Del verde al amarillo
La casi totalidad del trabajo de la pareja para Marvel está publicado en España por la editorial Planeta-DeAgostini.
El prestigio The Savage Hulk (1996) plantea la innovadora idea de someter a La Masa a juicio. La novedad radica en que el honorable Stan Lee preside la sala, y Hulk cuenta con destacados juristas como Peter David o Dave Gibbons.
En su alegato de once páginas, Loeb y Sale establecen que su representado sólo destroza por necesidad, reconstruyendo un sucedido en el que una aterrada pareja encuentra al gigantón en su cocina.
El atenuante para el allanamiento: el hambre del coloso.
El especial La Patrulla-X Extra verano 1995 contiene la historia de diez páginas Y nada volverá a ser lo mismo.
Asistimos a una secuencia en La sala de peligro, donde Bishop recrea una antigua misión en la CER. La dulzura de Júbilo endulzará la mala leche del mutante venido del futuro.
En ambos trabajos, Loeb se limita a plantear meras anécdotas, mientras Sale acapara nuestra atención con una impresionante planificación, un uso ágil del claroscuro, y una economía de medios apabullante.
A lo largo de la miniserie de cuatro entregas Lobezno/Gambito: Víctimas (1995), Londres sufre los asesinatos de un émulo de Jack el destripador.
Lobezno y Gambito, unidos por su amiga mala suerte, son salpicados por la hiel de la venganza de un desfigurado Arcade y una vengativa Mente Maestra.
Con estructura de novela enigma, Loeb hilvana retazos de días del presente futuro de unos personajes condenados a revivir pérdidas. El escritor reflexiona sobre lo peligroso de mezclar caricias y acero, lo inconveniente de creer a un mentiroso, y lo doloroso de encontrarte en cada ascensor con la que ya no está.
Desde la sensualidad del trazo de los personajes femeninos, a su diseño de creaciones clásicas como Arcade (cruce entre Joker y Dos Caras) los lápices de Sale, coloreados como en las obras anteriores por Gregory Wright, desarrollan majestuosamente la historia.
En Daredevil: Yellow (2001), miniserie de seis entregas agrupada por Planeta en un tomo, Matt Murdock, apesadumbrado por la muerte de Karen, rememora la época en que comenzó su doble vida como abogado y justiciero.
El proyecto ignora toda influencia de Frank Miller y homenajea a los primeros creadores. Loeb recupera el monólogo interior que tan buen resultado le da con Batman (personaje del que actualmente desarrolla la serie mensual homónima junto al dibujante Jim Lee) aunque aquí este recurso no se adapta tanto al ritmo y es, eventualmente, redundante.
Sobre el trasfondo de una historia de superhéroes, destaca una reflexión sobre el Amor. Entendido como admiración por ese padre que se desvivió por ti; como amistad hacia ese amigo que siempre estuvo allí, y como la pasión hacia esa persona a la que no puedes dejar de ver, aunque seas ciego o ella esté muerta.
Sale, coloreado melancólicamente por Matt Hollingsworth, resulta dinámico en la acción, detallista en la recreación de ambientes, e intimista en las situaciones emocionales.
Vampirella especial (Norma Editorial, 2000), recoge las ocho páginas de En busca del Sr. Goodwin. Con el pretexto de una historia donde la vampira escoge a Archie Goodwin como cronista, rinden homenaje a éste, quien junto a Tom Sutton desarrolló las primeras historietas de Vampirella, deferencia a la que se une una acertada reflexión sobre la inmortalidad.
ADELANTE ATRÁS
El prestigio The Savage Hulk (1996) plantea la innovadora idea de someter a La Masa a juicio. La novedad radica en que el honorable Stan Lee preside la sala, y Hulk cuenta con destacados juristas como Peter David o Dave Gibbons.
En su alegato de once páginas, Loeb y Sale establecen que su representado sólo destroza por necesidad, reconstruyendo un sucedido en el que una aterrada pareja encuentra al gigantón en su cocina.
El atenuante para el allanamiento: el hambre del coloso.
El especial La Patrulla-X Extra verano 1995 contiene la historia de diez páginas Y nada volverá a ser lo mismo.
Asistimos a una secuencia en La sala de peligro, donde Bishop recrea una antigua misión en la CER. La dulzura de Júbilo endulzará la mala leche del mutante venido del futuro.
En ambos trabajos, Loeb se limita a plantear meras anécdotas, mientras Sale acapara nuestra atención con una impresionante planificación, un uso ágil del claroscuro, y una economía de medios apabullante.
A lo largo de la miniserie de cuatro entregas Lobezno/Gambito: Víctimas (1995), Londres sufre los asesinatos de un émulo de Jack el destripador.
Lobezno y Gambito, unidos por su amiga mala suerte, son salpicados por la hiel de la venganza de un desfigurado Arcade y una vengativa Mente Maestra.
Con estructura de novela enigma, Loeb hilvana retazos de días del presente futuro de unos personajes condenados a revivir pérdidas. El escritor reflexiona sobre lo peligroso de mezclar caricias y acero, lo inconveniente de creer a un mentiroso, y lo doloroso de encontrarte en cada ascensor con la que ya no está.
Desde la sensualidad del trazo de los personajes femeninos, a su diseño de creaciones clásicas como Arcade (cruce entre Joker y Dos Caras) los lápices de Sale, coloreados como en las obras anteriores por Gregory Wright, desarrollan majestuosamente la historia.
En Daredevil: Yellow (2001), miniserie de seis entregas agrupada por Planeta en un tomo, Matt Murdock, apesadumbrado por la muerte de Karen, rememora la época en que comenzó su doble vida como abogado y justiciero.
El proyecto ignora toda influencia de Frank Miller y homenajea a los primeros creadores. Loeb recupera el monólogo interior que tan buen resultado le da con Batman (personaje del que actualmente desarrolla la serie mensual homónima junto al dibujante Jim Lee) aunque aquí este recurso no se adapta tanto al ritmo y es, eventualmente, redundante.
Sobre el trasfondo de una historia de superhéroes, destaca una reflexión sobre el Amor. Entendido como admiración por ese padre que se desvivió por ti; como amistad hacia ese amigo que siempre estuvo allí, y como la pasión hacia esa persona a la que no puedes dejar de ver, aunque seas ciego o ella esté muerta.
Sale, coloreado melancólicamente por Matt Hollingsworth, resulta dinámico en la acción, detallista en la recreación de ambientes, e intimista en las situaciones emocionales.
Vampirella especial (Norma Editorial, 2000), recoge las ocho páginas de En busca del Sr. Goodwin. Con el pretexto de una historia donde la vampira escoge a Archie Goodwin como cronista, rinden homenaje a éste, quien junto a Tom Sutton desarrolló las primeras historietas de Vampirella, deferencia a la que se une una acertada reflexión sobre la inmortalidad.
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