo y la autoestima agradece el interés de personas estimables.
Stephen King tiene una obra vasta, de la que leo aquello que, por alguna razón, despierta mi interés. Me fascina su habilidad narrativa y lo rápido que esboza a sus personajes. Sinceramente es uno de las personas/personajes a las que me gustaría conocer con tiempo para conversar.
Respecto a la preferencia mayoritaria por los libros y no los textos digitales, quizá la fuerza de la costumbre explica en parte esa elección. Además, probablemente muchos no tengamos unas máquinas lectoras de gran calidad, ni hayamos comprado una buena versión digital. En mi caso hablo básicamente de la lectura de pdfs y txt, textos donde las palabras aparecen desprovistas de todo cuidado formal y el atificio que desarrollan se presenta enmarañado.
Supongo que un psicólogo encontraría muy delatora esa respuesta en la que “evidencio algún trauma de la infancia, a la vez que un egocentrismo tamaño king-size”.
El tema de los comentarios, aquí y allí en vuestros blogs, es algo que me crea inseguridad. Quizá ésta se deba a que los escribo yo y no mi personaje: los comentarios van dirigidos a una persona uqe lee y opina, no los lanzo al viento como sí hago con los textos. Siempre encuentro mis comentarios como tardíos (una de las bases de Internet es la inmediatez), largos (otra de las bases, es la concisión) o endogámicos (suelo escribir ideas que me reescribo tras leer, en bez de hablar sobre lo leído). Únele que no ojeo los comentarios previos (con lo que puedo estar alejándome de la línea común de opinión) y que escribo apurado (el estilo se resiente); de ahí que me gustaría comentar con más tiempo.
Muchas gracias por tus estimulantes palabras, Demiurgo.
Un abrazo.
me gustó leer al pasar a Prince y Dalí como referentes, con King uno tiene algún preconcepto que yo corría cuando lo leí.... y su libro en que te enseña a escribir mezclado con su biografía es para recomendar fervientemente...
ResponderEliminarnunca como el papel, en eso coincidimos todos aunque lo hagamos desde una computadora ja... me gusta tu imaginación que te hace llevar a pensar en visitar ciudades dentro de los textos, excelente...
ves? vos tenías que hacer esta encuesta dado la inventiva y el esmero que le pusiste.... felicitaciones Nino!!! o en este caso Marcelino ja.... abrazo grande....
Buenos días, JLO:
EliminarMuchas gracias por contar conmigo. La verdad es que no sabía si hubieras preferido que el test lo contestara de mi alter ego, después de todo él es quien escribe el blog. Es más, me planteé poner como comentarios las respuestas que se le ocurrieran a Nino Ortea, pero creo que habría quedado la cosa muy marciana.
Leí un libro de King, Stephen no Kong, sobre el proceso creativo. Empezaba hablando de sus bolos con su banda de rock, no sé si será el mismo que recomiendas.
En mis tiempos de bonanza económica, cuando conseguía alguna copia literaria en txt o doc, le daba formato y lo imprimía. Me gustaba la experiencia de ser editor. Ahora no compro libros, ni los imprimo. Me paso por las librerías, más ahora en invierno, ojeo las ediciones y me voy a la biblioteca pública a solicitar que, con suerte, compren libros que me interesan. Para mi vergüenza, descargo cuando puedo textos y ciber-cómics. Me siento un acumulador y un fariseo, quizá ese disgusto con el material hace que su lectura me sea incómoda.
¿Imaginación? ¡Pensé que era el objetivo de la pregunta1 En realidad iba a poner Buenos Aires, por ver si me invitabas a pasar una temporada en tu casa. Lo del viaje lo solucionaría facturándome al portador.
Gracias por tus palabras, intenté corresponder a tu confianza.
Y sí, quizá este tipo de reflexiones sean más de Marcelino que de Nino. Aunque, sinceramente, Marcelino es cada vez más inexistente en mi vida.
Un fortísimo abrazo, JLO.
Una encuesta llena de respuestas interesantes.
ResponderEliminarUna lluvia de besos, Nino
Buenos días, Maduixeta:
EliminarMe gusta que quienes me estimulan me encuentren interesante.
No veo en ello un componente fatuo, sino un intento de corresponder al sentimiento despertado. Además, al venir vuestros comentarios de personas desconocidas en mi rutina ajena al blog, veo en vuestras palabras un pasaros a saludar. Curioso el que quienes me conocen en piel y huesos no se acerquen: ¿debería cambiar el desodorante por un desinfectante?
Bueno, los importantes sois quienes estáis aquí, no quienes deciden no acompañarnos.
Un cálido abrazo, Maduixeta. Gracias por estar aquí.
Enhorabuena por el premio, realmente lo mereces. Me ha gustado lo bien que te has trabajado las respuestas llevándonos de un lugar a otro... Ha sido muy interesante conocerte, porque eres un ser muy interesante :) (no es coba, es cierto)
ResponderEliminarCreo que el libro que lees ahora me encantaría.
Muchos besos
Hola, Carmen:
EliminarTe agradezco tus palabras.
En mis respuestas intento hablar de mí, no de mis heterónimos. Contestar a este tipo de cuestionarios amigables me ayuda a pensar cómo fui y cómo quiero ser.
El intentar ser quien uno quiere ser suele despertar suspicacias en entornos insospechados: uno puede esperar que en su oficina le llamen la atención por ir al trabajo calzando unas cómodas zapatillas, pero no que lo critiquen por llevarlas cuando alguien se auto invita a su casa.
Vivimos en una sociedad saturada de lumbreras que nos dicen cómo hacer aquello de lo que ellos no tienen ni idea: lo vemos en la vituperable clase política, en las astringentes estructuras sociales… pero sobre todo lo sufrimos en las pantanosas relaciones familiares. Más allá de la figura totémica de la señora suegra, es triste eso de sufrir a la cofradía del “tú lo que tienes que hacer”… integrada por marineros de aguas dulces cuyas vidas se desarbolan en plena calma chicha.
Por eso, te agradezco tus palabras, Carmen. Gracias por hinchar mis velas con tus ánimos y enhorabuenas.
Es cierto que es muy fácil vivir la vida de los otros...
EliminarCreo que haces bien, que no debemos dejar que nadie nos diga como tenemos que vivir nuestra vida, es muy corta...
Muchos besos :)
Buenos días, Carmen:
EliminarCreo que en ese vivir la vida de otros, hay personas que se desviven por el prójimo no por ayudar al necesitado, sino que por alejarse de sus problemas.
Es una especie de intento falsario, más o menos consciente, de unir el “que nadie sepa mi sufrir” con “para que veas que bueno soy”. Estas personas, más bien “vampirillos emocionales”, suelen contar con gran reconocimiento social, pues son vistos como bien dispuestos y solidarios. El problema viene cuando te das cuenta que lo que esa persona quiere no es ayudarte, sino usarte; ya que el tener a alguien a quien echar un capote les hace sentirse un torero en su tarde de gloria, por lo que siempre buscarán que tu situación no mejore del todo, para así mantenerse entretenidos y sentirse reconocidos.
El problema viene cuando intentas alejarte de esos menesterosos de paripé, la lluvia de recriminaciones que recibes se convierte en granizada de desconsideraciones ante tus razones sin pruebas tangibles más allá de los rasgones en tu sentimiento. De ahí a que te señalen como paranoico, es simple cuestión de tiempo.
Gracias por tu compañía, Carmen.