ni Vicky ni Cristina ni Barcelona

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Engañar a los hombres de uno en uno es bastante más difícil que engañarlos de mil en mil. Por eso el orador tiene menos mérito que el abogado o el curandero.

Santiago Rusiñol

No hay mayor placer que dejarte embaucar por el encanto de una promesa silenciada con un beso

Mar-ce-li-no-Jo-sé

Pues yo iba a comentar la película, pues por fin la vi. O eso pensaba.

Pero resulta que con el rollo este de los multicines me equivoqué de sala y cuando me di cuenta ya era tarde.

Pues sinceramente, José, tu comentario me ha parecido enloquecedor, y he decidido convertirlo en posteo público.

Así que, ¡por fín la viste!, yo ayer la vi, o eso pensé hasta que me dí cuenta de que el ayer sólo suena bien en canciones de los Beatles.

La verdad es que lo de las salas múltiples le da un punto de emoción a lo de ir al cine. Entre la incertidumbre de haber acertado con la peli, esquivar a los porteadores de palomitas grasientas y refrescos helados, esquivar las ráfagas de aire refrigerado, enfrentarte a los bárbaros vociferantes que van a la sala a probar su acústica, e increpar al inexistente proyeccionista para que proyecte bien la peli, ríete tú de Indiana Jones y la pelotita de golf gigante.

Así que acabé viendo un rollo a medio camino entre una guía de viajes del National Geographic, un videoclip del guitarrista de Camarón y una versión New Age de Bergman.

Esto, Josín, ¿le habías comprado algo al hombre de los caramelos, de gabardina amplia y gafass de espejo, que estaba a la puerta? Por que vamos, por lo que comentas, comparada con esa joyita, hasta Carretera perdida es un monumento al entretenimineto, y mira que junto con 2001, Y una de caballos que protagonizaba Omar Sharif, pocas veces me aburrí tanto en un cine.

No recuerdo el título, pero la peli tenía una voz en off continua y muy muy molesta explicándote cada detalle de lo que hacían los actores:



Ahora suben al coche, él no la ama, él se queda pensativo, ahora está bebiendo, ahora van en bicicleta...

Oye, Principito… ¿ tienes complejo de voz en off? ¿Para qué vas y la cascas? Odio la voz en off —me lleva al flatulento Nouvelle Vage— por eso tengo varias personalidades, para que mi esquizofrenia no me enloquezca: nino tal, nino, cual…

¡Se acabó, todos en fila! A ver, iNino, a la batería, Marcelinín, al teclado, iKong al tejado!

Un horror, vamos. Súmale a esto una puta cancioncilla que no soy capaz de sacarme de la cabeza y que sonaba como 20 veces y añádele una continua música de guitarra que al principio agrada pero a mitad de la película o documental o lo que fuese que vi, te entran ganas de matar al guitarrista para descansar un poco el oído.

¡Para sumar estoy yo! No ves que quiero perder peso. Eso sí, gañán, no sé qué pastillita te habíanj dado, pero, vaya viaje… ¡como para haber ido a ver una del Trier! Te recuerdo que la peli del truffero es Disparen al pianista, no Maten al guitarrista.

El caso es que había ido al cine con una amiga que juraba y perjuraba que aquello era la última peli de Woody Allen. ¡Hay que joderse! y luego va de cinéfila y entendida.

Aquí llegamos a la parte interesante. Vamos, como diría iKong: Tu llevar chica cine para impresionar. No mirar sala para imagen dar de enterado, y equivocarte. Dártelas de intelectual con Allen, cuando a ti gustar Norris. Aburrirte, intentar mandinga con la hembra y ella cañonazo meter. iJosín, tú mucho tener que aprender.

¿Woody? Le preguntaba yo, pero ¿y los diálogos ingeniosos? Incluso en menudencias como “La maldición del escorpión de jade”, “Un final made in Hollywood” o “Scoop” los había ¿Gags? Ni uno. ¿Personajes interesantes? Rien de rien.

Pues si se rien es que se divierten. Así que al final, la peli tiene su gracia. Luego Woody sigue siendo un genio del ingenio. El círculo se cierra, y yo sin ganas de ir para casa.

Pero bueno la pobrecita salió convencida de haber visto "Vicky Cristina Barcelona" y me dio cosa quitarle la ilusión.

¿Y no te dio por proponerle quitarse otra cosa? Eres demasiado Paul McCartney. Mi envidiado Nino Ortea le habría dicho: “Verás, pellejudita. Tengo una copia de la peli en casa, que le robé a un negro al que estaban deteniendo los maderos. Creo que me queda algo de pan de molde y mortadela con aceituna, y un par de birras frías… ¿Te vienes a mi batcueva y te dejo ser la cruz de este bardén?

A no ser claro está, que Woody se haya aplicado lo de “Toma el dinero y corre” aprovechando que hay países que te dan unos milloncetes por rodar una película allí, ¿Se le puede culpar por ello? No, si acaso a los gilipollas que le pagan por rodar esto. Aunque pensándolo mejor, casi prefiero que subvencionen a este que de vez en cuando hace cosas entretenidas, que no a los Vicente Aranda, Carlos Saura, Bigas Luna y demás pelmas patrios que aburren a las piedras y encima van de geniecillos pedantes por aquello de la superioridad del cine europeo, bueno, el europeo y el de Azerbaiyán, Irán, Tayikistán y demás coñas progres-snob.

Te recuerdo que a mí me gustó el King Kong de Peter Jackson, y Megan Fox me parece la actriz más digna de mi atención sensorial, con lo que, para hablar de Cine serio, o sirio, no estoy.

Así que lo siento Nino, tal vez la vea un día de estos, ya te comentaré algo entonces.

Salu2

Ha sido un placer, José. Sinceramente, me alegro de que te equivocaras de peli, pues, si te das cuenta, es muy Woody Allen ir al cine con una lady, ir tan absorto que te equivocas de peli, aguantar el pestiño al ver que ella ni rechista, salir del cine y ponerte a hablar sobre una peli que crees haber visto,… ¡Vamos, Sueños de un seductor 2008.

Un placer leerte.

Nino