Hancock: Gettin' Jiggy with it

No hay mayor dictadura que la de la realidad. Uno hace sus planes, ultima hasta el ultimo detalle. Si es necesario, idea tácticas maquiavélicas para su cumplimiento. Y... ¡Zas! ¡Bienvenido al mundo real, memo!

Da lo mismo que estés cobijado en tu caravana que expuesto en la playa de La Ñora. No puedes escapar a la sombra del Murciélago. Bueno, en éste caso a la del batplano que publicita el estreno de su última ficción fílmica. Al orejas puntiagudas ése me habría gustado ver aquí el otro día cuando la ballena quedó varada en la arena. Me insisten en que la libere, y luego se ponen como locos por que al hacerlo hundo el yate de algún niño pijo.
¡Ingratos!

Hoy es miércoles, acaba de empezar la mañana, ya me piden responsabilidades por el incendio de Zaragoza y el terremoto de Alicante. ¿Acaso piensan que combatir a los malosos es fácil? No cuando tienes una mano ocupada en evitar que una bala perdida te rompa la botella de morapio.
Esas pelis de supertipos son lo peor. La gente las ve, y se las cree. Esperan que los salves de todo sin que nada los salpique. Al Batmito quisiera haber visto yo el otro día intentando controlar a las fans histéricas del Bisbal tras su concierto. ¡Qué torta me dio aquella maciza sólo por que le toqué el culo, si lo llego a saber le toco las...!

─Oye, niño, o te estás quieto con la arena… ¡O METO TU CABEZA EN EL CULO DE TU PADRE, Y LA DE ÉL, EN EL OJETE DEL NENAZA DEL SALVAMENTO!

Mañana empiezo la terapia para mis ataques de ira. ¡Vaya forma de perder el tiempo! Espero acabar pronto para poder ir a la apertura de esa cervecería naturista. Barra libre por la inauguración, y tías en bolas. ¡Promete! Y luego, si no tengo que canear a algún degenerado, iré a la hora feliz de Goninolo's. Y si la noche se pone dulce, quizás la senuda de Lola me deje tocarle las...

─¡NIÑO, TE HABÍA AVISADO! ¡TE VOY A METER LA...!

Tras 12 años recluido en La fortaleza de la soledad, el guión de Hancock cobró vida. Frente a la moda de superhéroes voluntariosos, nos encontramos con un supertipo a desgana cuyo mayor enemigo es Resacón Mañanero. Un Will Smith impagable, se ríe de su imagen de salvador del Universo en esta película dirigida por el irregular Peter Berg, quien tras la fallida La sombra del reino, vuelve a desarrollar la agilidad narrativa de Very Bad Things. ¡Buen trabajo!

La sencilla trama de la peli (un desastroso superhéroe se enamora de una maciza) se torna en elaborada tras su visionado. Un hombre que lo tiene todo (inmunidad, inmortalidad, inteligencia...) carece de lo más importante: felicidad.

Esa angustia vital se traduce en una conducta desordenada, carácter hosco y soledad. Mucha soledad. Los ciudadanos de Los Ángeles a los que salva, lejos de estarle agradecidos, lo demandan constantemente. Los niños lo ridiculizan. Las mujeres lo evitan. Aunque, quizás si se duchara esto último cambiaría. Nadie le hace ver lo especial que hay en él hasta que un agradecido publicista lo incluye en su realidad cotidiana. No hay mejor acicate que el cariño.
Bueno, sí, quizás un par de azotes de una dominatriz, pero ésa es otra película.

Hancock no combate amenazas extraterrestres o a supermalvados. Se enfrenta al Mal que anida en lo cotidiano. Y, al igual que hacemos el común de los mortales, lo hace mal. No le gusta ser quién es. Y convierte su desazón en armazón. Reencontrase con su lado humano, será su misión definitiva.

Obviamente esta no es la primera vez que Hollywood se acerca de forma irreverente al mundo de los superhéroes. Prescindiendo de engendros como The Punisher, Catwoman o Spawn, ya habíamos tenido recientemente una joyita desmitificadora, Mystery Men, donde el malvado Cassanova Frankenstein puede acabar con tus neuronas en un ataque de risas. Puro divertimento no apto para puristas, y sumamente aconsejable para una de esas tardes en las que piensas que nadie puede ser más ridículo que tú, tras haber vuelto a llamar a la que jamás te oye.

La diferencia está en que Hancock aparece en un momento en que las tebeopelis son uno de los mayores negocios del cine yanqui. No en vano nos la acerca la compañía productora de la exitosa trilogía de Spiderman. Con lo que su estreno (post Iron Man, Hulk y Wanted; y pre Batman y Hellboy) puede pillar a más de uno descolocado. No sólo nos encontramos ante una película que no se basa en un tebeo (hasta Mystery… contaba con sus comicbooks) por lo que no cuenta con un fandom previo, si no que hay momentos en los que el guión oscila en exceso entre aventura, parodia, comedia sexual y cine familiar. Por lo que sus fallos son resultado de su condición fílmica, no de un "denostable" origen comiquero.

Dejando de lado sus altibajos argumentales (puede que en realidad sean un guiño al volar etílico de su protagonista) nos encontramos ante una perfecta película para disfrutar sin pensar (vamos muy masculina, por eso de proteger nuestra única neurona).

Un supehombre rijoso, más preocupado por vencer su forzada castidad que a cualquier delincuente; un superhéroe que utiliza su apestoso aliento resaquil para espantar a los niños; un supertipo capaz de zarandear a un delincuente para robarle las gafas, y así protegerse del insolente Sol… un borrachuzo irredento para el que ninguna institución (ley, matrimonio, amistad…) merece respeto si lo aleja de su hedonismo.

Si a la sobrada interpretación de Smith, le sumamos la radiante presencia florero de Charlize Theron como Wonder Woman de este peculiar Superman, creo que coincidiereis conNino en que son muchos los motivos para disfrutar con los trasuntos de este megapendón, cuya kriptonita, al igual que la de much@s, es el desdén ajeno.

Y ahora, si me perdonáis, creo que una oficial de salvamento neumática necesita de mi interesada ayuda…

“Perdone, señorita. ¿Tengo permiso para tocarla? No es algo sexual.”

Nino Ortea Gijón, 06-VIII-08