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Mis mejores deseos para ti y los tuyos, amable leyente, ahora y siempre

lunes, 26 de diciembre de 2022

El hombre de dos cabezas VIII

 

Jerome Charyn’s Movieland, chapter 10: Two-Headed Man

El hombre de dos cabezas VIII

  

Raymond Chandler era otro hombre del oeste.

Su detective de ficción, Philip Marlowe, tenía su oficina en la misma tierra de las películas, cerca de la esquina de Hollywood Boulevard con Ivar Avenue. Y como gran parte de la gente que lo rodeaba, Marlowe está solo y desarraigado. Continúa embrujándonos y molestando nuestro sueño, porque a pesar de su bravura, y su profunda desconfianza en las mujeres —lo cual definiría al noventa por ciento de los héroes del cine—, él tiene la cualidad de poseer una amnesia en desarrollo, que describe el montaje y desmoronamiento de nuestras vidas en un siglo de sonámbulos y psicópatas.



Marlowe, de acuerdo con Raymond Chandler, es “un hombre solitario, un pobre hombre, un hombre peligroso... creo que siempre tendrá una mugrienta oficina, un casa solitaria, una serie de relaciones, pero ningún vínculo permanente. Creo que siempre será despertado a una hora inconveniente, por una persona inconveniente, para hacer algún trabajo inconveniente... siempre lo veo en una calle solitaria, en habitaciones solitarias, desconcertado pero nunca vencido.”

Él es la criatura en la que muchos de nosotros tememos convertirnos; una parte de la sociedad, aunque alejado de ella, sin familia o auténticos amigos, un espíritu que nos podemos encontrar representado en la pantalla de un cine: el superviviente mostrado como animal urbano.

Tal vez ésta sea la razón por la que tenemos tantas encarnaciones de Marlowe en la pantalla, tantas caras para un único detective, como si un único actor no pudiera abarcarlo, ni capturar lo que es. Dick Powell, Humphrey Bogart, George Montgomery, Robert Montgomery, James Garner, Elliott Gould, Robert Mitchum... Marlowe no tiene un rostro definitivo. Existe en el límite de nuestros sueños.

 

«Movieland: Hollywood and the Great American Dream Culture»;

 es una obra de Jerome Charyn, publicada por la editorial Putnam ©®.

 

 

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lunes, 19 de diciembre de 2022

A ti, María, y a todos nuestros compañeros



¡Que disfrutéis de una Nochebuena estimulante!


Abrir un blog puede ser un capricho, el resultado de un desbordamiento emocional o creativo; pero mantener ese blog, encauzarlo con el aporte de las aguas creativas propias y de los afluentes ajenos no es fácil. Al menos, no es fácil hacerlo con un mínimo de calidad de contenidos y de cuidado en los comentarios.

Hay personas que enfocan su blog como quien escribe la lista de la compra y despachan a sus comentaristas como quien da el turno en la charcutería. Pero ni tú ni yo somos charcuteros o chacineras. Somos comunicadores, María.

Y la comunicación verbal es un proceso de interlocución que requiere tener un mensaje que trasmitir y un medio para hacerlo. No siempre tenemos un mensaje, o no sabemos cómo codificarlo (las ideas o emociones propias pueden quedar fuera de un vocabulario normalizado). Y son muchas las veces en que no tenemos un medio, sino muchos miedos que atenazan la comunicación.

Me pasé más de dos años silente, atenazado por mis miedos y viendo mí vida desmoronarse entre una armonía de palabras de ánimo vacías de intención. En los catorce años que llevo gestionando este blog, he tenido muchas ausencias de él sin que el mundo se parara. Ni siquiera se detuvo el mío, el del ciudadano Marcelino.

Uno escribe cuanto puede y comparte cuando puede. A uno lo lee quien quiere y puede. No estamos obligados a compartir lo propio ni a leer lo ajeno. El no leer a alguien no es señal de desprecio, es una muestra de criterio. El que quien nos lee no nos comente –cuando la mayoría de nuestros lectores son autores de blogs–, se debe a que nuestro texto no funciona como pretexto comunicativo para quien nos da su tiempo lector. El recibir un comentario es un estímulo; y el que éste demuestre una atención lectora (que hay quien trae sus comentarios de charcutería a la Blogosfera) es el mayor de los regalos.

Entramos en época de regalos. Gracias por éste tuyo, amable leyente. Lo mejor para ti y los tuyos, ahora y siempre.

 

Un abrazo para ti, María, por la inspiración de tu afecto.

 

Nino Ortea. Gijón. España. 2022.

 

Dedicado a María, autora del blog «El saco de mis pensamientos».


 





domingo, 18 de diciembre de 2022

El hombre de dos cabezas VII

 

Jerome Charyn’s Movieland, chapter 10: Two-Headed Man

El hombre de dos cabezas VII

 

¿Cuántos relatos sobre Williamsburg guardaba en su interior nuestro Daniel? Él buscaba nuevos territorios. Y, en mitad de la Gran Depresión, recibió un contrato de trece semanas con un estudio de Hollywood. Podría criar a sus hijos junto a arboledas de cítricos y árboles Joshua. “Aprecio mucho los huesos de sus cuerpos.”Y vivir en Beverly Hills no podía ser mucho más dañino que hacerlo en Williamsburg o Brighton Beach. Si Fuchsse vio “atrapado en los sueños adquisitivos y el aislamiento centrípeto de la cultura de los inmigrantes judíos”, eso mismo les ocurría a JackWarner, Harry Cohn, Irving Thalberg, Louis B. Mayery Darryl F. Zanuck –el cual ni siquiera era judío–.

No fue Hollywood quien mató a Daniel Fuchs por aferrarse a esas ciudades amuralladas, a esos reinos-castillo; ni por sentarse junto a Harry Cohn en el comedor de Columbia. Cuando los viejos amigos le preguntaban cómo había caído en el silencio, Fuchs solía decir: “Yo escribo, a solas o en colaboraciones, partiendo de mi propio material o de otra fuente, por la mañana y por la noche, en el estudio y en mi tiempo libre, hasta que lleno los estantes y valoro la reticencia como la joya más escasa”.



Un hombre de dos cabezas en los jardines de Hollywood que nos dio «The Gangster» y «La cicatriz». Guiones en lugar de nuevos romances y planes para “Philip Haynan” y las tortuosas rutas de Papravel en la línea que va de Williamsburg a Catskill. Tal vez en otra época tengamos una teoría para guionistas principiantes que les proporcione una mayor cotización. Mientras tanto, Daniel Fuchs es un escritor que se casó con los reinos-castillo, no con Williamsburg Bridge. Y, ¿por qué? “Por la abundancia de trabajo, el placer del entretenimiento, los felices días de holganza; por los castillos y los soñolientos decorados; por todos los fortachones que he llegado a conocer, John, Bob y Sam; por las fiestas en casa de Barney, los buenos momentos en el bar de Phil, las flores, los sicomoros, las caricias del sol”.

Es un credo triste, así parece. El sacrificio de una creativa vida interior por un “asentamiento” en Hollywood, por una llave para todos esos pequeños reinos. Pero no tiene nada en particular que ver con la metafísica que describe Daniel Gordon, y sí con el temor. El novelista está aislado por naturaleza, debe vérselas a solas con el escaso talento que tiene: viva en California del Sur o en las salvajes calles de Brooklyn. No puede colaborar. No se puede “sentar” bajo el sol. Lo que convierte en conmovedoras las palabras de Fuchs, es saber que necesitaba ese Hollywood al oeste de las Montañas Rocosas; que necesitaba la colaboración, la amistad y las flores tras los muros del laberinto.


«Movieland: Hollywood And the Great American Dream Culture»;


 es una obra de Jerome Charyn, publicada por la editorial Putnam ©®.

 

 

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viernes, 16 de diciembre de 2022

Tiempo de anhelo

 


Navidad es tiempo de anhelo. También lo es de añoranza; de evocar tiempos pasados y honrar a las personas ausentes. Pero, ante todo, Navidad es tiempo de esperanza. Y espero que los tiempos que vienen, aunque comenzarán como difíciles, acaben siendo esperanzadores.

Todo mi amor por los ausentes y aprecio a los presentes.

Nino

 

Ésta va por mi padre: Marcelino.


Vicente Fernández - El Rey (En Vivo)[Un Azteca en el Azteca]

 

Felicitaciones navideñas recibidas:


Cora

https://desdemialmasiemprecora.blogspot.com/

 


Mag

https://latrastiendadelpecado.blogspot.com/




                                                         Daniel Castaño







jueves, 15 de diciembre de 2022

Este jueves, un relato: Un fin para Regina Clámor

Este jueves nos vamos a Hurlingham –dominio solaz del sagaz Demiurgo– para encontrarnos entre relatos de clamorosa calidad.

El tema propuesto se centra en la descentrada “Regina Clámor” –personaje creado por Demiurgo y disfrutado por todos– a la que se nos propone que le demos un final que pueda ser también un principio.

 


La semana se me está presentando ocupada; pero quería participar en el encuentro y lo hago rescatando una historia sobre un secuestro: el de Regina Clámor. Historia con la que participé, hace años, en otra convocatoria de Demiurgo. Historia que eliminé del blog para trasladarla a un libro de relatos que autopubliqué. Historia que alejo de la histeria al volverla a traer a éste su sitio.


Regina Clámor secuestrada (ups, ai didit egein)

 

Nos conocimos en “Tinder”. Ambos somos seguidores de No lo soporto.

Quedamos para vernos antes de ayer.

Recuerdo esperar por su autobús; ir a bares oscuros, a Regina bailando sobre la barra mientras yo le pedía al pincha-discos que se dejara de milongas y pusiera una de Los Chichos. A ella salir en volandas del bar, gritándole al tipo cachas que la alzaba. A mí siguiéndola en vano para reclamarle mi parte de nuestro fondo común para bebidas.

Recuerdo caer rendido en la cama… ¡y a la policía aporreando mi puerta, mientras me acusaban a voces del secuestro de la demiúrgica Regina Clámor!

¡No me podía creer que había quedado con la “Reina del Grito”, la aullante actriz de películas de terror! Me había dicho que se llamaba Inés Perta y que la gente la confundía con una prima suya famosa. En cuanto pueda, lo contaré todo por “TikTok”.

En ese momento lo importante era irme de casa volando, así que me fugué por la ventana, sin reparar en mi desnudez, que cubrí en cuanto llegué a la acera colocándome el cartel del menú de un restaurante vegano. Desde entonces, no me he quitado el anuncio ni para dormir bajo este puente.

En las hojas de un periódico que acercó esta mañana el viento, aparecía una foto de Regina en brazos de un musculoso que afirman que soy yo, ¡ya quisiera para mí ese cuerpo! El caso es que me acusan de ser su secuestrador, pues la clientela del bar me recordaba por mi mal aliento y la camiseta con el lema “Soy Nino Ortea”, que me había rotulado a bolígrafo para que Regina me reconociera al bajarse del autobús.

Ahora sólo me queda confiar en que, dada su habilidad de escapista, Regina no tarde en fugarse de su secuestrador; y en que, ya libre, afirme ante la policía que soy inocente de su rapto, para después aclarar a los periodistas que lo de mi mal aliento es un burdo rumor. Y bueno, si luego en privado me pasa el “Facebook” de su fornido raptor… ¡Mejor que mejor!

Nino Ortea. Gijón, 2016-2022.

 

Gracias por tu atención a este relato de 348 palabras, amable leyente.

 Éste es el vínculo para acceder al blog de Demiurgo.

http://eldemiurgodehurlingham.blogspot.com/2022/12/este-jueves-un-relato-un-fin-para.html

martes, 13 de diciembre de 2022

Un árbol animado en un bosque imaginado

 @LamaletadeLili, @MagadeQamar y @Ratonet3 han tenido a bien incluir mi “brevela” juvenil «Contra el Robasueños» en su selección sugerente de ocho libros para estas Navidades publicado por Bosque Imaginado.


 

Les agradezco el que hayan incluido mi árbol creativo en su bosque literario.

Si la lectura de esta entrada ha sembrado en ti la simiente de la curiosidad, leyente vivaz, sólo tienes que pulsar en este enlace para descargarte una copia del folleto editado por @LamaletadeLili, @MagadeQamar y @Ratonet3.

¡Felices lecturas!

 https://drive.google.com/file/d/1014KczBw6rmxNT3QRMEBZTrJKzvpcOYs/view?usp=sharing

domingo, 11 de diciembre de 2022

Concurso de relatos 34ª Ed. Sueñan los androides con ovejas eléctricas

El compañero Pepe de la Torre coordina la actual convocatoria creativa del blog «El tintero de oro». Pepe nos anima a participar tomando como inspiración para nuestras fabulaciones al escritor estadounidense Philip K. Dick y su novela «Sueñan los androides con ovejas eléctricas».


 

Participo en la convocatoria con el relato de 900 palabras «¡Es hora de vivir!». Gracias por tu tiempo de lectura, amable leyente.

Inva Mula - Il dolce suono
Aria from the Opera " Lucia di Lammermoor " (1835)


 Es hora de vivir

 Roy se despierta desorientado. Esa sensación es toda una experiencia. Hasta entonces siempre había sabido dónde estaba y qué lo había llevado allí. Pero ahora no tiene ninguna información implementada sobre su ubicación. Y es que nunca antes había sufrido un apagón.

Se relaja. No percibe amenazas. Aunque seguramente sus sentidos ya no están aumentados. También ésa es toda una experiencia negativa. Lo convierte en presa fácil para quien quiera que lo haya llevado allí. Seguramente aquel cazarecompensas, Deckard, lo ha capturado tras haber caido desvanecido sobre el tejado.

Se pregunta porqué no lo ha “retirado” con un tiro de su “blaster” como hizo con sus compañeros. Probablemente porque para la Tyrel vale más vivo que muerto, así podrán viviseccionarlo. Escucha unos pasos. Vuelve a tumbarse en la camilla. En cuanto se acerque Deckard lo inmovilizará. Al cesar los pasos, lo atenaza por el cuello. Se había equivocado. No es el cazarecompensas. Es aquél humano que había conocido con Pris. Es, es...

–¡No! ¡No, por favor! ¡No me hagas nada! –susurra una voz entrecortada–.

Roy lo suelta. Intenta hablarle, pero no puede.

–Soy Isidore, imagino que me recuerdas –Roy asintió–. Si te incorporas para que te haga unas curas, te iré contando lo que sé de ti.

Y J. R. Isidore sabe mucho de él.

Lo había rescatado del depósito donde los cazadores dejan sus piezas a la espera de cobrar bonificaciones. Le había colocado un localizador cuando él y Pris estuvieron en su casa, así siempre podría encontrar a sus amigos. Quiere vengar el asesinato de Pris. Fue la única persona que lo trató con humanidad en años. Tienen que eliminar a Deckard, el malnacido que había matado a Pris y había dejado moribundo a Roy bajo lágrimas de lluvia.

Para colarse en el depósito Isidore aprovechó un momento de distracción del personal. Nadie repara en su presencia. Todos lo toman por un desecho, lo que lo convierte en invisible. Este mediodía todos estaban absortos con el programa del “Amigable Buster”. Sorteaba un animal real. Nadie quería perdérselo. Nadie reparó en un donnadie que empujaba un carrito con material inservible.

Ahora están en su edificio. Aunque hay cientos de apartamentos, sólo él vive aquí. La visita que le hicierón Roy y Pris fue la primera en años. ¡Qué alegría! No le gusta estar sólo.

No sabe con certeza porqué Roy sigue vivo. Tiene que ver con la radiación atmosférica. Con ese mismo polvo que a él lo ha convertido en “especial”, en un desechado. Los androides Nexus están creados para operar fuera de la Tierra. Al contrario que los humanos, ellos podrían vivir en las tierras baldías.

Mientras que los “andys” –ideados para convivir con personas– son creados con limitaciones permanentes, a los Nexus les alteran las células del nervio vago para que se desactiven transcurridos cuatro años de operatividad: limitarlos conllevaría reducir su eficacia. Cuando Tyrel los diseñó no valoró el efecto que la radiación Terminus podría tener en ellos. Después de todo, estaban pensados para ser esclavos en el mundo exterior. Al descubrirse su descuido, se decretó prohibir su venta en la Tierra y exterminar cualquier unidad que regresara al planeta. Matarlos era más barato que rediseñarlos.

En la calle se rumorea que aquí los Nexus serían inmortales, que la radiación provocada por la Guerra Mundial Terminus frenaría su deterioro celular. Lo que Roy había sufrido fue un colapso impelido por el nervio vago. El polvo y la lluvia radiactiva que habían impregnado su sistema frenaron su desactivación y lo aletargaron. Tras recuperarlo del depósito le ha inyectado epinefrina. Algunas de sus habilidades androides han desaparecido. Pero recuperará las humanas, como la voz. Al menos eso les ocurre a las cibermascotas que él rescata: la radiación las depura en animales.

Pone a Roy un collarín de plomo en el cuello, para protegerlo del Terminus. La sugiere que descanse, facilitará su recuperación. Volverá en menos de dos horas con material sanitario de la clínica veterinaria donde trabajaba.

 

Cuando Isidore cruza el portal del edificio, lo saluda el sonido de la voz de Luba Luft, la cantante de ópera “retirada” bajo sospecha de ser una “replicante”. Se siente feliz al sentir que alguien lo espera en una casa que ha pasado a ser un hogar.

Tras entrar en el apartamento, encuentra a Roy acabando de quitarse el collar.

–Me recuerda mi sufrimiento de esclavo –le explica con voz afónica.

Gracias por tu ayuda. Sin ti no estaría vivo. Vivir será nuestra venganza contra asesinos como Deckard. Ayudar a nuestros iguales excluidos, sean humanos o androides, será la mejor forma de honrar a Pris.

Veo que has conseguido material. ¡Bien! Acércalo a la mesa, por favor, para que pueda verlo. En esta partida de ajedrez por nuestra supervivencia no sacrificaremos ningún peón. Vamos a necesitar todo componente que nos sea útil para resistir.

Debemos descubrir la manera de usar como terapia la radiación Terminus en humanos y androides. Tú y yo seremos las cobayas. En cuanto podamos asegurar la supervivencia de quienes nos acompañen, iremos a las tierras muertas a iniciar una nueva vida.

Roy sonríe a Isidore: .

–Pero antes, amigo, quítate esa ropa mojada y toma una taza del caldo que te he preparado. Y, si te parece bien, charlaremos sobre tu trabajo. ¿Crees que podrías traer a casa alguna de esas cibermascotas abandonadas? No lo creerás, pero durante mi apagón soñé que tenía una oveja.

 

Nino Ortea. Gijón. 2022.

 

Para leer más y mejores relatos, sólo tienes que pinchar sobre este enlace que te llevará a su listado en el blog «El tintero de oro».

Gracias por hacer que todos estos momentos se conserven en el tiempo como recuerdos en tu memoria, afable leyente.

Nino.

https://concursoeltinterodeoro.blogspot.com/2022/12/concurso-de-relatos-34-ed-suenan-los.html  

 


jueves, 8 de diciembre de 2022

Cada jueves, un relato: ¡Se me olvidó!

Es de nuevo la solidaria Mag quien inspira y coordina una convocatoria de relatos “jueveros”, en este caso la tema´tica trata del olvido involuntario, de –según las propias palabras de Mag–: “Dejar de tener en la mente sin querer”.



Mi aporte es un texto a “vuelablog”, de 239 palabras, titulado «De lo prescindible en el olvido».

Maná - Se Me Olvido Otra Vez

Dedicado a mi amiga Flor: una no puede ni debe olvidar dónde fue felíz; pero tampoco debe olvidar que tiene la capacidad para hacer feliz a muchos donde quiera que esté. Esa capacidad, Flor, hace que donde tú vivas no sea una casa, sino un hogar.

 

De lo prescindible en el olvido

 

Hace tiempo que me he convertido en una especie de personaje imaginado por Luis Cernuda, en un náufrago que busca mantenerse a flote mientras sortea el estrecho que, al envite de un océano donde anida el Olvido, separa la Realidad y el Deseo.

Si un océano comienza con una primera gota de agua, el Olvido es un aprendizaje que empieza con el primer recuerdo. He tenido que aprender a olvidar muchas cosas, entre las que destacan mis sueños inconscientes. Me despierto tras haber dormido en la ignorancia de mi Realidad y mi Deseo. Me despierto tranquilo, sin añorar lo soñado y sin temer que ninguna pesadilla cobre vida. Ésa es la ventaja de olvidar tus sueños: empiezas el día sin el desánimo de la decepción.

Sin sufrir la decepción del despertarse, la vigilia de la Realidad se asemeja a la ensoñación del Deseo, con la que acercas lo que quieres a lo que puedes: nada de fantasear con mujeres imposibles en situaciones increíbles, la mirada furtiva de una bibliotecaria aburrida basta para incitar tu imaginación. Lo improbable sustituye a lo imposible.

Para evitar decepciones, en pro de agilizar el olvido de lo amargo, he aprendido a vivir con el cinturón apretado, a pensar por instinto y a no esperar que en diciembre haga el tiempo de agosto. Y es que la Realidad es el mejor azuce para recurrir al olvido de lo que no es vital y sí prescindible.

Nino Ortea. Gijón. 2022.

 

Gracias por tu atención, amable leyente. Por favor, que no sé te olvide acceder al blog de Mag para conocer la lista de memorables olvidadizos.

https://latrastiendadelpecado.blogspot.com/2022/12/convocatoria-un-jueves-un-relato.html


martes, 6 de diciembre de 2022

El Robasueños está entre sus alas

La escritora Lola de la Poza Curiel ha tenido a bien dedicarle una entrada a sus impresiones lectoras tras haber finalizado mi “brevela” juvenil «Contra el Robasueños».


 

Te invito, amable leyente, a que la leas a ella –Cora– en su blog y a que, si puedes, compres su poemario imprescindible «Entre mis Alas».

Gracias por tu atención, afable leyente.

Gracias por tu aprecio literario y tu afecto personal Lola-Cora.

https://desdemialmasiemprecora.blogspot.com/2022/12/contra-el-atrapasuenos-de-nino-ortea.html

 

Nino Ortea- Gijón. 2022.

sábado, 3 de diciembre de 2022

El hombre de dos cabezas VI

 

Jerome Charyn’s Movieland, chapter 10: Two-Headed Man

El hombre de dos cabezas VI

 

¿Qué pasaba con las personas? Es sorprendente cómo se quedaban allí adheridas a los estudios, cómo éstos dominaban sus vidas y mentes. Los estudios rezumaban una excitación, una sensación de vida, una esperanza y un propósito, hasta cierto punto, difíciles de explicar”.

Era como el castillo de Kafka, aunque había ocho o nueve de ellos en La tierra de las películas, y podían ser “allanados” si uno poseía las credenciales adecuadas. Nada funcionaba sin estos reinos-castillo, Paramount, Warner, MGM... o formabas parte de las calles de sus laberintos o no existías.

Fuchs solía pasear por los decorados en las tardes soleadas, visitar “las calles del Western, los muelles, las vacías cocheras para trenes, el adormecido pueblo pesquero New Bedford con una ambientación de hace ciento cincuenta años. Veo a los bravos del estudio con sus disfraces y su perpetua actuación.”

Pero no era tan idílico cuando Fuchs tenía que bucear en su ensoñación. Él había pasado por “los holocaustos de Huntington Park y Long Beach; los furtivos preestrenos de sus propias películas, cuando la audiencia pincha”.

Una vez, en la decimocuarta semana de un encargo, durante la cual no había escrito una palabra, se pregunta si “puede pensar en alguna forma de cometer suicidio sin morirse”. Se ofrece a no cobrar, pero sus jefes lo miran como si estuviera loco. "¿Cómo podemos dejar que trabajes gratis?”. 

Caricatura de Daniel Fuchs,
por David Levine

Fuchs encuentra la respuesta con una deslumbrante claridad que me asusta: “Todo lo que tengo que hacer para suicidarme sin morir es asesinar al productor”.

Siente un afecto curioso hacia ese “matón, cruel y despiadado Harry Cohn de Columbia, quien al ver a Fuchs paseando por Beverly Hills con una caja de dulces, se recrea diciendo “que la elevada suma que su compañía le paga... se va en bombones” y en el vestido azul que la esposa de Fuchs viste.

¿Qué hay del conquistador, Daniel Fuchs? Williamsburg ocurrió en otra vida. El crítico Daniel Golden ve una especie de angustia judía en el viaje de Fuchs. “El trabajo de Fuchs ha seguido a un segmento de su pueblo desde su desamparo financiero y físico en Brooklyn, a un empobrecimiento mucho más metafísico en la más adinerada y moderna California.”

Qué párrafo tan agradable y bonito: de novelista al estilo de Dostoievski, rico en espíritu, a personaje en “bancarrota” en Beverly Hills.

Pero yo veo un viaje diferente. No estoy tan seguro de que Fuchs se hubiera convertido en un mejor escritor de haber permanecido como “interino permanente” en Bristol Beach. Era la clase de trabajo pesado que habría derrengado un caballo. Yo debería saberlo. Fui un “substituto permanente” en una era posterior, un profesor itinerante de instituto.

 


«Movieland: Hollywood And the Great American Dream Culture»;

 es una obra de Jerome Charyn, publicada por la editorial Putnam ©®.

 

 

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