El día después fue como si nada hubiera ocurrido: amanecimos en Hoi An con un solecito estupendo, lo justo para darse un bañito en la piscina del Hotel y coger el avión rumbo a Saigón.
Ya en el aeropuerto, nos recogió un guía que nos sorprendió con un — Hola, ¿qué tal?—. ¡Vaya, alguien que habla Spanish en este país! Después de Natalia, la chica vietnamita que nos recibió en Hanoi, nadie de por aquí nos había vuelto a hablar en nuestro idioma....
Lo cierto es que el hombre éste sabía decir eso y —estoy casado—. Como con eso no íbamos a ninguna parte, retomamos al inglés y nos fuimos a El museo de Los Crímenes de Guerra. Las imágenes me resultaron impactantes…
Continuamos con La Pagoda del Emperador de Jade, no faltaba detalle: peces de colores, las tortugas de la buena suerte, los leones, retablos de cielo y el infierno, las diosas de la fecundidad entre otros diez dioses más, el humo del incienso, los rezos, las peticiones en las paredes...
De ahí para algo mas colonialista como es La oficina de Correos y Notredame… Y fíjate por donde, que nos encontramos con la parejita de pediatras, Javier y Yolanda, y ya con ellos a cenar.
Por las calles, más de lo mismo: moto con 3 teles de 17'; moto con embarazada, un par de niños más y la compra del mes… Incluso vimos en una moto un ordenador por partes: primero pasó la CPU, luego el monitor (y no era precisamente una pantalla plana), imagino que el que llevaba el teclado iría riéndose de los otros dos...
Alrededor del Mercado, cuando éste cierra, se llena de puestos callejeros de ropa con todo tipo de imitaciones y terrazas con una gran muestra de la gastronomía autóctona. Cenamos allí, en la calle, con un calor de justicia.
Y a la mañana siguiente rumbo al Mekong, tengo que decir que el chino-líder que nos tocó esta vez fue el mejor guía que tuvimos hasta el momento: nos dio todo tipo de detalles sobre la excursión, sobre la vida aquí, sobre la historia de este país… En el fondo empezamos a sospechar que tenía mono de karaoke, y que por eso no había quien le quitara el micro...
Bueno, en serio, felicidades a Hu, Lin, Loi, o como te llames...
Ya embarcados, atravesando El Mekong desde su parte alta, hacemos la primera parada, explicación sobre el proceso productivo del lichi y vamos a tomar un chupito que ya toca: zumo de naranja de la china con té de jazmín y miel, ideal para el catarro..
Son turistas—imagino que se dijo nuestro guía— así que… ¡sácales un panel de miel con sus 500 abejas y una serpiente pitón, que ellos se divierten mucho haciéndose fotos con eso! Y así fue. Entre ellos, nuestro aguerrido bilbaíno, Javier y la intrépida Cristina, quien decidió, ni corta ni perezosa cambiar su fular azul por 10 Kg. de estupenda serpiente...
Comimos, nos culturizamos un poco más —esta vez con el proceso productivo del los caramelos de coco, el vino de serpiente, coconut, orujo de 90 grados, ¡y yo qué sé más!—, y nos fuimos de concierto tropical, entre lichis, la fruta del Dragón, piña y platanitos que según ellos son los encargados de la longevidad.
Divertido el paseo en burro-taxi, creo que era el único medio de transporte que nos quedaba; bueno ése y el helicóptero. Cris y yo le cantamos al driver ésa de 'Siete cascabeles tiene mi caballo, por la carreteeera...' nos sonrió, yo creo que Marisol había estado allí, y continuamos con 'Mi jaca...' pero no queríamos ser las responsables de más Monzones en ese país, así que decidimos continuar en silencio.
Cenamos en Cantho, desde donde os escribo, ¡por fin probamos la serpiente! A mí, me la mezclan con garbanzos y con pimentón, y me creo que son callos. En fin, no me enrollo más. Mañana volvemos para Saigón… ya sólo nos quedan 6 aviones...
Besos y abrazos.
ADELANTE
ATRÁS
©Geminola martes, 14 de octubre de 2008 18:51:55
Me alegra que disfrutaras tanto del viaje, pero desde luego , no envidio los menús de la zona. Sigo prefiriendo un buen platu de fabes.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me alegra que disfrutaras tanto del viaje, pero desde luego , no envidio los menús de la zona. Sigo prefiriendo un buen platu de fabes.
ResponderEliminarUn abrazo.
"...imagino que el que llevaba el teclado iría riéndose de los otros dos..."
ResponderEliminarPues el que llevaba el ratón ya ni te cuento ;-)
Gemma, por lo que veo la serpiente es un animalito muy útil por ahí: Por la mañana te lo pones en el cuello pa sacarte unas fotitos y por la noche, pa la cazuela y ya tenemos cena.
De lo más interesante la parte culinaria del viaje y muy divertida crónica del resto.
En fin, vámonos para Saigon
Salu2
"...imagino que el que llevaba el teclado iría riéndose de los otros dos..."
ResponderEliminarPues el que llevaba el ratón ya ni te cuento ;-)
Gemma, por lo que veo la serpiente es un animalito muy útil por ahí: Por la mañana te lo pones en el cuello pa sacarte unas fotitos y por la noche, pa la cazuela y ya tenemos cena.
De lo más interesante la parte culinaria del viaje y muy divertida crónica del resto.
En fin, vámonos para Saigon
Salu2
Muy buenas, Señor Buendía
ResponderEliminarCreo que, en su provecta edad, anda usted un poco perdido
¡Geminola aun anda por El lejano Oriente!
Me sorprende que, dados sus problemas de aerofagia, continúe degustando fabada, creo que debería cuidar esos gases.
Ya he visto que ha retomado la redacción de sus blogMemorias.
Me alegro.
¿Le queda Biagra? A mí ya no me lo recetan
Un abrazo
Ninoolllll
Muy buenas, Señor Buendía
ResponderEliminarCreo que, en su provecta edad, anda usted un poco perdido
¡Geminola aun anda por El lejano Oriente!
Me sorprende que, dados sus problemas de aerofagia, continúe degustando fabada, creo que debería cuidar esos gases.
Ya he visto que ha retomado la redacción de sus blogMemorias.
Me alegro.
¿Le queda Biagra? A mí ya no me lo recetan
Un abrazo
Ninoolllll