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Y encima, ¡perjuro!
No, si lo tengo todo: torpe, perezoso, impulsivo, obsesivo, alitoso y… ¡mentiroso!
Lo peor es que intento engañarme, decirme que eso nos pasa a todos, que es connatural al ser humano. Pero… ¿a quién quiero engañar? ¡Yo soy un gorila peludo atrapado en el cuerpo de un gijonés alopécico! Lo que hagan los demás me importa tanto como el resultado de las carreras de Ascot.
Las únicas carreras que envidio, y en las que me gustaría ser jinete, son las que recorren tus medias, no una sórdida tierra inglesa.
Lo dicho, se me llena la boca diciendo que soy lo más mono que anda suelto por vuestros jardines, y voy y la pifio. ¡He vuelto a ver una peli del gafas!
¿Será que como mi homónimo afrancesado he emprendido una búsqueda del tiempo perdido? No en vano, hubo años en que me desvivía por su cine. Zelig, Manhattan, Bananas (obviamente) o Sombras y niebla son nombres que hablan de mi admiración ante el ingenio y la expresividad del ahora plomizo Allen.
¿Será mi miedo a acabar convirtiéndome —como él— en sombra de lo que fui, lo que me lleva a alejarme de su cine?
¿Me deslumbraría el espejismo de Match Point y Scoop —divertimentos que disfruté en dvd, al igual que recupero los gracejos de Chiquito de la Calzada —, o sería mi condición ensoñada en tus brazos, Casandra, lo que me llevó a volver a él deseando regresar a ti?
¡Para el caso, peonzas! Lo doloso es que pasé por taquilla y dilapidé un dinero que me es escaso, así que esta noche castigado: ¡A la cama y sin liarla, para que aprendas, Ninín!
Ante todo debo dejar clara una obviedad: Javierín, puede ser el Ulises que mantiene a Penélope en vigilia eterna deshaciendo su velo, pero a mí, ambos los dos, me dejan frío —como ¿actores?— y asombrado —como personas estólidas que se creen leyendas—.
Respecto a Scarlett, mucho le queda por aprender de Vivien Leigh para llevar con orgullo ese nombre que juró no volver a pasar hambre.
La película es floja, aburrida, estereotipada y amanerada. En ella, Allen parece más centrado en filmar un largo promocional de Barcelona y comarcas, Oviedo incluida, que de utilizar la cámara como elemento narrativo. Su tomavistas se olvida de los personajes y se centra en los exteriores y en lo estereotipado; recordando esos documentales en los que cineastas blancos atraídos por lo primitivo de la cultura negra, se limitaban a filmar lo más bizarro de sus costumbres africanas.
Quizás al snob de Woody se le olvida que está retratando unas ciudades que ya eran urbes cuando en las cañadas de su idolatrado Nueva York pastaban herbívoros.
El guión presenta más taquicardias que mi pulso cuando te veo, se ahoga en situaciones vacías y en personajes desbrozados con prisa. Su uso del narrador omnisciente, se convierte en un abuso que nos lleva a lo peor del endogámico cine francés.
Lo mejor de la peli es su uso de música de Paco de Lucia, y la canción central de Giulia y los Tellarini. Y decir eso de un filme de Woody Allen, es como destacar de un cuadro que lo principal es su marco.
La película me ha resultado decepcionante, por aburrida y petarda. Sin embargo, verla ha sido algo positivo. Me sirvió para pensar durante su proyección en lo importante que eres para mí, y lo avanzada que fuiste a tu tiempo en tu condición de apostata alleniana.
La larga vuelta a casa paseando, mientras escuchaba a Van Morrison, me reafirmó en mi pasión por mi ciudad, en mi apego a Septiembre y en la capacidad de tu recuerdo para avivar mis sentidos.
Parece ser que "Vicky Cristina Barcelona" es la película más taquillera de Allen en muchos años. No faltará quien disfrute de ella. Me alegro. Es más, probablemente yo la cabe acumulando en dvd. Además, mi vuelta a casa de la mano de tu mano ausente justificó ir al cine a verla.
Es lo mágico que tiene acudir a una sala de proyección, emerges de tu aislamiento y contactas con la vida. Ver una película y que te guste es algo aleatorio, quizás de haberla adivinado proyectada en tus ojos me habría maravillado. Pero solo, y rodeado por jamelgos en la multisala, me sentí como Gulliver en Bostezolandia.
Quizás tú lector esperabas otra cosa de este texto. Yo no cuento películas, sólo cuentos. Esto no es una crítica, si no un sueño de seductor dormilón, que atesora los recuerdos de su poderosa Afrodita.
©Nino Ortea Gijón, 28-IX-08
¡¡Nino!!
ResponderEliminarSoy uno de esos que te leen cuando pueden y que se sorprenden con tu enfoque. Cuando vi lo de Vicky Barcelona pensé que seria una reseña clásica, me olvidaba de que estaba en ven y enloquece, lo que me he encontrado me ha gustado por su humor, nunca te tomas en serio, y por su romanticismo.
Si te escribo, a parte de para felicitarte, es para hacerte una pregunta
Por que has añadido el símbolo de copy right a tus textos? Obviamente, contéstala si te parece oportuno.
Un enloquecido
Hola, enloquecido:
ResponderEliminarVoy fatal de tiempo, así que perdona el tono telegráfico:
Gracias por las felicitaciones.
Soy romántico y coñón, y lo primero de lo que he vuelto a reírme es de mí mismo.
Lo del copyright es meramente testimonial. Los textos están ahí para que los leáis, releáis, imprimáis o compartáis, pero siempre, plis, indicando la fuente. Por otro lado, obviamente, queda prohibida la reproducción total o parcial de bla bla bla, pero bueno eso se da por supuesto entre personas.
Un agradecido
Nino
Ninoooolllll? No vi la película, pero estoy de acuerdo contigo,¿ cómo es posible? Muy sencillo, Allen me aburre hace mucho tiempo, su ingenio ha quedado oxidado o yo no lo se apreciar, o tal vez me cansan sus obsesiones.Me quedo con "Toma el dinero y corre". "Bananas". Sobre los actores tengo mejor opinión de Bardem( a ver si pagas impuestos en España amigo solidario) que de Penélope; lo más atroz que leí es que algún descerebrado la comparara con Audrey Hepburn. "Pe" a ver si pisas un teatro que es lugar de forja , ahí tenemos los ejemplos de muchos secundarios : Pepe Isbert, Manolo Moran,Julia Caba Alba... Pero debían ser muy malos :¡ ninguno fué a Hollywood!
ResponderEliminar¡Hola, Abbott, aquí Costello!
ResponderEliminarEso me gusta, que a diferencia de Sto. Tomás, no necesites ver para creer. La peli es tan aburrida como leer esos blogs donde se limitan a traducir lo que otros escriben, o a copiar y pegar lo ajeno… Por eso tu ultra mega blog pecador pecador es todo un fistro duodenal.
De Ja y de Pe, no opino a no ser que me paguen.
Aunque, eso sí, los ejemplos que pones son un poco añejos, abuelo. ¡Qué estamos en la era de Internet! Leyéndote parecería que aún tienes radio de petaca, y la usas para escuchar a algún locutor confabulador.
Bueno, algún día, si eres bueno, te contaré lo que escucho cuando me levanto.
¡Y, no, tranquilo, no son los ronquidos de la desdentada!
¡Salud, camarada!
Ninoooollll
Nino
Engañar a los hombres de uno en uno es bastante más difícil que engañarlos de mil en mil. Por eso el orador tiene menos mérito que el abogado o el curandero.
ResponderEliminarSantiago Rusiñol
Pues yo iba a comentar la película, pues por fin la vi. O eso pensaba.
Pero resulta que con el rollo este de los multicines me equivoqué de sala y cuando me di cuenta ya era tarde.
Así que acabé viendo un rollo a medio camino entre una guía de viajes del National Geographic, un videoclip del guitarrista de Camarón y una versión New Age de Bergman.
No recuerdo el título, pero la peli tenía una voz en off continua y muy muy molesta explicándote cada detalle de lo que hacían los actores:
Ahora suben al coche, él no la ama, él se queda pensativo, ahora está bebiendo, ahora van en bicicleta...
Un horror, vamos. Súmale a esto una puta cancioncilla que no soy capaz de sacarme de la cabeza y que sonaba como 20 veces y añádele una continua música de guitarra que al principio agrada pero a mitad de la película o documental o lo que fuese que vi, te entran ganas de matar al guitarrista para descansar un poco el oído.
El caso es que había ido al cine con una amiga que juraba y perjuraba que aquello era la última peli de Woody Allen. ¡Hay que joderse! y luego va de cinéfila y entendida.
¿Woody? Le preguntaba yo, pero ¿y los diálogos ingeniosos? Incluso en menudencias como “La maldición del escorpión de jade”, “Un final made in Hollywood” o “Scoop” los había ¿Gags? Ni uno. ¿Personajes interesantes? Rien de rien.
Pero bueno la pobrecita salió convencida de haber visto "Vicky Cristina Barcelona" y me dio cosa quitarle la ilusión.
A no ser claro está, que Woody se haya aplicado lo de “Toma el dinero y corre” aprovechando que hay países que te dan unos milloncetes por rodar una película allí, ¿Se le puede culpar por ello? No, si acaso a los gilipollas que le pagan por rodar esto. Aunque pensándolo mejor, casi prefiero que subvencionen a este que de vez en cuando hace cosas entretenidas, que no a los Vicente Aranda, Carlos Saura, Bigas Luna y demás pelmas patrios que aburren a las piedras y encima van de geniecillos pedantes por aquello de la superioridad del cine europeo, bueno, el europeo y el de Azerbaiyán, Irán, Tayikistán y demás coñas progres-snob.
Así que lo siento Nino, tal vez la vea un día de estos, ya te comentaré algo entonces.
Salu2