Ayer fue un día lleno de casualidades.
Entre otras, recibí un emilio de un amigo en el que me pedía consejo sobre la lectura de un tebeo. En su mensaje me comentaba que había leído en Internet un extracto de un texto escrito por mí, que la editorial usaba para publicitar la novela gráfica.
Sorprendido, entré en la página web de los publicantes y vi que era así.
Me invadió la ira.
Apagué el ordenador, y me puse a lavar mi ropa interior a mano. Por nada del mundo me habría cambiado por mis calzoncillos. Los estrujé hasta extraer de ellos la última gota de agua.
No me quitaba de la mente la cusa de mi enfado.
Los mismos empresarios que no me habían pagado por mi trabajo de traducción; la misma organización que había desleido mis mensajes solicitando el pago por mi trabajo; la misma editorial que —casualmente— había presentado mi trabajo en Gijón y traído hasta aquí a su autora, sin invitarme a la presentación… ¡Esos ali-babas que ya se habían apoderado de mis palabras, habían vuelto a robarme lo que más quiero!
Salí a la calle. El ruido convivió con mi furia.
Tomando un café, un amigo me aconsejó que demandara a la editorial.
Le recordé que no sólo el importe de mi minuta era muy bajo, si no que Nino no es mi nombre.
En mi situación, cuando acordaba traducir un libro o una novela, aceptaba el trabajo confiando en la palabra dada.
Las palabras son lo más importante en mi vida. Y la palabra dada es el oro de los pobres.
Por eso que me las roben, o que me condenen al silencio es algo que me llena de ira.
Finalmente, José entendió el porqué de mi abandono de mis sueños de traductor. No podía soportar que me siguieran dando donde más me duele.
Quizás por eso entendáis mi aferrarme a este blog como un último atisbo de cordura.
No estoy loco, aunque mi realidad suene a enloquecida.
No peco de soberbia. Protejo mi autoestima.
Necesitaba sentirme cuerdo, vivo y querido, por eso abrí este refugio.
De vuelta a casa, el cielo se me vino encima.
Pero ésa es otra historia.
El caso es que, tras una digestión accidentada por el combate entre mis tripas y mi mente, he decidido seguir a lo mío: escribiendo.
También he decidido seguir a lo tuyo: esperándote.
Aquí tenéis un vínculo con mi artículo saqueado. La obra comentada merece la pena, creedme.
Cuidaros.
Nino Ortea Gijón, 31-VIII-08
Siento el robo. Siento el abuso.
ResponderEliminarEn cualquier caso te recomiendo que te asesores, si es posible demanda a esos hijos de puta que piratean inmunes lo más preciado. Esos con sus cochazos y chalets, que se jactan de ser algo en la sociedad, cuando lo único que son es: la mutación patética y lamentable de lo más despreciable del ser humano. ¡Lástima el aborto obligado a sus madres! ¡cuanto hubiese ganado la sociedad!
Desgraciadamente, aquellos a quienes pagamos los estudios de derecho están demasiado ocupados medrando socialmente, no tienen tiempo para reclamera justicia, sino que emplean su tiempo en ganar dinero y darse importancia pensando que son algo en la vida y que lo que hacen es importante.
Afortunadamente siempre hay excepciones, aunque suelen militar en alguna ong responsable y valerosa.
Inténtalo: mira a ver si los puedes demandar. NO solo el papel escrito sirve como contrato, la palabra también, y Nino si bien no es tu nombre, si es el sobrenombre por el que eres conocido. Además tendrás algún tipo de testigo, además de un estilo reconocible. Demándales por robo, daños morales, lucha contra Goliat, y en cualquier caso di el nombre de la editorial, aunque sea un pataleo hagamosles algún tipo de publicidad en su contra; se que no servirá de mucho, pero al menos sabrán que no estás solo. Llenemos de correos su dirección. No sé estoy muy cansada y no se me ocurrren ideas.
Pero haz algo.
Siento el robo. Siento el abuso.
ResponderEliminarEn cualquier caso te recomiendo que te asesores, si es posible demanda a esos hijos de puta que piratean inmunes lo más preciado. Esos con sus cochazos y chalets, que se jactan de ser algo en la sociedad, cuando lo único que son es: la mutación patética y lamentable de lo más despreciable del ser humano. ¡Lástima el aborto obligado a sus madres! ¡cuanto hubiese ganado la sociedad!
Desgraciadamente, aquellos a quienes pagamos los estudios de derecho están demasiado ocupados medrando socialmente, no tienen tiempo para reclamera justicia, sino que emplean su tiempo en ganar dinero y darse importancia pensando que son algo en la vida y que lo que hacen es importante.
Afortunadamente siempre hay excepciones, aunque suelen militar en alguna ong responsable y valerosa.
Inténtalo: mira a ver si los puedes demandar. NO solo el papel escrito sirve como contrato, la palabra también, y Nino si bien no es tu nombre, si es el sobrenombre por el que eres conocido. Además tendrás algún tipo de testigo, además de un estilo reconocible. Demándales por robo, daños morales, lucha contra Goliat, y en cualquier caso di el nombre de la editorial, aunque sea un pataleo hagamosles algún tipo de publicidad en su contra; se que no servirá de mucho, pero al menos sabrán que no estás solo. Llenemos de correos su dirección. No sé estoy muy cansada y no se me ocurrren ideas.
Pero haz algo.
31 de agosto de 2008 16:55
Sí, claro que lo entiendo iNino. Además cada vez tengo más claro lo jodido del oficio.
ResponderEliminarDéjame que te cuente una anécdota:
Sabes que uno de mis vicios semi-confesables es escuchar Vaughan Radio. Pues bien, el tejano antes de forrarse con su hoy famoso método de 50€ por clase, libros, CD's y demás, compaginó su labor en la enseñanza con la traducción. Hay una frase que repite a menudo:
Ser traductor en España es como ser torero en Dinamarca
Entre otras perlas cuenta que en una ocasión en los 80 tras dedicarle a un texto mucho más de lo que en principio calculaba, es un perfeccionista como tú, Nino, resulta que el editor le dice: Sí, esto está muy bien, pero lo necesito más conciso, problemas de espacio.
Me imagino la cara que se le quedó.
¿Más ejemplos? María Teresa Gallego, una de las más reputadas traductoras de este país:
"...Gallego habla menos de sí misma que de su gremio, muchas veces invisible y con frecuencia maltratado...Dedico diez horas al trabajo, y hay que ir a la asociación, poner la lavadora... vivir".
El artículo completo en el Babelia del 16 de febrero de este año no tiene desperdicio:
María Teresa Gallego, la voz de otro
Otra cosa es que encima te roben los muy cabrones como es tu caso.
¡Como para animar a nadie a dedicarse a esto!
Hola, Zukki:
ResponderEliminarLeo tu comentario por duplicado, creo que a alguno de los dos el fin de semana lo dejó fatal.
Pues sí, la verdad es que el mundo editorial está lleno de ladrones.
Como bien sabes, no sólo acabé dejándolo por mi inoperancia en él, si no que el desencanto me venció.
En su momento hablé con una amiga abogada, que me dijo que dado lo poco de lo que la editorial me había robado, no me aconsejaba meterme en pleitos. De aquella yo andaba ya bastante erosionado de ánimo, y me aconsejó evitar procesos estresantes.
Quizás ahora llegó el momento de ir a la carga, no lo sé. Me veo bien, me siento mejor, y la vida está tranquila; pero sé que aun no he salido del todo del pozo, y temo obsesionarme con el tema. Por otro lado, me fastidia que los miserables siempre ganen.
Eso sí, el nombre de la editorial lo omito para evitar movidillas.
Bueno, te noto bien.
Me gusta.
Ánimo.
Hola, José
ResponderEliminarLos vicios no se confiesan, ya ves lo que le ha pasado a mi imitador californicator por admitir públicamente su adición a la piel ajena.
Yo, que he sido banderillero en Islandia, te podría contar muchas anécdotas sobre perrerías editoriales, y de hecho iré haciéndolo en el blog si el proyecto mantiene su vida.
Traducir me encanta, pero ver que me rebuznan por hablar claro, o tener que perder el equilibrio para ponerme en mi sitio, es algo que ya no volveré a hacer.
No me compensa pillar un disgusto por ganar un dinero que no necesito.
Ahora necesito estar tranquilo.
Dar cariño y que me mimen.
No estoy para arriesgar mi autoestima.
Vale demasiado.
María Teresa Gallego tiene problemas pese a su trayectoria editorial y personal. Imagínate los que sufrí yo.
Lo peor es que muchos de los que me explotaron ostentan su falsa condición de liberadores cuando en realidad son unos negreros.
Pero lo dicho, llegará el día en que hablar de ello con detalle no me duela.
Por fortuna, guardo copia de mails, textos, y demás material, por lo que cuando cuente mi experiencia lo haré detalladamente.
Y, la verdad, me está apeteciendo ponerme a ello.
Voy a ver una peli.
Y luego a seguir leyendo a Bradbury.
Dejo el interludio para mañana.
Cuídate
Creo que el consejo que te dio esa amiga abogada tuya es el correcto.
ResponderEliminarAhora,medita ¿te compensaria meterte en pleitos estresantes y largos? como dices.¿Te merece la pena pasar la noche en vela,sin dormir por culpa de unos capullos rateros?
No actues de forma visceral,no se si la cantidad de dinero te merece la pena como para luchar sin cuartel.
En cualquier caso si lo que te gusta es traducir,adelante y toma este expolio como enseñanza del futuro para que no vuelva a suceder.
Verás, Nacho, por un lado creo que tienes razón, meterme en pleitos largos puede ser la peor decisión ahora que vuelvo a estar tranquilo.
ResponderEliminarAdemás se que actuar de forma visceral me lleva a dejar que me domine la ira, y en ese terreno soy infrenable. Lo destruyo todo y me convierto en un agente del caos,
Pero… lo de dejar que los miserables se salgan con la suya, me ofende.
No soy de los que hacen lo correcto, si no lo debido. Y aquí estoy sopesando lo que hacer. Además, abriría un frente de combate al agravio creativo que empezaría aquí, en Gijón.
Me he dado este mes para decidirlo. Voy a poner en orden mis papeles y datos. Voy a intentar contactar con otras víctimas de los negreros culturales, y puede que me ponga a ello. Si me pongo, la cosa va a ser larga, continua y sin posibilidad de pararlo hasta que llegue al fin.
Gracias por tu consejo, Nacho
Hola Nino, escribo esto para darte las gracias por tus comentarios en el blog, me han ayudado en un momento en el que lo necesitaba.
ResponderEliminarPor suerte tengo una forma de ser, ayudado de algo de sentido del humor, que hace que desgracias y desgraciados me afecten lo justo y digo lo justo porque uno tampoco es de piedra. Últimamente diversos eventos en mi vida me tenían un poco desconcertado, ya tenia esa carrera, ya había accedido a ese mundo laboral que nunca es lo que te esperas y mi cabeza estaba en un momento de “stand by and wonder”.
Mi nacimiento fue un “accidente” y mis padres y hermanos ya eran mayorcitos cuando yo empecé a tener uso de razón. Por sus actos comencé pronto a preguntarme si en la vida no habría algo mas que lo que veía realizar a la gente de mi entorno, estudiar, trabajar, tener posesiones, hacer papeleos, reproducirse, etc. y las míticas preguntas sobre ¿De donde venimos? ¿A dónde vamos? ¿Y entre tanto que pintamos aquí? corrían por mi cabeza.
Debido a estas incógnitas sin solución y que la realidad era en muchas ocasiones muy rutinaria y sosa, a no ser por alguna amistad merecedora de atención, pronto me vi atraído por el mundo de las historias en libros, películas, historietas y videojuegos que me llevaban a otros mundos llenos de nuevas sensaciones y que me abstraían de la rutina. Pero como dijo Woody Allen, creo que fue el, “La realidad es una mierda pero es el único sitio en el que te puedes comer un buen filete” (o algo así) y ese filete además hay que ganárselo.
Para ganar ese filete lo que siempre me hubiera gustado hubiese sido ser bueno en algo, algo que me gustara hacer, no por soberbia sino por poder hacer algo grandioso y decirme “Estuve en este mundo sin sentido pero al menos hice esto…”.
Pero de adolescente siempre crees que tienes toda la vida por delante y cerca de los cuarenta empiezas a percibir la cuenta atrás dándote cuenta de tus limitaciones y esas preguntas sobre que pintamos aquí vuelven con mas fuerza a tu cabeza.
Aquí es donde entras tu y tu blog recomendado por un amigo cada día mejor considerado. Me has ayudado a pensar y decidir lo que para mi es lo importante a partir de ahora.
Lo importante es CREAR Y DESCUBRIR.
No importa en que materia ni a que nivel, ni lo pequeñas y poco importantes que parezcan, lo importante es traer nuevas cosas a este mundo. Pensad en una cosa, cualquiera que se os ocurra, y ahora en su creador o descubridor. Para que su obra tuviera lugar este individuo ha necesitado una educación y una motivación. Los científicos de hoy en día aprenden en su juventud cosas que a otros les ha llevado la vida y sobre estos conocimientos alcanzan otros nuevos. Artistas se educan con conocimientos que los inspiran a realizar nuevas obras o descubrir nuevas técnicas.
Cada logro se apoya en otros que sirven de escalones para alcanzarlo y puede que si alguno faltara ese logro hubiese sido inalcanzable. Quien le iba a decir a ese hombre primitivo, que en su cueva un día decidió utilizar barro para plasmar algún garabato en la roca, que gracias al dibujo hoy íbamos a disfrutar de historietas que nos hacen disfrutar un poco mas de esta vida y que sirven de inspiración a muchos para realizar mas.
Por lo tanto, no se si me he explicado bien, pero añadir algo a este mundo por minúsculo y sin importancia que parezca es glorioso porque nunca se sabe si va a servir de inspiración o ayuda para ese ser que si creara algo destacable y ¿quien sabe? quizás algún día sirva de apoyo para aquel que encontrara la respuesta a ¿De donde venimos? ¿A dónde vamos? ¿Y entre tanto que pintamos aquí?
Así que de esta forma, si es que has llegado a leer hasta aquí, Nino, te doy las gracias, y me gustaría decirte que no te castigues con el maltrato recibido por esa editorial, tu eres un creador y escribirás mas cosas, traducirás mas cosas y habrá un montón de cosas tuyas en este mundo mientras que ellos solamente habrán perdido a alguien mas a quien estafar.
KD
Cmpltmnt de acuerdo.
ResponderEliminarSuscribo el último párrafo de este tu nuevo comentarista.
Da tiempo al tiempo.
Lo que tu hagas,permanecerá
y Goliat acabara cayendo antes o despues.
Esa sera tu victoria.
Y te lo dice una impulsiva.
ResponderEliminarTengo un 9´50 en esa materia.
Hola KD:
ResponderEliminarPerdona si no soy muy efusivo, pero no tengo ni idea de quién eres. Tu mismo comentas que has llegado aquí por la mediación de un amigo incógnito.
Bueno, lo que importa no es quién somos, si no lo que somos: así que bienvenido.
Respecto a tus agradecimientos iniciales, de nada. Es curioso cómo las palabras de un extraño pueden ser más efectivas que las de los seres que nos son queridos. Quizás por que estas las vemos envueltas en cubiertas de protección, y aquellas son meras voces al viento.
Espero que ese momento de incertidumbre sea positivo.
En mi opinión tener dudas, inquietudes e inseguridades es lo Humano. Nada me asusta más que esa gente que planifica su vida, con la fiereza de un comunista chino: A los 23 acabo la carrera, a los 26 saco la oposición, luego me caso, tengo 2 hijos (niño – niña) a los 40 meto a mis padres en el asilo, y a los 41 cojo un fusil y me pongo a disparar a mis conciudadanos.
Ya sabes que muchas veces no hay mayor vacío que el que nos invade después de cumplir nuestros planes, máxime si son impuestos. Por lo que entiendo tu sentarte a tomar el aire tras cumplir ciertas metas. Pero si eres capaz de alcanzar un estado de Stand by and Wonder” and lugar de “stand still and worry” la cosa promete.
Por tu carta, deduzco que bordeas los 40 años, y ya sabes que ésa es considerada una época de crisis vital.
Por fortuna, yo nací en el momento apropiado (bueno, con 15 días de antelación) en un entorno familiar que me hizo sentir querido, y con una madre que siempre entendió que la vida hay que vivirla, no planificarla.
Veo que compartimos aficiones y pasiones.
Verás, no sé a ti; pero yo tengo un sentimiento recurrente que me preocupa: gran parte de la gente que me rodea me aburre. La vida de los otros (trabajo fijo, pareja estable, comprar, tener,…) me parece un desperdicio vital. Los quiero, son mis amigos, pero cuando vuelvo a casa tengo esa sensación tourneriana de haber andado con un zombi.
Es algo que me preocupa, pues me hace sentir ingrato, y, a veces, prepotente.
Por eso, la Ficción encaja más en mi percepción de la realidad.
La necesidad de sentirnos inmortales es humana. De ahí la paternidad, ese desear que nuestros hijos cumplan nuestros sueños.
Yo nunca he querido tener hijos. Por eso persigo mis sueños.
Antes de seguir, una anotación: Son muchas las personas bien vistas y consideradas en el ámbito social y cultural, que me consideran un engreído, cuando no un degenerado. Decir mi nombre es nombrar lo prohibido. Ten cuidado.
Además, KD, si hay un título esclarecedor, es el que he tomado prestado para este blog.
Pero sí, sinceramente creo que lo importante es acercase a ser lo que puedes ser, convertirte en tu propia creación. Cincelar tu vida con tus experiencias. Decirle a quien quieres lo que necesitas decirle. Marala como si no hubiera un mañana. Ser implacable con los miserables. LA EDITORIAL A LA QUE ME REFIERO EN MI ARTÍCULO ES ASTIBERRI. Alejarte de lo que te supera.
Por eso es tan triste convertir nuestras vidas en un desperdicio. Por eso es tan necesario querernos y respetarnos. Y, muchas veces, encapricharnos de nuestros caprichos.
El proceso creativo es un auténtico laberinto, en el que creador y el degustador se convierten indistintamente en Teseo y Minotauro. No es raro que alguien vea en algo que escribes, lo que nunca te planteaste decir, pero él quiere leer.
De hecho, había conectado el pc con una somnolienta idea clara de lo que quería escribir, pero tu carta me ha sacado de mi soledad, y me ha embarcado en el placer de la comunicación. Y, ¿cuál es el objeto de crear, si no comunicar?
Así que, gracias, KD. Me has ayudado.
Espero leerte pronto.
Y ánimo con tu vida.
Nino
Hola, Juncal:
ResponderEliminarComo a ti sí te conozco, puedo garantizar que tus virtudes alcanzan esa nota en muchas materias.
Además, el problema no es ser impulsiva, que lo eres, si no el no tener. Por fortuna lo tienes, y muy grande.
No sé a ti, pero a mí muchas veces me vuelve impulsivo el que los otros sean pusilánimes.
Respecto al camino a la victoria: caeré, me perderé, y volveré a convivir con fariseos. Pero, confío en no verme cómo me vi.
Cuídate