Algunas arritmias que sufre el corazón brotan cuando el pensamiento deviene en conciencia de que la vida no nos emociona como antes, conciencia que nos impele a aceleramos hacia la añoranza de un pasado en que nuestro corazón latía más fuerte.
El corazón no tiene freno ni marcha atrás. De ahí que sus choques frontales con la Realidad tengan consecuencias letales. Nuestra Fantasía tiene el recurso protector de enloquecer cuando la Realidad se vuelve demencial.
¡Gracias por venir y enloquecer!
El contenido literario de este blog está registrado en Safe Creative
Mis mejores deseos para ti y los tuyos, amable leyente, ahora y siempre
«Porque te vas», Jeanette –escena de la película «Cría
cuervos»–.
Una mañana más, te echaré de menos.
Mis ojos te buscarán, aturdidos por tu ausencia.
Ya levantado, volveré a preguntarme por qué te has
ido, por qué me has dejado.
No sabré qué hacer: si desayunar, almorzar o comer.
Volveré a tumbarme en el sofá, mientras me fuerzo a
adelantar todo lo que me habla de tu vacío.
Tu ausencia alterará mi pulso, y mi cuerpo no se
acostumbrará a vivir sin ti.
No lograré olvidarte.
Mañana estarás en todos los labios, en todo lo que vea
o lea e intente explicarme tu ausencia.
Aún así no entenderé el motivo, ni veré el sentido a
tu desaparición:
Sé que nunca podré recuperarte.
Faltarás en mi tiempo; y tu ausencia acelerará el paso
de las horas.
Sin ti el día se hará más corto, aunque haga que la
noche llegue más tarde.
En la oscuridad me adormeceré en tu recuerdo y
maldeciré 60 veces tu ausencia.
Procuraré madrugar, para pedirle al alba que me eche
una manilla.
Pero su silencio de cuarzo dará cuerda a mi desamparo.
Mañana te habrás ido a donde anida el olvido.
Y yo, perezoso, seguiré sin entender porqué te vas.
Salvador Dalí "La persistencia de la memoria", 1913 Óleo sobre lienzo, 24 x 33 cm
Queridos enloquecidos, os recuerdo que esta madrugada,
a las 2 de la noche serán las 3. Y no es que nos hayamos teletransportado a la
isla de Perdidos (al río), o que Cronos haya castigado a Morfeo… No seguirás aquí,
perdido en esta isla llamada Tierra, víctima del capricho de los nuevos dioses
del olimpo político, que acostumbrados a quitarnos lo que es nuestro, nos
privarán de una hora de descanso.
Te invito a que mañana, pasado o cuando quieras, a
cualquier hora, sonrías.
Vendrán tiempos malos, quizás peores, pero de momento,
si estás leyendo esto, tu vida no es tan oscura, y menos lo será si la iluminas
con una sonrisa.
Los apagones informativos y las horas muertas, que se
las queden ellos.
Para nosotros la luz de la alegría y las horas vivaces
compartidas.
Para quienes tienen
la suerte de llegar tarde y no llevan 15 años sufriendo este
venyenloquecimiento.
First Sunday strip of "The Phantom" (May 28, 1939).
Script: Lee Falk; art: Ray Moore
This is not
bloguiNino´s real origin: he is a ghost writer, not a phantom character.
El fantasma de Nino, tras ser
licenciado con deshonor del frenopático, no se tiró de un ático; sino que le
dio por abrir este bloc apático donde fantasea con que de él se enamora hasta la
más fea dulcinea – sustantivizada como Billitis, Manón o LaReinaDelCopón–.
Caprichoso como un niño, este
gijonudo errante no deja de equivocarse en todo lo que dice, ni de
supravalorarse en todo lo que escribe. Desde su amargura, se autopostula para
ganar el Premio Nobel de Literatura. Desde su inconsciencia, disfraza de maldito
su condición de burrito.
En este mundo de éter, va él
y se mete con Feisbuk y equiX –a los que denosta como “feria de
vanidades donde mercadean el falso buenismo y la pérfida unisonidad”–. Proclama
que no quiere seguidores, sino lectores; cuando la verdad caliza es que se
muere por ser califa en lugar del califa.
Con tal de llamar la
atención, ha fingido su secuestro, proclamado su desaparición y llegado a autodiagnosticarse
desenloquecido. Y todo este redicho, para que el muy bicho se acabe desdiciendo
y vuelva a su blog querido.
Un aviso, navegante en los
mares de Internet: no te dejes engañar por sus cantos de sireno: ¡Nino nunca
está sereno y lo que escribe jamás es real!
Incluso la aviesa Inteligencia
Artificial nos avisa de lo demencial del ninismo artificioso, tal y como reza en este consejo
de salud pública que reproduzco.
Ola, zeñorita: ¿ez eztel autobuz de la ezcurzión? Dizculpe que llegue tarde. Ez quel
profe no me dejaba salir de claze –como zoi zu único alumno, me echa unos
roooolloz tremendoz.
Porziacazo voi entrando. Que lo de cantar tra-lará mola un la-la-la.
Bueno, me voi pa´l fondo a ver zi encuentro alguno de miz antiguoz compaz.
Antez fui a eze coegio, zabe, “El tintero de oro”. Fui alumno durante un año,
maz o menoz: me lo pazaba mui bien i aprendía mucho. Pero un día me dezpizté i
no oí la campana con la que llamaban a azamblea didáctica. I no zé porqué,
dezde eze día he vuelto a laz clazez particulares del profesor Ninozko i zuz
dezconocimientoz venienloquecidoz. Máz que particular, Ninozko ez peculiar:
cree zaber de todo, pero no zabe ni de zí mizmo –por no zaber, no zabe ni zu
nombre, que ze llama Marzelino, no Nino–. Zoi el único alumno en zu clase –él,
máz que darla, la tiene; i como ez muiiiii tacaño no la comparte–, pero por
zuerte vienen a verlo perzonaz alegrez como uzted. Azí fue como menteré dezta excurzión
con zardinaz, colorinez i traqueteoz.
Sí, el 11M fue un día negrísimo y la manipulación gubernamental fue
sonrojante.
Lo que me preocupa es mi percepción de que nos llevan manipulando desde
que murió el dictador, al colocar como jefe del Estado a quien él había
designado como su “continuador”.
Desconozco todo sobre técnicas de dibujo, como asignatura fui un alumno
nefasto de ella. Pero me fascina el dibujo como técnica académica y como recurso
personal.
Imagino que al reproducir una obra ajena, el respeto que ésta despierta
en ti hace que tu trabajo sea aún más minucioso.
Por suerte, nuestro grito de luz no se queda mudo ante lo sombrío en la
vida. Puede quedarse afónico, pero la luz ajena nos reconforta y tonifica. Luz
como la que irradian tus textos, luz como la que brilla en este poema de manera
instantánea.
Tras leer tu invitación a que aportáramos alguna otra interpretación
masculina, me han venido tres a la mente de forma instantánea: Rutger Hauer en
“Blade Runner”, Jack Lemmon en “Desaparecido” y Alberto Sordi” en “Los
inútiles”.
Gracias a ti por permitirnos la lectura de los relatos que conforman tu
antología. Te deseo toda la suerte con ella.
Aprovecharé los enlaces que nos facilitas para ir leyendo cada texto.
Por ahora, sólo puedo opinar sobre el título: me parece atractivo, el
uso que haces en él de tres sustantivos inconexos hace que mi curiosidad quiera
saber cómo están presentes en tu obra.
Toda mi admiración compañera. Leerte me ha dejado sin palabras. Te
copiado tu fabulación para unirlo a la antología de textos ajenos que más tarde
imprimo para leer con más tención (la pantalla es para mí una barrera lectora).
He usado un traductor “ninol-español” para corregir esta digresión. Le
pido disculpas por los ninoloquios del anterior.
Con sumo gusto respondo su examen:
Don Ninozko es mi profe (o yo soy suúnico alumno, como usted prefiera)
Me da clases de ortografía, dicción, claqué y papiroflexia.
El ego lo tiene grande, tamaño King-Kong.
Su inteligencia es pequeñita, cual termita.
Sí, participé en convocatorias de “El tintero” hasta que mi imaginación
quedó seca de tinta.
Vuelvo a felicitarla por su último texto.
Un abrazo.
Hola, Miguel:
Vuelvo a agradecerte el estímulo que supone el que compartas este tipo
de textos con selecciones artísticas, ya que conlleva el avivar la curiosidad
por volver a revisar películas o supone descubrirlas.
Tras la lectura de la anterior entrada, me planteé en principio recordar
con detenimiento las interpretaciones femeninas que más me habían fascinado (a
diferencia de mi respuesta en tu entrada anterior, donde me dejé llevar por la
evocación instantánea). Pero decidí esperara a haber leído tu texto. Una vez
hecho, me apetece indicarte mi grata sorpresa al encontrarme con la referencia
a Vivien Leigh en “Un tranvía llamado deseo” y a Marilyn Monroe en “Vidas rebeldes”.
Orquesta "José
Perpiñán" de Segorbe, director: Daniel Gómez Asensio.
Hola, Demiurgo:
Encuentro en tu relato una reflexión acertada sobre cómo el más allá
onírico nos acerca a una realidad cercana que decidimos ignorar. Los sueños son
oasis en el desierto de la Realidad, pueden ser también espejismos que nos
ayuden a avanzar por tierras áridas de afecto, lo que no deben ser es quimeras
que nos adentren en pedregales de remordimientos.
Soñarse con ser algo posible lo convierte en probable.
Marc Behm se sentiría orgulloso de poder leer tu ensayo. Y apreciaría en
él tu “mirada observadora” con su obra y tu perspectiva recreadora sobre ella.
Descubrí esta novela en su edición por Jucar. Una publicación fallida en
su traducción más allá del título, tal y como ocurrió con tantas novelas
publicadas por Silverio Cañada. De hecho, el título en español no me parece tan
desafortunado –algo que no puedo decir del usado para la fallida película “Ojos
que te acechan”–. Por suerte, conseguí en el rastro una edición de “The Eye of
the Beholder” publicada por Ballantine
Books, así que casi 20 años después pude disfrutar con su lectura.
Tu ensayo ha despertado en mí las ganas de releer la novela. Gracias,
David.
Me encantan los finales felices, aunque los sepa ficticios. Por eso me gusta
tu introspección, por su final esperanzador pese a la improbabilidad para la
esperanza allí en Gaza y aquí en España –hoy se ha publicado que la población
en riesgo de pobreza volvió a subir en 2023 hasta el 26,5%–.
Mantengamos viva la esperanza, ensoñémosla como un oasis en este
desierto por el que transitamos impulsados por espejismos de una felicidad
inalcanzable.
Gran texto, independientemente de su estupendo final, María: sencillo en
su forma e intenso en su fondo. Perfecta locución, compañera, con esa
efervescencia que resulta de la inteligencia cuando es natural y no artificial.
“El amor es la única felicidad” –algo que los jóvenes no olvidan– tal y
como canta Ottis Reading en su versión de " Try a Little Tenderness ".
Esa capacidad para (re)incorporarte la contagias, gracias por no
dejarnos tirados.
Para nada encuentro desastrosa tu locución, es muy natural; y la
naturaleza tiene su componente de caos (incluidos estornudos y estorninos).
Un abrazo tan fuerte como tierno, compañera.
Hola, Miguel:
La veré. Gracias por tu reflexión. Aunque me temo que no la veré en sala
cinematográfica, si es que se llega a estrenar aquí.
Es curioso cómo las historias íntimas se pueden disfrutar más
intensamente en un lugar público que en la privacidad de tu salón. Hay un
componente mágico en el Arte que reside en ese componente subconsciente –risas,
suspiros, gritos…– que se activa al participar en actos sociales. Quizá tenga
que ver con el “Inconsciente colectivo”, o con nuestra necesidad de compartir
emociones, pero el tótem de la “linterna mágica” nos seduce con una intensidad
que no alcanzan los cachivaches tecnológicos.
Quizá la diferencia entre la crisis en España de la Iglesia Católica y
la que experimenta en otros países esté en que aquí no está siendo sustituida
por otras religiones. España está perdiendo su espiritualidad (de hecho, no soy
una persona en la que prime la espiritualidad).
Comparto tu opinión y te felicito por tu brillante exposición.
Son muchas las veces en las que al haber llegado antes a las imitaciones
que a la obra remedada, al llegar a ésta no he entendido el reconocimiento del
que disfruta.
Las limitaciones personales, innatas o impuestas, unidas a las
imposiciones sociales hacen que seamos legión quienes seguimos intrigándonos
ante secretos de esfinges literarias que llevan siglos siendo redescubiertas
por émulos de un Oscar Wilde al que, en nuestra pasión por los novísimos y
desazón hacia los clásicos, la mayoría creemos pintor de retratos grises.
Gracias, de nuevo, por algo que sin ser nuevo sí que es renovador: tu generosidad.
Las palabras sentidas que nos regalas son siempre de agradecer. Al leerlas
entablamos una comunicación contigo y con nosotros. Tus versos actúan como
secuencias vitales en las que nos representamos.
Sí, siempre me he sentido protegido por un ángel que también me ha
guiado. De hecho, tal y como le acabo de corresponder a David en un comentario
en mi blog: soy incapacidad de adaptarme a las normas sociales, pero la
normalidad no me ha incapacitado. No soy una persona que ha tenido mala suerte;
pese a que no haya transitado por los caminos vitales frecuentados, apenas me
han asaltado robaperas. De ahí que, de vez en cuando, me cuestione qué habría
sido de mí de no haber contado con la protección de ese ángel o de esa no mala
suerte. Preguntas que no me llegan al enfrentarme a la realidad de los
problemas ajenos, sino que al reflexionar sobre las abstracciones artísticas o
creativas que otros compartís impelidos por el sufrimiento ajeno.
Confío en que estéis bien, amiga. Mis mejores deseos para Ihor y los
tuyos.
Habitualmente en mis comentarios creo que me centro en reflejar mi
admiración por tu imaginación o tu constancia creativa. Se me olvida reflejar
lo mucho que me estimula tu uso del lenguaje. En unos casos, como “periodista
de policiales”, creo que reflejas una variante rica del idioma español
reformulado en Argentina. En otros, “Las redes cibernéticas de entonces
distribuían enigmas”, encuentro un uso muy tuyo.
Jerome
Charyn. Movieland. Chapter: “Children of Paradise”
Hijos
del paraíso XII
7.
Seguimos volviendo a Borges, que
había escrito novelas policiacas y publicado guiones junto a AdolfoBioyCasares para un par
de películas de gángsters.
Borges había comprendido la peculiar habilidad del
cine, su pericia para espaciar el tiempo y adentrarse en los misterios de la
mente y el espacio que han preocupado a nuestra imaginación desde que empezamos
a intentar comprender quién diablos éramos.
Un hombre
no tiene una vida, nos dice Borges, “ni tan siquiera existe una de sus noches;
cada momento que vivimos existe, pero no su imaginaria combinación”. Pero
es esta combinación imaginaria la que da vida a nuestros sueños... y a nuestras
películas.
Borges nos habla de “Chuang Tzu”, el escritor
taoísta chino que, “hace más de
veinticuatro siglos soñó que era una mariposa; y, cuando se despertó, no supo
si era un hombre que había soñado que era una mariposa, o una mariposa que soñó
que era un hombre”.
Todos
somos “Chuang Tzu”, sumergiéndonos en el curso del siglo mientras soñamos con
un camino que nos lleve a través de un universo que puede, o no, existir; al
igual que unos niños en la sala de cine final, con un techo infinito y paredes
muy estrechas...
Jerome
Charyn. Movieland. Chapter: “Children of Paradise”
Hijos
del paraíso XI
Puedes
describir a una persona por sus hijos simbólicos.
El mismo
Langlois era un monstruo.
Su imperio
estaba construido con celuloide, pero con todo fue un imperio. Él le puso sus
fronteras. Él era “El señor del Cine”.
Langlois fue un “cabrón maníaco egocéntrico, un magnate a su manera, un magnate
chiflado, tan gordo que no podía joder con nadie.
Su único placer fue reinar sobre la noche
obscura de las películas...
Era tan monstruoso como Orson Welles, pero con la voz de un castrato, un elefante grotesco
que nos insistía en las razones por las que John Ford era un genio. Para sostenerlo, proyectaba una o dos
películas de Ford, las más
aborrecibles.
Langlois era perverso”.
Comenzó a
organizar homenajes a los estudios a finales de los años cincuenta.
“Su tributo a la Paramount duró nueve o doce
meses”.
Algunas
veces comentaba que “una película
norteamericana le debe más al estudio que la engendró que a su director o
estrellas”.Langlois alcanzaba
el delirio al tratar de diferenciar (el sonido) del trueno de la RKO del de la
MGM”.
“La Nueva Ola se lo debía todo. Ni Truffaut ni Godard fueron a escuelas de cine. Nunca trabajaron en un plató.
Aquí nos encontramos con un emperador junto a
sus discípulos... San Henri, San Langlois. Siempre estaba sin un duro. Compraba
demasiadas películas. Se arruinaba por su museo. Él mismo vivía en un museo.
Dormía en la bañera de “Cleopatra” –había comprado la bañera de la película «Cleopatra» de De Mille para la Cinémathèque–...
Al final de su vida se convirtió en un sádico
cabrón.
Podía proyectar una película italiana con
subtítulos en japonés, y añadiría, ‘ésta es la única copia que tenía. La compré
en Manila’. También podría mostrar una “película rusa en versión danesa... No
tenía una vida propia. Por todo el mundo se rendía tributo a su genialidad.
Pero él me hacía sentir incómodo.
Creó algo monstruoso, pero lo hizo con
genialidad. Sus límites se agrandaron demasiado, así que murió”.
Hoy hace 20 años, España sufrió una
cadena de atentados terroristas en los que fallecieron directamente 192
personas y casi 2.000 resultaron heridas.
Aquel
jueves, las noticias trágicas desbordaban la capacidad informativa de las
cadenas de radio. Apagué el receptor mientras empezaba a preparar la comida
para mi madre, convaleciente, y para mí –mi padre y hermana estaban trabajando–.
En el
comedor mi madre permanecía frente al televisor. Aterrada por lo que estaba
pasando, atrapada en la visión de aquellas imágenes aterradoras. Desoyó mis
invitaciones a que apagara el aparato y se uniera a mí en la cocina. Fui yo
quien se unió a ella en el comedor. Permanecimos sentados en silencio durante, calculo,
un par de horas. Recuerdo la frase con la que mi madre rompió ese silencio: “Me preocupa el mundo que os dejo a tu
hermana y a ti”.
Los
atentados del 11 M infectaron profundamente su ánimo. El lunes siguiente tenía
cita oncológica. Los resultados del análisis de sangre fueron por primera vez
negativos. Le suspendieron la administración del tratamiento paliativo que
estaba recibiendo. Suspensión temporal que se convirtió en definitiva dada la
progresión que alcanzó el cáncer en una semana. Pocos meses después falleció mi
madre: Elena. En parte fue una víctima colateral de esos atentados.
Veinte años
después, su hija y yo seguimos vivos. Mamá sigue latiendo en nuestros
corazones. Y, si existe ese Cielo en el que ella creía, confío en que al vernos
su preocupación no sea grande: el mundo sigue siendo cruel; pero en sus hijos
habita la ternura.
Amable leyente:
hemos vivido tiempos terribles y los hemos sobrevivido; hemos sufrido pérdidas
dolorosas y honramos el recuerdo de los fallecidos. Cuando el dolor ataca es
natural dolernos, cuando el recuerdo duele alivia el liberarlo. Nuestros seres
queridos, los vivos y los muertos, nos quieren libres de malos recuerdos; pero
no amnésicos del dolor compartido. Hoy hace veinte años fue un día nefasto, le
siguieron días horrendos y también estupendos. Si la vida fuera siempre una
fiesta, las fiestas –y probablemente la vida– no tendrían sentido. Vendrán días
felices, aunque el de hoy sea de melancolía.
Jerome
Charyn. Movieland. Chapter: “Children of Paradise”
Hijos
del paraíso X
Le
pregunté a Martens cuándo se había
convertido en hijo de la Cinémathèque.
“Tendría
unos quince o dieciséis años”, respondió.
Martens había vivido en los EE.UU. durante la
Guerra y regresó con su madre a Francia en 1946. Fue una especie de "pequeño norteamericano que se vio engranado
dentro del juego”. Una de las primera películas que recuerda es «El
retrato de Dorian Gray» (1945), –la idea que tenían en MGM de una
novela de OscarWilde–.
Todo el
film giraba en torno a un rostro inolvidable. “Dorian”, el joven inglés
diletante, es interpretado por HurdHatfield, cuyo aspecto en la pantalla
se asemejaba al de un ángel corrupto; de aire masculino en un momento y
femenino al siguiente, cualquier niño se habría sentido confundido respecto a
la identidad de “Dorian”.
En la
película, “Dorian” se mantiene joven mientras su retrato envejece en su lugar.
Esto es doblemente confuso, pues no sólo tenemos un fantasma en la pantalla,
con un lado masculino y otro femenino, sino que nuestro fantasma, “Dorian Gray”,
también tiene su propio fantasma, el cual envejece en su lugar y en el nuestro.
La mayor
parte de la obra está rodada en blanco y negro, lo cual resalta las sombras
sensuales y perversas de la cara de Hatfield,
podemos sentir su corrupción, sus expresiones amaneradas, como de muñeca, su
voz monocromo.
La escena
final está rodada en tecnicolor: Dorian, harto de su juventud, raja el retrato
y se cae al suelo. Envejece inmediatamente y muere, con lo que su retrato
recupera su juventud.
A Martens lo aterró tremendamente esa
doble conversión. Tendría unos cinco o seis años, y todo ese color tan chillón
lo horripiló.
A finales
de los años cincuenta, Martens
conoció “a un entusiasta de las
películas, FredJung, un orondo rubiode Luxemburgo... un auténtico chalado del norte.
Luxemburgo no existe.
Nadie ha estado allí. Es un país tan pequeño
que nunca nadie ha conocido a alguien de allí (salvo a FredJung).
Es un lugar más mítico que Mónaco.
Jung se lanzó al mundo de las películas. Encontró su destino,
éste consistía en ver películas. ¿Pero cómo puede uno ir por la vida viendo
películas?. Creó la Cinémathèque de Luxemburgo. Fue a ver al primer ministro de
la ciudad fantasma de Luxemburgo.
‘Tenemos museos’, le dijo. ‘Necesitamos una
filmoteca’. Construyó su propia filmoteca.
Él viaja por el mundo viendo películas seis
meses al año. Desentierra viejos rollos de películas. En la actualidad atesora
algunos de los tesoros más escasos del mundo del cine. Viajó a Klondike, donde
se encontró por casualidad una ciudad fantasma, y descubrió, congeladas, copias
de producciones de Hollywood realizadas en 1915, 1916 y 1920, obras que se
daban por desaparecidas.
Sufrió una especie de frenesí compulsivo.
Siempre hay una nueva película que encontrar para el país pequeño más rico del
mundo”.
FredJung
es sólo “otro de los monstruosos hijos de HenriLanglois.