La acción se situa en una sala de cualquier casa normal, familia acomodada, con su piso, coche, finca en el campo, crucero en el verano, con tres hijos, a los que se han inculcado unos valores muy cocretos : libertad, igualdad, solidaridad, compromiso con los más necesitados,...
Así comienza un relato apasionante, en el que el autor juega con los preceptos de la tragedia clásica —enfrentamientos familiares, personajes sometidos al arbitrio ajeno, pasiones soterradas,…— pero vistos desde un prisma personal, y presentados con un lenguaje ágil y vivo.
No sé vosotros, pero YO ya soy un fiel lector de este blog.
Probablemente, el nombre de Agustín Crespo, y el de su blog, Algún lugar solitario, no tardarán en encontrar su lugar bajo el sol de neón cibernético.
Hasta entonces, leerlo será una forma de recuperar lo no vivido.
Aquí os dejo un vínculo con el domicilio de la familia Mendía.
Disfrutad de la visita sin falsa moderación.
Nino Ortea
Gijón, 24-IX-08
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tu lectura comentada.