
Me duele la muerte de un ser querido. Si es por propia voluntad me desconcierta. Pero, tras la desorientación, sigo caminando. Sigo soñando. Sigo viviendo.
Ya estás tumbada, Luisa. Descansa. Compartiste tu amor y recibiste adicciones. Yo estaré haciendo ruido, para que se sepa que seguimos aquí. Saluda a mi madre, y a todos los que me esperan. Es marzo, pero sigo pensando en las nieves de abril.
Quizás ahora encuentres tiempo para aprender inglés.
Nino
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