--> ...pues en casa nunca ODIA dos veces
Pese a su título, Hate no es una obra impregnada de resentimiento, ofuscación o animadversión, firmada por un creador maldito. Para eso ya está este blog.
Tampoco estamos ante una creación que le sirve al autor para proyectar sus problemas personales y arreglar cuentas pendientes; algo que sí ocurre en muchos trabajos que sirven a sus firmantes para aliviar su resquemor social. Como es el caso de David Sim y su Cerebus, cuyo lector es en todo momento partícipe del día a día del autor.
Hate es un producto exitoso, creativa y comercialmente, donde Bagge –manteniendo su impronta gráfica y narrativa— refleja vivencias comunes a gran parte de los lectores, independientemente de su condición, edad o sexo. Junto a planteamientos disparatados, y habitualmente distorsionados, conviven reflexiones, normalmente disfrazadas de reflejos accidentales, sobre el lado menos amable de vivir en la sociedad del bienestar.
Ojeando los tebeos, uno puede quedarse con las escenas de sexo explícito, consumo de drogas o cabreos paternos. Leyendo las historias, puedes encontrar personas que ven en mantener una relación de pareja la única forma de escapar de su soledad, que encuentran en el consumo de alcohol un paliativo a su angustia, o que ven en la confrontación la única forma de comunicarse con sus allegados.
Bagge entiende el “odio” como una consecuencia de tener las ideas claras, y saber que no quieres tener nada que ver con mamones y mamonadas, por mucho que vengan fajados en la piel del éxito. Sus personajes son indiferentes a los mensajes de consumo convertidos en necesidades. No necesitan tener el último disco del penúltimo “triunfito”, sino disfrutar de un buen disco de una buena banda.
Buddy no ambiciona nada ajeno; busca que no mangoneen lo suyo, y no duda en airear su inconformismo ante el vacío que lo rodea. Es esta condición de “joven airado” lo que lo convierte en “odioso”; tal y como le ocurriría en nuestro Mundo Real –constreñido por el blanco y negro que marcaron en las viñetas los primeros pasos de Hate– donde muchos califican de antisociales a los que defienden que OTRO MUNDO ES POSIBLE.
Buddy no ambiciona nada ajeno; busca que no mangoneen lo suyo, y no duda en airear su inconformismo ante el vacío que lo rodea. Es esta condición de “joven airado” lo que lo convierte en “odioso”; tal y como le ocurriría en nuestro Mundo Real –constreñido por el blanco y negro que marcaron en las viñetas los primeros pasos de Hate– donde muchos califican de antisociales a los que defienden que OTRO MUNDO ES POSIBLE.
Bagge mantiene una actitud crítica y libre ante la vida. Principios que aplica al proyecto creativo. Aunque aborrece del ideario de las grandes editoriales, no duda en desaprobar la actitud de muchos de sus compañeros del cómic independiente, que con sus métodos convierten un universo creativo en camarote artístico.
De hecho, sufrió ataques por preferir incluir publicidad en Hate a subir su precio, con el paso al color en el episodio 16; o por el cortometraje animado sobre ODIO que Steve Loter dirigió en 1995.
De hecho, sufrió ataques por preferir incluir publicidad en Hate a subir su precio, con el paso al color en el episodio 16; o por el cortometraje animado sobre ODIO que Steve Loter dirigió en 1995.
Afortunadamente, el lector español puede disfrutar en su lengua de esta obra, en una edición cuidadosamente acertada.
Lo que sigue es un somero acercamiento a ella. Si odias que te destripen las tramas, este es un momento perfecto para que te pongas a buscar por Internet fotos de Megan Fox, o videos de Mariah Carey embebida.